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La Academia acoge la presentación de la XX edición del festival
El cine español aplaude el «acierto» del renovado Festival de Málaga

El cine español aplaude el «acierto» del renovado Festival de Málaga

La industria destaca el paso adelante del certamen malagueño en la presentación en Madrid de su concurso de filmes nacionales y latinos

Francisco Griñán

Viernes, 3 de marzo 2017, 01:17

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De las «dudas» al «acierto». Ese viaje desde el escepticismo hasta el aplauso resume el paso que ha dado el Festival de Málaga al romper la «frontera» que hay entre apellidarse Cine Español y Cine en Español en su vigésima edición. Un año redondo que lo es también de reinvención al incluir el cine iberoamericano en la lucha por las Biznagas sin perder su «singularidad» y su apuesta por la industria nacional. «No dejamos de ser lo que somos, pero queremos crecer en una doble dirección: por un lado, hacía el cine latino, y por otro, hacia el español al dotarlo de un nuevo mercado que favorezca el negocio», afirmó ayer el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, que presentó esta edición en la sede de la Academia de Cine, donde la mayoría de los directores y productores de las 23 películas seleccionadas en sección oficial estuvieron presentes.

La propia presidenta de la Academia, Yvonne Blake, saludó al certamen como el «mejor escaparate que tiene el cine español» y comentó que ya tiene preparadas las maletas para viajar a Málaga. Por su parte, el máximo responsable de los productores españoles (Fapae), Ramón Colom, insistió en la idea al afirmar que el Festival de Málaga es la «cita más importante de cine en español en todo el mundo» por lo que sostuvo que con la selección de películas latinoamericanas la muestra «va a más».

Precisamente, el presidente de Fapae recalcó que ese paso adelante del festival es el que ha favorecido que «traslademos el foro Spanish Screenings de Madrid a Málaga». Este mercado de venta de películas españolas se celebrará durante el certamen y, según adelantó, participarán más de 80 compradores, distribuidores y profesionales de países muy diversos, desde Europa a Asia, pasando por Australia y América.

El productor español José María Morales (Wanda Films), que participa en el concurso con Últimos días en La Habana, verbalizó lo que muchos temieron cuando el Festival de Málaga anunció hace un año su apertura al cine iberoamericano. «Tenía dudas ya que tenemos un Festival de Huelva y un San Sebastián, pero me he dado cuenta del acierto, porque lo que cuenta es el cine en español», comentó el productor, que se sumó al aplauso generalizado por este nuevo rumbo del festival.

Por su parte, Vigar también adelantó que el certamen celebrará su vigésima edición con una exposición en calle Larios que recorrerá la historia del propio certamen desde sus comienzos. Además, en la gala inaugural estarán presentes varios ganadores del Premio Málaga SUR, la máxima distinción del certamen, para reivindicar la trayectoria de un festival pionero en su apuesta ambiciosa y decidida por el cine español.

De las 23 películas de la sección oficial, 17 serán las que se disputen la Biznaga de Oro y el resto del palmarés. En la competición, el reparto se muestra equilibrado entre las nueve películas españolas seleccionadas y las ocho iberoamericanas.

Los títulos nacionales aspirantes al palmarés son el drama de amor adolescente Amar, debut de Esteban Crespo, que ayer confesó que todavía está montando la cinta para tenerla lista en dos semanas; Brava, en la que Roser Aguilar muestra la crisis de una mujer (Laia Marull); El jugador de ajedrez, un filme de Luis Oliveros sobre un superviviente atrapado entre la guerra civil y la II Guerra Mundial; No sé decir adiós, un drama familiar pero con fondo de comedia que dirige Lino Escalera y protagoniza un trío formado por Nathalie Pozas, Lola Dueñas y Juan Diego; Pieles, el personal debut en la dirección del actor Eduardo Casanova, que ayer se mostró particularmente «emocionado» por su concurso en Málaga; la cinta de atracos Plan de fuga, de Iñaki Dorronsoro y con Javier Gutiérrez y Luis Tosar en el reparto; la «comedia negra» sobre la corrupción Selfie, de Víctor García León; Verano 1993, una crónica infantil sobre la adopción que dirige Carla Simón y que obtuvo el premio a la mejor ópera prima en la Berlinale, y el thriller La niebla y la doncella, que se basa en la novela policíaca homónima de Lorenzo Silva, al que el director Andrés M. Koppel dio ayer las gracias por dejarle «libertad» para cambiar la historia original.

Por su parte, las películas latinas que aspiran por primera vez al palmarés incluyen dos producciones argentinas: Nieve Negra, de Martín Hodara y con un duelo interpretativo entre Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia, y el thriller El otro hermano, de Adrián Caetano. Además, también concursan la uruguaya El candidato, en la que Daniel Hendler relata la fabricación de un político; la chilena La memoria de mi padre, un drama de Rodrigo Bacigalupe; la colombiana La mujer del animal, una cinta sobre el maltrato y la violencia de género de Víctor Gaviria; la mexicana Me estas matando Susana, una comedia de Roberto Sneider; la brasileña Redemoinho, un reencuentro de dos amigos que dirige Jose Luiz Villamarim, y la cubana Últimos días en La Habana, una mirada irónica a la isla con la firma de Fernando Pérez.

Fuera de concurso también se exhiben la cinta inaugural El Bar, el nuevo trabajo del siempre personal y sugestivo Álex De la Iglesia, mientras que el filme de clausura será la comedia Señor, dame paciencia, que dirige el fuengiroleño de adopción Álvaro Díaz Lorenzo y que ayer recordó que, con su ópera prima, Café solo o con ellas, ganó hace años el premio del público del Festival de Málaga.

Otras dos cintas fuera de competición que se presentan en la sección oficial son las producciones malagueñas Maniac Tales y El intercambio, que pusieron humor a su presentación en Madrid. Sobre la primera, el productor y codirector Kike Mesa comentó con ironía que, además de la única de terror, «somos la película en inglés de un certamen en español», mientras que el cineasta Ignacio Nacho recomendó ir a ver su película para que el «productor el malagueño Dylan Moreno recupere lo invertido ya que el día que seleccionó mi guión no lo olvidará nunca». La lista de cintas fuera de competición la cierran dos argentinas, el biopic Gilda y la comedia Me casé con un boludo.

Por otra parte, la venta de entradas arrancó ayer en el Cervantes y en Internet. A las 8,30 de la mañana se abrieron las taquillas, una hora temprana que favoreció la ausencia de grandes cols como en años anteriores. La cinta inaugural, El bar, en el Cervantes ha sido la primera en colgar el no hay billetes.

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