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Sábado, 5 de septiembre 2015, 23:54
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José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells, fue uno de los personajes más mediáticos españoles de finales del siglo XX. Siendo sacerdote, abogado, presentador de televisión y comentarista, desde muy pequeño estuvo siempre vinculado a los medios de comunicación, participando en programas de radio infantiles de distintas emisoras de Barcelona.
Su salto a la fama se produjo gracias al programa de debate Moros y cristianos, que estuvo presentado en sus inicios por Javier Sardá y más tarde por Jordi González y que alcanzó el liderato de audiencia gracias en gran parte al estilo irónico y mordaz, con el que el sacerdote disertaba en cada una de sus emisiones.
En 1997, fue desautorizado por la Conferencia Episcopal española, que afirmó que el Padre Apeles nunca ha pertenecido a diócesis española alguna o a institutos o a congregaciones radicadas en España, ejerciendo el sacerdocio fuera de toda jurisdicción.
Desde la finalización de Moros y Cristianos en el año 2001, Apeles siguió siendo colaborador de lujo de distintos programas de televisión como Crónicas marcianas, Espejo Público o Gran Hermano VIP, hasta que sus apariciones en televisión se fueron espaciando en el tiempo y el bombazo mediático que fue, en el que cada declaración, cada frase, cada insulto, se convertía en motivo de comentarios que llenaban horas y horas de radio y televisión y páginas de periódicos, se fueron diluyendo hasta convertirse en vagos recuerdos a día de hoy.
Intento de suicidio
Sin trabajo y deprimido, el Padre Apeles ha sido visto en los últimos años en algún que otro programa del corazón, donde ha mendigado por una silla en la que sentarse como tertuliano o colaborador.
En junio de 2012, intentó suicidarse mediante una masiva ingesta de fármacos y alcohol por la que fue ingresado de urgencia en el hospital. Meses antes ya había confesado en el programa La Noria de Tele 5 que cada día le pido a Dios que sea el último de mi vida. Me voy solo al cine y bebo sin parar. No sé ni el día ni la hora que es, mis ventanas están bajadas.
En el mismo programa, no le faltó sorna o cara dura y afirmó conocer la receta perfecta para curar su depresión: ...si un día hay un debate sobre algo, si tuviese yo una silla en 'La Noria' como siempre me hubiese gustado a lo mejor no estaría tan deprimido.
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