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La música volvió ayer a ser protagonista por las calles y las plazas.
Menos gente, más feria

Menos gente, más feria

El Centro registra en la segunda jornada un afluencia lejana a la masificación del sábado, pero con un gran ambiente festivo, y mucha música de nuevo

Iván Gelibter

Lunes, 15 de agosto 2016, 00:26

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La enorme asistencia del público a la Feria del Centro del pasado sábado fue un gran síntoma de que las expectativas de empresarios y comerciantes, que auguraban una gran semana, parece que se cumplirá.

Pese a ello, la jornada de ayer domingo sí es cierto que registró una asistencia menor, un efecto rebote del día anterior; y eso que hoy tampoco es día laborable. Sin embargo, para aquellos que se toman la semana de fiestas como unos días en los que estar más traquilo por las calles, el de ayer era el día para ello. Ya desde las 13 horas en adelante se fue notando esta menor afluencia de público, lo que hacía más sencillo comer en alguna terraza, especialmente las de la calle Calderería, las preferidas por su ubicación. En media hora era posible tener una mesa y un plato de comida;un tiempo récord considerando la hora y el lugar.

Ayer fue el turno, también, para ver muchos trajes de flamenca y escuchar sevillanas. El ambiente de la Plaza de la Constitución, como es habitual, era el mejor a primera hora. El conjunto que estuvo tocando en este lugar por segundo día consecutivo era el Grupo Querencia se dedicó a interpretar canciones de música exclusivamente española, una exigencia del Área de Fiestas para este espacio, considerado el más tradicional.

Aunque el primer día ya fueron claves, hay que reiterar una vez más el acierto, también, del resto de escenarios, el de las plazas de Uncibay y Mitjana. En la segunda, la banda Money Makers, con sus versiones rockeras (muchas de ellas en inglés), levantaron al público a golpe de rasgueo de guitarra y la voz de su cantante, que con una gran personalidad hizo que se llenara desde las 15 horas. Esta experiencia habría que seguir repiténdola en los años venideros, ya que además se aportan estilos diferentes en cada escenario, lo que hace que lo puedan disfrutar prácticamente todos los públicos.

En cuanto al botellón, de la macrorreunión del sábado se pasó a un ambiente mucho más tranquilo y relajado en la jornada de ayer. Los bares del Centro estuvieron llenos de jóvenes hasta bien entrada la madrugada del sábado al domingo, por lo que eso se notó de cara a la tarde del segundo día. Apenas unos pequeños grupos de personas estuvieron reunidas desde las 17 horas en los aledaños de la plaza del Teatro Cervantes, la calle Madre de Dios y la plaza Uncibay. Aun así, esta zona ya se ha consolidado un año más para la práctica de esta actividad, y no será raro que en los próximos días se vuelvan a ver esas aglomeraciones de gente con sus bolsas de hielo y sus botellas en la vía pública.

Los bares de copas, por su parte, estuvieron animados pero sin las colas para entrar que se observaron el sábado. Un día, en definitiva, muy cómodo, sin calor, y sin grandes aglomeraciones ni esperas para poder disfrutar del almuerzo o unas copas.

Despedidas de soltero

Ya se ha visto otros años, pero quizá esta edición la que ha terminado por consolidar la Feria del Málaga como un destino clave para las despedidas de solteros y solteras. Es fácil reconocerles. Suelen ir vestidos con alguna camiseta genérica para todo el grupo, mientras que el novio o la novia van con algún disfraz, que gana puntos cuanto más atrevido sea. Ayer, a vista de pájaro, se pudieron observar dos Pikachu (el pokémon más famoso), una especie de novia cadáver y un señor disfrazado de las partes íntimas masculinas. Lo curioso es que en la mayor parte de los casos se trata de grupos de gente de fuera de Málaga, que eligen esta ciudad por su ambiente durante toda la semana.

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