Borrar

Una biografía de tomo y lomo

Lindsay Lohan está dispuesta a escribir una trilogía que recoja su azarosa vida. Diez editoriales se ofrecen a publicarla

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 3 de agosto 2015, 00:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Lindsay Lohan quiere contarnos su vida; como si no la conociéramos ya, capítulo a capítulo... Pero precisamente por eso la actriz ha decidido limpiar su imagen y reivindicarse mostrando su lado bueno. Algunos podrán pensar que el lado bueno de Lohan da como mucho para una nota a pie de página. O, estirándolo hasta el límite, para un capítulo de un librito de bolsillo. Pero no. Ella se ha propuesto escribir una trilogía autobiográfica. ¿Tres 'tomazos' sobre la vida de Lindsay Lohan sin hacer alusión a sus adicciones, desintoxicaciones, ingresos hospitalarios y carcelarios? Una de dos, o va a meter mucha paja o más documentación histórica que Arturo Pérez-Reverte.

Ella lo aclara. Por lo visto no va a esquivar su lado oscuro, pero lo va a matizar con otros episodios de su vida menos lamentables. Entre otras aventuras relatará por ejemplo sus experiencias en India. No las psicotrópicas, sino las solidarias: «Cuando trabajé con niñas en situaciones de riesgo o niños que han vivido dentro de constantes crisis familiares». Y es que a sus intensos 29 años, esta neoyorquina, clara víctima infantil de una sobreexposición a Disney, ha vivido tantas vidas que ha tenido tiempo para todo: enfangarse a lo Mickey Rourke y redimirse a lo Teresa de Calcuta.

Por lo pronto este verano la pecosa pelirroja parece haber encontrado la luz. La del sol, pues ha recorrido las costas griegas y se ha hecho más 'selfies' que el pequeño Nicolás. Solo que con menos ropa. Antes de que el agorero Varoufakis anunciara las siete plagas para la Europa mediterránea (España incluida), Lindsay ya había puesto un pie en Grecia, como si el país no tuviera bastante con lo suyo... Pero su visita al final ha sido terapéutica, ya que ha conseguido que los griegos hablen de algo distinto a la crisis: sus extraños estilismos playeros. Lograr que la prensa helena fotografíe otra cosa que no sean las camisas de mantel provenzal de Varoufakis o el prominente trasero de Tsipras (un hombre que físicamente pierde mucho cuando da la espalda... a su pueblo) tiene mérito. Pero Lindsay siempre ha sabido dar la nota hasta en escenarios donde ya hay suficiente gente haciendo el ridículo, como la playa.

Blanco nuclear

A falta de Madonna, que mucho está tardando este verano en presentar su nueva propuesta de 'burkini', Lohan se ha metido en aguas del Egeo con un atuendo que no es ni tanga, ni bañador, ni short, ni camiseta... Sino todo ello a la vez. Y encima blanco nuclear, con lo que transparenta eso en contacto con el agua. Se rumorea que era su ropa interior. Pero cuesta creer que el despiste de la actriz llegue al punto de confundir la lencería de algodón con un traje de baño. También se ha paseado en yate luciendo un triquini amarillo de extraña geometría con el que tal vez no se habría atrevido ni Ana Obregón. Todo ello, complementado con un sombrero de paja tipo gondolero al que solo le faltaba cantar el 'O sole mio'.

Porque Lohan venía de Italia, donde no hace mucho también dio espectáculo. En este caso, de calle. Agarró un berrinche tremendo en plena vía pública de Milán tras discutir con su acompañante. Ambos venían de cenar en un restaurante llamado La Risacca... Ahora los paparazzi italianos piensan convertirla en su santa patrona. Y ella está decidida a no darles más motivos. Quiere reformarse y ser madre. Su objetivo: quedarse embarazada antes de que acabe el año. Si lo logra (tal vez ese niño venga bailando el sirtaki), ya tiene otro tomo para sus memorias. Diez editoriales se han ofrecido a publicarlas. Ni la Biblia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios