La plataforma Málaga Ahora apela al espíritu del 15M y al modo asamblea
Ysabel Torralbo regresa a la plaza de la Constitución, germen del movimiento, y anuncia una campaña «que mirará a los barrios»
Ana Pérez-Bryan
Viernes, 8 de mayo 2015, 00:24
Nada mejor que volver al origen de todo para tomar impulso y tratar de alcanzar lo que está por venir. Es lo que debieron de ... pensar los miembros de la plataforma Málaga Ahora, el partido «instrumental» -insisten- que reúne las sensibilidades de movimientos sociales como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y partidos como Podemos y Equo, y que ayer arrancaron la campaña electoral con una asamblea en la plaza de la Constitución, epicentro de las multitudinarias quedadas del 15M. Nada que ver con la estampa de ayer, con poco más de medio centenar de simpatizantes y más de una hora de retraso sobre el horario previsto.
Desde las ocho de la tarde y hasta las nueve y media pasadas -momento en el que recibieron a una sonriente cabeza de lista, Ysabel Torralbo- los impulsores de la candidatura recordaron que uno de los retos principales es «devolverle la capacidad de decidir a la ciudadanía, que es el verdadero origen de la democracia». La idea la enunciaba el número cinco de la lista, el abogado Oliver Roales, y también hizo referencia a ella la propia Torralbo, recién llegada de Madrid. Justo allí, y apenas unas horas antes, había compartido la malagueña escenario con las candidatas a las alcaldías de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, respectivamente. Las encuestas le dan a la líder de la PAH ventaja en la alcaldía de la ciudad condal, aunque para encuestas, la del CIS, que echa un jarro de agua fría a Podemos y lo relega a la tercera posición. Aunque no sea el caso de Málaga, donde la marca no se presenta, no deja de ser significativo el anuncio de retroceso del partido en pleno arranque de la campaña. Pero anoche no se habló de eso. Y sí, en cambio, de las «ganas» y la «ilusión» con la que Torralbo afronta una campaña «que mirará sobre todo a los barrios». Y a la Casona, faltaría más.
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