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Jesús Vázquez: «He dicho no a la cigüeña»

Jesús Vázquez: «He dicho no a la cigüeña»

Llevo la mitad de mis 50 años en televisión. Di el cante de joven sacando un disco, pero ahora solo me limito a tener unas listas maravillosas en Spotify. Los últimos 15 años han sido los más felices de mi vida junto a mi amor

Ester Requena

Martes, 26 de julio 2016, 00:07

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Acaba de terminar Levántate All Stars, graba La Voz Kids... ¿Da usted mucho el cante?

Ahora ya no tanto. La edad me ha ido amansando. Sigo estando comprometido con aquello en lo que creo, pero ya soy más manso.

¿Qué hace para sentirse bien?

  • Por un lado, reunirme con mis amigos para reírme, tomarme una copita, hacer el payaso en el jardín... Y por otro, la respiración, que me ha abierto un nuevo mundo. Es increíble cómo haciendo ejercicios de respiración puedes superar una pequeña crisis de ansiedad o estrés.

¿Y cuándo da el do de pecho?

No me gusta dar mucho la nota, pero si hay que dar el do de pecho por alguna buena causa, por algo maravilloso o protestar contra una injusticia lo sigo dando.

¡Hasta se desnudó por eso!

¡Y lo volvería a hacer! Pero que se den prisa, que los años no pasan en balde. Por una buena causa soy capaz de quedarme en pelotas.

Lleva ya 25 años en la tele, ¿le da para jubilarse?

No me lo planteo, pero con lo que tengo podría tirar. Para la luz, el agua, la cesta de la compra y vivir en un pisito el resto de mi vida sí tengo.

Con la crisis de los 40 se casó y ganó un Ondas, ¿qué ha dejado para los 50?

Pues hice una fiesta maravillosa en la que reuní a gente de todas las épocas de mi vida. Al día siguiente la vida siguió igual.

¿Y la crisis de los 50?

He decidido que no voy a tener más crisis porque la vida pasa muy rápido y no estamos para inventarnos más crisis de las que ya nos vienen encima. Voy a aprovechar el tiempo, que es un consejo que me ha dado mi suegro con 72 años.

¿Y no viene la cigüeña?

No, he decidido libre y voluntariamente que no. Tengo mi vida plena y me siento feliz.

«Era un chico rellenito, con gafas y mucho acento gallego» con el que se metían. Parece el protagonista del patito feo.

Pero los patitos feos, acaben como cisnes o como patos grandes, siempre se sienten en el fondo de su corazón patitos feos. Cuando de pequeño eres patito feo y sufres así, esas cosas se quedan dentro. Aunque a uno luego le crezca el cuello, en el fondo nos queda algo de patito feo. Aunque es verdad que la película ha cambiado mucho.

¡Pero si es uno de nuestros guapos!

Es un ránking al que nunca he aspirado, pero agradezco seguir en él pese a mis años y a los chicos más jóvenes y más guapos que yo que hay.

¿Cuál es su pacto con el diablo?

¡Ninguno! Un poquito de genética, otro poquito de cuidarme, porque no soy un loco de las dietas ni de la vida monacal. Me gusta pegarme mis fiestecitas.

¿Algún defecto que declarar?

¡Tengo muchísimos! Estoy obsesionado con la puntualidad, soy un poco maniático con el orden, me critico mucho a mí mismo... Mi marido dice que tengo puntualidad negativa y que es peor llegar tan pronto que tardar un poco más.

¿Yse sigue comiendo las uñas?

Es una lucha que llevó ahí. Y ha sido un fin de temporada muy intenso y mis uñas lo han pagado; tengo media uña en cada dedo.

¿Se sigue midiendo la cabeza con sus amigos?

Ya no hay quien se atreva. Poca gente me reta ya porque soy prácticamente imbatible.

No parece tan cabezón...

Porque me he currado los hombros. Empecé a nadar a los 18 porque veía que con tanta cabeza y tan poco cuerpo iba a acabar pareciendo una piruleta. Mi madre, que en paz descanse, me decía: «Hijo, no te preocupes, tienes mucha cabeza, pero también unos buenos hombros donde llevarla».

¿Sigue imitando a Rajoy?

Estoy tan harto de los políticos que ya no me hace gracia ni imitarlos. Estoy desencantado con todos... Para mí no aprueba ninguno.

En La Voz, ¿qué político lograría que se volviesen los coaches?

A mí me gustaría que se volviesen con Errejón, lo veo un chaval con un perfil para presentarse a La Voz... o a La Voz Kids (risas).

¿A quién invitaría a su tortilla de patatas con salsa de tomate?

Es mi especialidad, aunque ya apenas la cocino. Y menos en esta época de operación bikini. A Ellen DeGeneres la invito a lo que quiera porque soy megafan. Y si se trae a su amiga Beyonce más Michelle Obama, cierro la casa con siete llaves y no salgo nunca más.

¿Cuál es su sueño friki?

Estar, aunque sea unos segundos, en el rodaje de La guerra de las galaxias o subirme a una de las naves.

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