Borrar
Los equinos son los protagonistas de las tardes en el real.
Los feriantes apuran la diversión

Los feriantes apuran la diversión

El penúltimo día de feria en el Cortijo de Torres volvió a estar marcado por el calor, que no amilanó a los visitantes

fernando morgado

Sábado, 20 de agosto 2016, 00:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El real de la Feria de Málaga apura ya sus últimas horas de actividad hasta que, dentro de un año, se vuelvan a encender las luces de la portada del hotel Miramar. Los 34 grados de temperatura que recibían a los feriantes el jueves por la noche no afectaron a la asistencia al recinto. Los visitantes extranjeros sufren el terral en silencio las ganas de feria pueden más y los malagueños están acostumbrados a que el aire procedente del Sáhara los visite coincidiendo con los festejos. Como dijo una señora en la zona de descarga de los autobuses: «No hay feria sin terral». Y punto. Tampoco hay feria sin trajes de flamenca, que junto a los caballistas aportan el toque tradicional durante el día. El jueves por la tarde se pudo encontrar a un numeroso grupo de mujeres con la misma vestimenta en la caseta Los Mimbrales. Las veintidós flamencas, todas ellas empleadas de la empresa malagueña de moda Olimara, disfrutaron de un día en el Cortijo de Torres de lo más completo, y se hicieron la foto oportuna para añadirla a un álbum de recuerdos de feria que iniciaron en el año 2011.

Por la noche los coches de caballo se retiran y dan paso a una avalancha de jóvenes que toman posiciones en la zona del botellón, pero lo bueno del real es que sigue habiendo espacio para todos a cualquier hora.

En la calle Antonio Rodríguez Sánchez se agrupan, alrededor de la caseta municipal de protocolo, algunas de las peñas con más solera del real, cada una de ellas con su tradicional cena de socios. Los miembros de la caseta El Péndulo, que lleva 33 años en el Cortijo de Torres y pertenece al Colegio de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales, se reunieron de manera oficial el jueves por la noche, en una velada que contó con la presencia del alcalde de Málaga y la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de la Calle. El nuevo decano del colegio, José Zayas, fue el encargado de recibir a los invitados, entre los que se encontraban miembros de la Universidad de Málaga.

Casetas solidarias

El viernes fue el día de la solidaridad en el real. Aunque para la caseta de la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil (AVOI), todos los días lo son. El chef malagueño Sergio Garrido se encarga de ofrecer, desde la cocina, camperos y perritos gourmet que atraen a los visitantes. De hecho, ayer la de AVOI era una de las casetas que mejor aspecto presentaba. Incluso don Francisco de la Torre quiso acercarse a colaborar con la causa. A pocos metros, en la caseta La Rebotica, comenzaba otro evento benéfico. En este caso, el club de Leones Málaga-Limonar organizaba una comida solidaria cuyos beneficios irán a parar a la iniciativa de la cadena COPE Un día por ellos, que reúne fondos para los pisos que gestiona la Asociación Española Contra el Cáncer junto al Hospital Materno Infantil de Málaga.

Alejandra Aranda, presidenta del club, se encontraba emocionada ante el lleno absoluto de la caseta, en la que también había miembros de otros clubes de Leones. Además del dinero del menú 25¤, tras el almuerzo se sortearon diferentes lotes de productos.

El día es también el momento de los verdiales, que se podían escuchar desde la calle Peñisa Rafael Fuentes. Procedían de la peña La Paz, que celebra en estos días el XIX Festival Cultural de Cante y Baile Andaluz. Con la festividad del viernes volvieron a tener más trabajos los relaciones públicas que tratan de cazar al feriante con ofertas y degustaciones. Otras casetas simplemente hacen uso del buen olor que procede de su cocina, como es el caso de La Biznaga, o incluso de las nuevas tecnologías, como la peña Los Rosales, que ofrece wifi gratuito en su interior.

A punto de concluir una nueva Feria de Málaga, ya se puede decir que la carpa de exhibición ecuestre es un éxito un año más. Los dos graderíos dispuestos en el interior del recinto se quedan pequeños para la expectación que despiertan los equinos, y el público se aprieta en las vallas que rodean la carpa, que anoche acogía el espectáculo Magia ecuestre, que le valió al jinete José Carlos González el título de campeón de España de doma de alta escuela.

Atracciones

Otra de las zonas de más afluencia una vez que se ha ocultado el sol es la de las atracciones de feria, donde no solo se agrupan familias con sus hijos, sino también jóvenes más bien adolescentes que aún no tienen la edad permitida para entrar en las discotecas y eligen divertirse en los cacharritos. Muchos de ellos salen, pasada la medianoche, hacia las paradas de autobús cargados con unas enormes serpientes de peluche, el regalo más codiciado este año en las tómbolas y otras casetas de juegos de feria.

Las atracciones más clásicas siguen siendo las que concentran mayores colas, pues algunas máquinas solo están al alcance de los más temerarios. Es el caso de Extreme, un brazo mecánico que da vueltas a velocidad de vértigo, y del Tirachinas. Este último no engaña con su nombre: se trata de una bola con espacio para dos personas que dos elásticos gigantes se encargan de lanzar hacia el cielo de Málaga. El precio de la atracción es de 10¤, cuando el resto suelen rondar los 3,5¤. Eso sí, no incluyen un DVD con el vídeo del momento del despegue en tirachinas.

El barco vikingo, los toros mecánicos y los túneles del terror también tienen bastante público, al igual que la noria, que este año por primera vez compite con la instalada en el puerto. Las atracciones más arriesgadas también tienen su versión para los niños pequeños.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios