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El equipo de ‘Pieles’, en la presentación de la película.
Rosas y mortales

Rosas y mortales

'Pieles' enseña, con algo de recato pero como si tal cosa, imágenes impensables

Juan Francisco Gutiérrez

Sábado, 25 de marzo 2017, 00:33

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Sostiene León de Aranoa que el cine, en el fondo, va de despertar emociones. Ayer, nada más despertar, había ganas de ver Pieles, el debut en la dirección de Eduardo Casanova, hasta ahora más conocido por su papel de Fidel en la serie Aída. Una obra que, más allá de su apariencia rosa e impudorosa, regala algún rocío de verdad sobre pétalos de plástico.

Como se dice en Málaga cuando algo es exagerado, la película es mortal. Enseña, con algo de recato pero como si tal cosa, imágenes impensables. Pero tras su forma que pincha como un cactus o lo grotesco de sus historias hay un punto que conmueve. Que lo bonito está en el interior ya lo explicó Disney en La Bella y la Bestia, que ahora revive. Pero para mí que Pieles, valiente ópera prima de quien solo tenía seis años cuando nació el Festival, qué valor, le añade ahora un aroma entre surrealista y espiritual que también tienen las obras de Mark Ryden. Aunque lo mismo hago el lila. Así que mejor no meterme en estos jardines y remitirles a Francisco Griñán y a su quiniela para el palmarés de hoy. Qué cosa tan comprometida.

De compromiso, poesía, realismo y mucho más habló Fernando León de Aranoa en la charla previa a la gala por su Premio Retrospectiva. Estuvo acompañado de Juan Antonio Vigar y de Casimiro Torreiro, quien le ha dedicado un libro editado por Luces de Gálibo y prologado por la guionista Lola Salvador, que anoche se sumó a un ramillete de amigos donde despuntó Daniel Guzmán. Un homenaje a un contador de historias que reclamó la pasión como motor para la creación y el apoyo de las instituciones. Por lo demás, anoche hubo muchos mortales que se atrevieron con el penúltimo desfile de pasión de la alfombra roja. Las luces molonas de este año eran las mismas, pero arreciaba como nunca. Carmen Machi, Macarena Gómez y Candela Peña comandaron el reparto de Pieles, en gama rosácea diversa pero sin abrigos de ídem, que era lo que pedía el día o el arrojo de Ana Polvorosa. Eso sí, ya venían coronadas por un premio del Jurado Joven.

No sé decirles si hubo muchos diseños de Dolores Promesas, pero también vimos pasear a otras jóvenes promesas. Algunas con las primeras biznagas en las manos, pues un rato antes habían sido repartidos los premios de las secciones paralelas a la oficial, como los cortos (qué ilusión irradian siempre estos incipientes alhelíes) o la Zonazine. Y también otros de nuestra querida flora autóctona que la gala Málaga Cinema se había encargado de laurear.

Como pista para el remate de hoy, sepan que de los adelantados jazmines nada menos que cuatro fueron para Verano 1993; a mediodía sabremos si se ensartan al final en alguna Biznaga. Y llegados a este punto, por aquello de regar la emoción, les recuerdo además que hoy nos espera Antonio Banderas en carne viva: un puntito.

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