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Varios pensionistas charlan en una calle de Ronda (Málaga). Jon Nazca (Reuters)
Más tiempo trabajando… y seguramente para cobrar menos al jubilarse

Más tiempo trabajando… y seguramente para cobrar menos al jubilarse

Distintos informes aventuran un futuro complicado para este tipo de prestaciones mientras el Parlamento sigue sin alcanzar un consenso para su nueva reforma

A. Botija

Madrid

Martes, 26 de diciembre 2017

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Los españoles viven ya, como promedio, 83 años de edad -las mujeres incluso rozan los 86-, una noticia positiva aunque, al mismo tiempo, implica un doble reto: para la Administración en políticas de gasto público a fin de asegurar que esa vejez esté acompañada de una pensión ‘digna’, y para los propios jubilados con el objetivo de tratar de evitar llegar a los últimos años de su trayectoria con demasiadas apreturas. Y es que, salvo giro sorpresivo en las estimaciones de la mayoría de los expertos, parece claro que las pensiones del futuro serán probablemente inferiores a las actuales, al menos en relación al coste de la vida y en términos medios.

El último informe sobre este tema elaborado por el club de las economías mundiales más desarrolladas, la conocida OCDE, estimaba que en el horizonte de 2050 en España más del 40% de la población superaría la franja de los 65 años -la que hasta la anterior reforma del sistema era la edad de jubilación- e incluso el 15% rebasaría los 80 años. Eso supondrá duplicar los niveles que se registraban en 2015, el último año del que la organización ha ofrecido datos armonizados de todos sus Estados miembros. Será, asimismo, la segunda ratio más alta de esos países, solo por detrás de Japón y seguida de cerca por Corea del Sur.

¿Sabes cuánto tendrás de pensión cuando te jubiles?:

La OCDE promete continuar con las reformas en el sistema de pensiones que, entre otras cosas, permitan acompasar el modelo de gasto con la pervivencia de las mismas. Es una de las cuestiones que se llevan debatiendo desde principios de año en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, pero sin que hasta la fecha se haya alcanzado un consenso ni se espere a corto plazo. La última idea que maneja el Gobierno para discutir con la oposición es no crear un impuesto específico para sufragar parte de esas pensiones –al contrario de lo que piensan algunos partidos- y cargar el desfase del sistema a los Presupuestos del Estado. Eso, en la práctica, supondría ajustar más el gasto y/o probablemente elevar ingresos, lo que a su vez podría generar una subida indirecta de la carga fiscal subiendo tributos que ya existen.

Ante este escenario, la preocupación de los españoles por su futuro y cuánto dinero les corresponderá en su retiro laboral va en ascenso. Así, prácticamente nueve de cada diez (el 87,3%) asume ya que sus pensiones serán más bajas, o bien perderán poder adquisitivo en relación al incremento del coste de la vida. El dato aparece en un reciente informe del Instituto SantaLucía sobre los hábitos de ahorro en un país donde también la gran mayoría de los encuestados (casi el 82%) da por sentado que la edad de jubilación seguirá aumentando de forma progresiva por encima de los 67 años que estipula la última reforma.

Riesgos para el sistema

Es la consecuencia, coinciden, de las debilidades de un sistema de la Seguridad Social que en los últimos años se ha visto cada vez más lastrado, de cara a su sostenibilidad, por distintos factores. El principal, conforme al criterio de los encuestados, se debe a la baja calidad del empleo por la elevada temporalidad y los salarios reducidos, que para más de dos tercios de los españoles (68,4%) son la gran amenaza. Casi las mismas (66,3%) destacan al paro y seis de cada diez (59,4%) ven el gran reto en el envejecimiento de la población, mientras que un 48,6% atribuye muchos de esos males a la economía sumergida y las cotizaciones que resta.

Cuatro de cada diez (el 42,2%) apuntan directamente a los propios políticos como responsables, ya que su falta de consenso en el seno del Pacto de Toledo no hace sino agravar aún más toda esa problemática. Por eso, un 63% de los encuestados vería una buena idea que las futuras reformas obligarán a las empresas a ofrecer planes de pensiones a sus empleados. Además, ocho de cada diez piden que se permita compatibilizar el 100% del cobro de una pensión con trabajar. Mientras tanto, hay casi unanimidad (el 95%) en que el Gobierno tendría que informar “de forma adecuada” sobre la pensión estimada que recibirá cada cotizante.

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