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Lucía Palacios
Domingo, 12 de junio 2016, 19:59
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«Las profesiones más tradicionales van a seguir existiendo pero de otra manera, ya que se tendrán que cualificar». Lo afirma Valentín Bote, director de Randstad Research y pone como ejemplo a los camareros, que habrán tenido que tecnologizarse.
Para Miguel Gómez Navarro, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea, «no hay profesión que esté en peligro de extinción sino que hay maneras de ejercer una profesión que están abocadas a desaparecer». Y justo la suya no se va a poder seguir ejerciendo de la misma manera. Su consejo es rotundo: «Hay que reinventarse y entender qué necesita el modelo productivo».
Lo que parece claro es que los perfiles de baja cualificación lo van a tener mucho más complicado para encontrar empleo por esa misma mecanización, sostiene Simon Dolan, profesor en Esade. Explica que en la agricultura y la industria de la automoción los robots ya están sustituyendo en muchos casos a los trabajadores. Hasta el punto de que según sus datos en las fábricas de coches solo un 20% del trabajo lo hacen personas .
Con los datos en la mano, los sectores que, a pesar del crecimiento, siguen a niveles muy bajos en cuanto a volumen total de vacantes son los de servicios jurídicos y legales, diseño y artes gráficas, así como administración pública, según el informe mencionado de Infojobs-Esade (véase gráfico adjunto). A su vez, el área de construcción e inmobiliaria, pese a que ha crecido de forma considerable en 2015 (53%), todavía sigue muy lejos de los niveles previos a la crisis; a día de hoy apenas supera las 12.000 vacantes, frente a las más de 21.000 que generaba en 2008.
Parece claro que todos los puestos que se destruyeron en este sector con la crisis no se van a poder recuperar. Hoy hay apenas un millón de ocupados frente a los 2,3 millones de 2008, según datos del Ministerio de Empleo. Algo parecido le pasa a la agricultura, sector que en mayo de 2016 tenía 1,1 millones de trabajadores frente a los 1,2 millones de 2008.
La industria también ha pasado de emplear a 2,6 millones de personas en 2008 a poco más de 2,1 millones en 2016. El sector que crece de forma imparable, con crisis o sin ella, es el de los servicios (especialmente los ligados a consumo y turismo): más de 13,2 millones de ocupados en la actualidad, 125.000 más que en 2008.
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