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Joaquín Galdós, en un momento de su faena.
Joaquín Galdós triunfa en su debut con picadores

Joaquín Galdós triunfa en su debut con picadores

El peruano corta la primera oreja de la feria en un festejo donde las ilusiones de los espadas se estrellaron ante los mansos novillos

Antonio M. Romero

Domingo, 17 de agosto 2014, 22:30

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Como alumno de la Escuela Taurina de Málaga, donde se ha forjado en los dos últimos años, Joaquín Galdós ya venía demostrando grandes cualidades, de las que que ayer volvió a dejar constancia en su debut con picadores. El peruano cortó la primera oreja de la feria taurina sobreponiéndose a las circunstancias adversas de la mansa y descastada novillada llegada desde tierras gaditanas con el hierro de Fuente Rey, propiedad del rejoneador Fermín Bohórquez. Una materia prima de baja calidad ante la que se estrellaron las ilusiones de la terna actuante, que estuvo muy por encima del ganado.

El festejo

  • plaza de toros de la malagueta

  • Ganadería Se lidiaron seis novillos de Fuente Rey, bien presentados, mansos y descastados, excepto el buen primero y el manejable sexto.

  • Toreros Fernando Rey (verde botella y oro con los cabos en blanco)

  • Incidencias Primer festejo del abono de la feria taurina de Málaga. Tres cuartos de entrada en tarde de temperatura agradable. Saludó tras banderillear al tercer novillo Raúl Adrada. Presidió Ildefonso DellOlmo, que estuvo correcto.

Galdós es un novillero con un gran sentido del temple, buena colocación y una cabeza muy buen amueblada. Virtudes que, junto a una gran tranquilidad, demostró este domingo en el albero malagueño. El primero de sus novillos fue toda una prueba de fuego ante la que el peruano no se amilanó. En el capote Gaitero se frenó y echó la cara arriba y no pudo haber lucimiento. Brindó la faena de muleta a Fernando Cámara, director artístico de la Escuela Taurina de Málaga y un referente para el novillero peruano. El joven espada intentó el lucimiento, pero el fuenterey rehuyó la pelea. Le plantó batalla en los terrenos de tablas donde se refugió el burel, pero no pudo redondear la actuación. Dejó su predisposición. Mató de estocada algo desprendida y dio una vuelta que pareció algo excesiva.

En el sexto, el de más peso de la corrida, con hechuras de toro y una gran arboladura, Joaquín Galdós salió a por todas. Con el capote dejó dos verónicas y una media templadas y con mucho sabor. Destacó el quite, en su turno, de Fernado Rey por ajustadas gaoneas. Tras brindar al público, el peruano citó al toro de rodillas desde el centro del ruedo, donde le instrumentó una tanda por la diestra a Insurrecto, que hizo vibrar a los tendidos. Ya de pie, aprovechó la nobleza del burel para cuajar una buena faena fundamentalmente por el pitón derecho, ya que por el izquierdo el animal se quedó más corto. Midió muy bien un trasteo, cuyo epílogo fueron unos ayudados con mucha torería para cerrar al burel en las tablas. Mató de una estocada ligeramente trasera que fue suficiente para que el animal doblara. Cortó una merecida oreja y ganas de volver a verlo.

Fernando Rey es otro novillero en el que la afición de Málaga tiene depositadas grandes esperanzas. Ayer, el mal uso de la espada y la mansedumbre de su oponente le impidieron tocar pelo. Estuvo cerca en el primero del festejo y de su lote, el mejor novillo de todo el encierro por su calidad. Con el capote, el de Torremolinos no pudo estirarse y sólo dejó una verónica. Buen quite, en su turno, de Ginés Marín por chicuelinas, rematado con una buena media verónica. Rey brindó al subalterno malagueño Adrián Abad una faena que inició a media altura para evitar que Rescolditan IV, que había dado muestras de falta de fuerzas, se cayera. Poco a poco, el trasteo fue alcanzado vuelos hasta cuajar a un novillo que entendió a la perfección. El cierre fueron unos doblones muy toreros por bajo y un buen cambio de mano. Dejó dos pinchazos antes de cobrar una estocada casi entera perpendicular que hizo rodar al burel.

De salida, el cuarto dio síntomas de cierta brusquedad en la embestida, lo que hizo albergar pocas esperanzas. Aún así, Fernando Rey brindó al público una faena de muleta iniciada con unos doblones por bajo para someter al manso algo encastado y luego fue construyendo un trasteo muy sólido hasta que Jaquetono se paró, a partir de ese momento, el novillero se pegó el arrimón y concluyó con circulares invertidos; alargó en exceso la faena. Dejó dos pinchazos antes de cobrar una estocada algo contraria.

Debutó en La Malagueta Ginés Marín, un novillero nacido en Jerez pero criado taurinamente en Extremadura, quien dejó retazos de su buen corte y concepto del toreo así como de su valentía. Con su primero no pudo lucirse con el capote ya que Mosaico se frenó en el capote. Brindó al empresario de La Malagueta, JoséCutiño, una faena en la que empezó con sabor y torería doblándose con la rodilla genuflexa para sacarse el toro a los medios. Intentó el toreo en redondo, pero el huidizo animal, que además llevó siempre la cara alta y buscó las tablas, impidió construir una faena vistosa, donde estuvo muy por encima del rajado novillo. Dejó una estocada trasera y necesitó un descabello para matar al burel.

En el quinto, Ginés Marín brindó la faena de muleta al público pero no pudo lucirse ya que Jaquetono fue un novillo rajado, protestón y sin clase ninguna. El extremeño se pegó un arrimón en un alarde de valor. Al final tiró los trastos, en un feo gesto, que también hizo Rey en el cuarto. Dejó un pinchazo antes de cobrar un pinchazo hondo y un descabello.

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