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Enrique Ponce quiere mezclar el toreo con otros estilos musicales HUGO CORTÉS
La Feria de Ponce y del toro 'Jaraiz'

La Feria de Ponce y del toro 'Jaraiz'

La Contraferia ·

En la historia de la tauromaquia y de La Malagueta quedará grabada la inolvidable faena que acabó con el indulto del toro de Juan Pedro

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Sábado, 19 de agosto 2017, 02:05

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Crisol es un término muy periodístico, no en balde así se llamaba el depósito de las viejas linotipias donde se mantenía fundido el plomo del cual salían a los moldes de las letras... Pero la palabra crisol también significa aquello que es capaz de fundir y homogeneizar distintas ideas, distintas cosas. Eso es lo que quiere hacer Enrique Ponce, mezclar el toreo con otros estilos musicales, componer una visión distinta de la estética taurina en un intento de buscar nuevos horizontes, conjuntar formas artísticas conocidas por todos pero que pueden resultar diferentes en su mezcla, en su conjunción. Y eso fue lo que trajo a la Feria de Agosto junto a Javier Conde, y lo que vistió de ensueño La Malagueta en la nefasta tarde del jueves, cuando en Barcelona, el terror de nuevo nos machacó el alma y encogió los corazones de las personas de buena voluntad.

El espectáculo Crisol no llenó el coso malacitano de gente, porque la entrada no fue la que a la postre se vio que merecía el evento, pero sí lo colmó de magia. Enrique Ponce comanda un espectáculo en el que el toreo adquiere una nueva dimensión, con la combinación de la música clásica con la voz de cantantes tan diversos como Estrella Morente, Pitingo o la soprano Alba Chantar... Fue un gran éxito, y la gente pasó una tarde de las que se recuerdan, con la ventaja de que llegó a los hogares de los aficionados de toda España a través del Canal Toros de Movistar. La idea cuajó en una tarde para la historia de la feria, repito, pero sin toreros y sin toros, aquello no hubiera sido otra cosa que una mera representación. Pero allí estaba un genial Enrique Ponce, sublime, acompañado de un Conde que emerge de nuevo y que puede volver a ser lo que fue: figura del toreo, algo que Málaga necesita; y allí estuvieron unos toros magníficos, bravos, de los que hacen y crean afición, de un ganadero, Juan Pedro Domeq, que salió a hombros con Ponce en medio del clamor popular. ‘Jaraiz’, el toro indultado, al que simbólicamente Ponce le cortó las dos orejas y rabo, se restablece ahora de sus heridas en los corrales para volver triunfador al campo de la mano de aquellos versos que terminaban diciendo «...que me dejes felicitarte porque yo sé/que para ti es el triunfo de tu esfuerzo». Él, con Enrique Ponce, fue el gran protagonista de una tarde que quedará para los anales de la Feria de Málaga, y que hubiera sido portada en los periódicos de media España sin la sinrazón del odio terrorista no nos hubiese llenado de dolor y luto.

Crisol es una nueva fórmula que puede atraer nuevas hornadas de aficionados a los tendidos

Ponce llevaba encima una estampita de la Virgen de Lágrimas y Favores. Se la regaló su amigo Javier Domínguez Bandera. Le faltaba en el altar que el diestro coloca en los hoteles antes del paseíllo. La Niña de San Juan, la que viste de magia las callejuelas de la Málaga más remota, le ayudó, sin duda, a que encontrara el embrujo. Porque Enrique Ponce escribió una página para la historia del toreo, y los que tuvieron la suerte de vivirlo en directo son unos privilegiados porque momentos como los que nos regaló Crisol, con su estética y su estampa, será difícil que se repitan. Mejor dicho, es imposible. Pueden pasar otras cosas, se pueden vivir otros momentos, se pueden sentir otras sensaciones, pero las de La Malagueta ya serán irrepetibles. La magia de la música (ese ‘Concierto de Aranjuez’ de la mano de Gibraljaire de fondo a una tanda de naturales irrepetibles o el alma de la garganta de Estrella acompañando con el cante a su marido con el corazón en un puño, que se la jugaba con un morlaco de media tonelada) estuvo en esa vorágine de arte a sus anchas. Fue una tarde memorable. Una página de oro para la feria, y ojalá también sea una nueva fórmula para atraer a nuevas hornadas de aficionados a los tendidos...

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