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Un empleado trabaja en una fábrica de SAIC en Shanghái. Aly Song (Reuters)
China asalta el poder en el mundo del automóvil

China asalta el poder en el mundo del automóvil

Se estima que tendrá el mismo volumen que Estados Unidos y la Unión Europea juntos

COLPISA / AFP

Miércoles, 25 de abril 2018, 01:45

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China, que acoge en el Salón del Automóvil de Pekín a la industria mundial automotriz a partir del miércoles, está emergiendo como la primera potencia del sector y el país donde se inventa el vehículo autonómo y conectado del futuro.

En febrero, el fabricante chino Geely, propietario de la sueca Volvo, se convirtió, ante la sorpresa general, en el primer accionista de la alemana Daimler (empresa matriz de Mercedes-Benz), líder mundial de la alta gama y monumento de la historia automóvil. Tomar casi el 10% del capital simboliza un aumento de potencia.

«China está haciéndose con el liderazgo mundial de la industria automóvil y se distanciará de Europa y América», considera Ferdinand Dudenhöffer, director del Center Automotive Research (CAR), ubicado en Alemania.

El activo más obvio de China es el tamaño de su mercado, el más grande del mundo de lejos, con una brecha que sigue ampliándose con respecto a Estados Unidos, relegado al segundo puesto.

En el año 2000, el mercado chino estaba en fase embrionaria, con poco más del 1% de las ventas mundiales de vehículos nuevos. En 2017 ,su parte aumentó hasta casi un 29% y aumentará a más de un tercio de las ventas en los próximos años, según CAR. En el mismo periodo, la parte de Estados Unidos ha variado del 35 al 20%, con unas previsiones de 16% para 2025. Con 28,9 millones de vehículos vendidos el año pasado y un crecimiento sostenido, China debería tener el mismo volumen que Estados Unidos y la Unión Europea juntos.

El gigante asiático ha desarrollado rápidamente su industria acogiendo las inversiones de los fabricantes extranjeros, al tiempo que los obliga a cooperar con actores locales en empresas conjuntas de las cuales no pueden tener más del 50%. Pekín acaba de comunicar el fin progresivo de este lastre, síntoma de que el país es ahora lo suficientemente fuerte como para enfrentar la competencia extranjera. Las compañías locales chinas ya están ganando parte de la tarta en el mercado nacional. Y se están preparando para conquistar el mundo.

«De aquí a 2025 viviremos con los fabricantes chinos lo que ya hemos experimentado con los coreanos», su llegada a los mercados americano y europeo, «pero todavía más masiva, con vehículos de calidad, automóviles eléctricos», dice Dudenhöffer.

Además de sus grandes fabricantes como SAIC, socio de Volkswagen y General Motors, o Dongfeng, socio de Renault, Nissan o PSA (de quien es el primer accionista), China cuenta con un vivero de 'start-ups' automóviles, como Lynk & Co, NIO o FMC. A la cabeza ya en los vehículos eléctricos, «China quiere convertirse en el líder mundial de las tecnologías de transporte del siglo XXI, incluidos los automóviles conectados y autónomos (...). Piensa hacerlo en cinco o diez años», explica Bill Russo, director de la consultora Gao Feng Advisory.

El país no tiene nada que envidiar a Estados Unidos en materia de empresas innovadoras: Baidu, Tencent o Alibaba en internet, Catl, primer fabricante mundial de baterías, Huawei, líder de telecomunicaciones, Didi, el 'Uber chino'...

Los chinos tienen «a la vez mastodontes de la producción automóvil y gigantes de altas tecnologías», explica Guillaume Crunelle, responsable automóvil en Deloitte. Su ecosistema es incluso «mejor que el de Silicon Valley», opina Dudenhöffer, según el cual los accidentes de vehículos autónomos en Estados Unidos frenarán la innovación en un momento en que China acelera. Para él, Europa ya está desenganchada.

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