Borrar
Un abrigado Ryan Hawaii se hace un 'selfie' en el aeropuerto. :: r. c.
Los excesos  (de equipaje) se pagan

Los excesos (de equipaje) se pagan

El truco de ponerse la ropa sobrante de la maleta para engañar a la báscula del aeropuerto tiene sus límites. Un viajero británico lo descubrió en Islandia

P. PEREA

Jueves, 18 de enero 2018, 00:53

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ryan Carney Williams, un joven británico diseñador de moda juvenil y muy activo en las redes sociales, donde se hace llamar Ryan Hawaii, llegó el pasado miércoles al aeropuerto islandés de Keflavik con la intención de volver a Londres en un vuelo de British Airways. Al entrar en la terminal, comprobó que su maleta pesaba bastante más que los 23 kilos que la aerolínea marca como límite antes de empezar a cobrar por exceso de equipaje. Reacio a rascarse el bolsillo, a Ryan no se le ocurrió mejor forma de burlar la normativa que transferir peso embutiéndose capas sucesivas de ropa. Una medida bastante habitual cuando sobra un kilo o dos y se resuelve echándose al brazo la prenda más pesada; solo que en su caso los 23 kilos estipulados estaban muy por debajo del peso real de su maleta.

Cuando finalmente Ryan llegó al mostrador de facturación y puso en la báscula su valija, ésta marcaba solo 22 kilos; y, sin embargo, la azafata le denegó la tarjeta de embarque. Y es que el joven llevaba puestos, uno encima del otro, ocho pares de pantalones y diez camisas, jerseys y chaquetas. El -por partida doble- acalorado pasajero clamó, argumentó y exigió que le leyeran el apartado en la letra pequeña de su billete donde constara qué atuendo hay que llevar en los aviones, pero todo fue en vano. Mientras su aeronave despegaba rumbo a Inglaterra, un airado Ryan Hawaii se volvía a Reikiavik, no sin antes denunciar en su cuenta de Twitter lo sucedido, planteando entre interrogantes: «¿Motivos raciales?».

El joven adquirió un asiento en el vuelo del día siguiente de EasyJet. Pero cuando el jueves llegó al aeropuerto, descubrió que de nuevo le impedían viajar, pese a que esta vez su equipaje e indumentaria se ajustaban a la normativa. «¡Otra vez! Rechazado por dos vuelos en dos días sin motivo válido», tuiteó escandalizado. Ante el eco que encontraba en las redes sociales la versión del pasajero, la compañía 'low cost' explicó que tanto el capitán del avión como la tripulación de tierra estaban «preocupados» por los informes de lo ocurrido la víspera y no se quisieron arriesgar a un altercado en pleno vuelo. El cliente, añadió, fue reembolsado con el importe íntegro del pasaje.

Por su parte, British Airways negó con vehemencia que el incidente con Ryan Carney, un joven de piel morena y rastas, tuviera alguna connotación racista. «No toleramos amenazas ni comportamientos abusivos de ningún cliente, y siempre actuaremos de manera apropiada frente a ello», señaló un portavoz. Hawaii pudo volver finalmente a Inglaterra volando con una aerolínea noruega.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios