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Leonardo Sbaraglia hizo doblete ayer presentando película y recibiendo un premio.
Leonardo Sbaraglia: «Por supuesto que se  puede ser galán y buen actor»

Leonardo Sbaraglia: «Por supuesto que se puede ser galán y buen actor»

«He dicho que 'no' a papeles y me he equivocado», admite el actor, que compite en la sección oficial y recibe el Premio Málaga SUR

Regina Sotorrío

Domingo, 19 de marzo 2017, 09:47

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Ayer se quedó sin comer. Entre la inauguración del monolito con sus huellas en el Paseo Marítimo Antonio Banderas, la presentación de la película 'Nieve negra' -un 'thriller' familiar en el que por primera vez coincide con Ricardo Darín- y la rueda de prensa previa al Premio Málaga SUR, no había tiempo para el almuerzo. «Está bien, no pasa nada», decía Leonardo Sbaraglia cuando le comunicaron que se tendría que conformar con unas tapas entre entrevista y entrevista. Y apenas una hora después aparecía sonriente ante las cámaras en su tercer posado del día y dispuesto a seguir respondiendo preguntas. Detalles que distinguen a un profesional.

¿Sería capaz de guardar un secreto, como se pregunta en la película 'Nieve negra'?

Yo creo que hay secretos que tiene sentido guardar, porque hay momentos de la vida en los cuales no se pueden procesar. Hay verdades que a veces no se pueden manejar, dependen de la edad y de la experiencia que tengas. Y eso es lo que ocurre con los personajes de esta película.

En el fondo es una historia universal, porque en todas las familias hay cosas que no se dicen.

Sí. Pero yo creo que la historia siempre nos alcanza, nuestros propios actos siempre nos van a encerrar, van a crear una encrucijada. Si uno no es transparente, no trata de juntarse con su verdadero yo, con su verdadera identidad por más terrible que sea, construye monstruos. La razón duerme y en su sueño engendra monstruos, como decía Goya. Eso es un poco la representación de la película. Los secretos, cuando uno los tapa, salen con una fuerza monstruosa.

¿Cómo se recibe un premio a una trayectoria cuando se está aún a medio camino?

Ojalá esté a la mitad de mi vida porque quiero vivir muchos años. Esta vida me parece hermosa y a medida que uno va creciendo la valoro cada vez más. Es lindo que haya un reconocimiento cuando todavía eres joven. Esto me da energía. Soy una persona que para nada me lo creo. Cada trabajo es muy difícil, vincularse con un personaje, con un director y con un equipo es muy complejo e implica un desorden de la propia identidad. Porque uno se desarma para armarse en algo que no sabes bien qué va a ser. Es una profesión muy compleja la de actuar y estoy en pleno aprendizaje. Está bueno premiar el aprendizaje.

SUS FRASES

  • «Hay secretos que tiene sentido guardar, hay verdades que a veces no se pueden manejar»

  • «La suerte es determinante, pero hay que ayudarla rompiéndose el alma en el trabajo»

  • «Hacer cine es un acto de amor, uno se entrega pero le puede salir mal»

¿Aún hay inseguridades a la hora de afrontar un trabajo?

Sí, pero no por ser inseguro. Uno sabe que más o menos puede manejar el avión, que lo puede llevar de un lado a otro. Eso está garantizado porque la experiencia te da las horas de vuelo, el tema es si lo vas a poder hacer mejor o peor y si vas a poder cumplir todos los requisitos de ese viaje.

Hasta donde ha llegado, ¿ha sido cuestión de suerte o de trabajo?

Hace poco promocionando 'Nieve negra' hacía una entrevista con Ricardo y le preguntaron lo mismo: él contestó suerte. Yo me quedé pensando. No es solamente suerte. La suerte es un factor determinante, en principio para nacer en una familia con los recursos para aprender a leer, para comer... Eso ya es una suerte. Pero, por supuesto, hay que ayudarla y romperse el alma en el trabajo.

¿Alguna vez ha aceptado papeles que no le convencían del todo?

Sí. Y de cincuenta y pico películas que he hecho, quizás hay tres o cuatro de las cuales no me he quedado satisfecho. Es un porcentaje menor y de cosas que tampoco podías prever. Esto es un acto de amor, uno se entrega pero le puede salir mal. Nunca hay garantías. Igual que he dicho que no a trabajos y me he equivocado. Es la vida.

¿Con qué 'no' se equivocó?

Dije que 'no' a 'Nueve reinas', que fue una película maravillosa y hubiera sido la primera vez que coincidiera con Ricardo. No la pude hacer por muchas razones, más que nada personales. Pero de alguna manera, por el no a esa película empecé a trabajar en España porque en ese mismo momento hice 'Intacto' aquí.

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¿Le gustaría sacudirse el rol de galán?

No hay que desestimarlo porque son cosas a favor. Mira Mario Casas, que es muy lindo actor, que hace trabajos muy bueno y es un tipo muy admirado por su público. Una cosa no quita la otra. Un actor puede tener todo ese abanico de posibilidades. Mañana (por hoy) se presenta una película en la cual estoy más feo que nunca en mi vida. Son cosas que suman, no creo que vayan en contra. El rango ese en algunas cosas te puede limitar y, en otras, juega a favor.

Se puede ser galán y buen actor.

Por supuesto que se puede ser galán y buen actor. Para mí Robert de Niro, Al Pacino y Marlon Brandon son galanes y de los actores que yo más admiro.

La industria española se queja de la falta de ayudas del Gobierno, de las dificultades para rodar, del IVA... ¿Cómo ve la realidad del cine español alguien que tiene un pie fuera y otro dentro de España?

Hay gobiernos que colaboran con con la cultura y la educación, y otros no. Hay que luchar para tener buenos representantes que hagan políticas que apoyen la cultura, porque es el legado más importante que puede dejar el ser humano. La cultura es hablar de nosotros a través de la metáfora, del cine, del teatro, de la literatura. Y claro que hay que quejarse y luchar por ello. La cinematografía española es maravillosa, la admiro muchísimo.

¿Y cómo está la situación en Argentina?

En Argentina tenemos un Instituto de Cinematografía que ha apoyado mucho la historia del cine argentino y por eso en los últimos 20 años tiene un lugar en la cinematografía mundial. En este momento estamos teniendo una transición de gobierno y pareciera que hay intentos de poner palos en la rueda a la cultura pública y a la educación pública. Tienen que ser para todos, como el fútbol para todos. Hay que luchar contra la cultura y la educación elitista.

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