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Billetes de euro.
Las empresas baten récord en emisiones de deuda en 2015

Las empresas baten récord en emisiones de deuda en 2015

En enero y febrero, las compañías españolas han colocado 37.800 millones, el doble que hace un año

José María Camarero

Sábado, 7 de marzo 2015, 08:27

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El mercado de deuda corporativa comenzó a calentarse a principios de año, pasó por su mejor momento a finales de enero y no parece que la alegría vaya a parar. Las empresas españolas han aprovechado la intervención del Banco Central Europeo (BCE) para utilizar una herramienta de financiación que tuvieron aparcada durante varios años, hasta finales de 2014: la emisión de deuda. Consiguen dinero de forma ágil, a un precio barato y saben que los inversores quieren comprar los bonos, pagarés o cédulas que lanzan al mercado. Los créditos, aún costosos, con más requisitos y sin tanta facilidad para conseguirlos, pierden terreno para financiarse.

En los dos primeros meses del año, empresas han emitido 37.800 millones de euros en deuda, según los datos de Bolsas y Mercados (BME). Es casi el doble de lo que lanzaron entre enero y febrero del año pasado. En lo que va de año, más de 28.200 millones corresponden a bonos; 5.400 a pagarés; y 4.300 a cédulas. A esta lista de emisiones se suma cada semana alguna gran corporación. Una de las últimas, del Popular, por 500 millones de euros, siguió a las de Iberdrola (600 millones), Gas Natural (500), Telefónica (850) Aunque muchas de ellas se realizan en otras plazas bursátiles europeas.

El apetito del inversor por adquirir deuda de las empresas es tan relevante que muchas compañías se han estrenado en este tipo de operaciones. Por ejemplo, por primera vez en su historia, El Corte Inglés ha optado por esta fórmula. El grupo de distribución presidido por Dimas Gimeno lanzó una primera emisión de 500 millones a finales de 2014. Y ante el éxito de la operación, puso en el mercado otros 100 millones. En ambos casos, con un interés del 3,87%, a siete años.

Algunas sociedades públicas tampoco han desaprovechado la oportunidad. Adif, la empresa que gestiona las redes y estaciones de ferrocarriles, emitió a finales de enero un paquete de bonos por valor de 1.000 millones de euros. Lo hizo con una demanda de los inversores que superó los 2.000 millones. Gracias al éxito de la operación, podrá financiar parte de sus proyectos en Alta Velocidad, prevista en más de 3.500 millones de euros. A mediados de febrero, otra corporación pública como el Canal de Isabel II, que gestiona el agua en la Comunidad de Madrid, emitía 500 millones en bonos, con un interés del 1,68% a 10 años. Supondrá un ahorro de 13 millones de euros con respecto a la financiación bancaria tradicional.

Las empresas, tanto privadas como públicas, siguen la estela del Tesoro, con la seguridad de que es la propia Administración la que más productos vende en el mercado y a un precio muy competitivo. Si al Estado le va bien, a las empresas ¿por qué no? Esta misma semana, el Tesoro ha colocado 9.000 millones en bonos a 15 años a través de una emisión sindicada (en la que participan grandes inversores con quienes se ajusta el precio), que es extraordinaria porque no estaba prevista en el calendario oficial. En enero, el Estado conseguía otros 7.000 millones por esta misma vía.

Intereses en mínimos

Por las Letras a 3 meses, ya prácticamente no paga un euro. Por el bono a 10 años, un 1,5%, frente a un interés que se situaba en el 3,5% un año antes. Aquí está una de las claves de por qué las empresas prefieren emitir deuda en estos momentos antes que usar otras vías más costosas, como los préstamos.

Los analistas recuerdan que la evolución de la deuda corporativa española se encuentra estrechamente ligada con la de la pública. «Los tipos de financiación de las empresas dependen de los tipos de interés oficiales y también de la calidad crediticia de cada entidad, pero la primera parte es fundamental», recuerda Victoria Torre, responsable de Análisis y Producto de Self Bank. Por eso, las compañías no solo han acudido al mercado a financiarse para obtener más capital.

Aún no nos encontramos ante las excelentes condiciones de financiación de 2007, «pero sí estamos muy cerca», explica Félix López, de ATL Capital. Antes de la crisis, con tipos medios de interés al 3%, las empresas asumían un coste del 3,25% por su deuda. Ahora, con unos tipos al 0,5%, se paga un 1,1%, con un diferencial de medio punto sobre el coste del dinero. «Ese spread puede reducirse unos 10 o 15 puntos básicos», anticipa Félix López.

Estas cifras contrastan con las de los intereses que se pagan por los créditos bancarios, a pesar de que también se han reducido considerablemente en los últimos meses. El tipo medio para los préstamos de más de un millón de euros a cinco años se encuentra cerca del 3%, según el Banco de España. «Las compañías prefieren acudir a los mercados frente a la banca, algo completamente diferente a lo que venía ocurriendo en los 30 últimos años», explica Félix López.

La marca España también está condicionando la evolución de la deuda de las empresas. Hasta hace pocos meses, las compañías se veían penalizadas por los inversores por el hecho de ser españolas. Pero ahora, la situación ha girado 180 grados. «Con el cambio de mentalidad inversora con respecto a nuestra deuda, las empresas tienen un plus de atractivo por ser españolas y no un componente negativo como antes», explica Javier Urones, analista bursátil de XTB.

A medida que ha ido disminuyendo la prima de riesgo, el interés exigido a las empresas también lo ha hecho. «Si a eso sumamos que las propias compañías han mejorado sus cifras, la reducción de los intereses aún es más drástica», indica Urones. Este experto recuerda que muchas sociedades tenían una deuda insoportable hace poco tiempo, pero que han realizado un proceso de reestructuración que hace más digerible la que ya tenían en sus balances. Pero también permite la emisión de nueva deuda en niveles mucho más aceptables.

Por estos mínimos costes, los analistas coinciden en señalar que es el momento óptimo para emitir. «Las rebajas de dinero han sido utilizadas por las compañías para financiarse a largo plazo», explica Gonzalo Ramírez Celaya, director de Renta Fija y Estructurados de Tressis. Y anticipan que estos costes se acortarán con el paso del tiempo, al menos durante este año.

Bajo el paraguas del BCE

Lo veremos a partir de mañana, cuando el BCE ponga en marcha las medidas anunciadas en enero. «Se puede emitir más barato que en 2014 y sí se espera que lo hagan más barato en los próximos meses», afirma Álvaro Bergasa, director de mercado de Capitales de Banca March.

El BCE tiene mucho que decir en todo este proceso. «Debería proporcionar un fuerte viento de cola para el crédito en euros durante este año», indican desde Robeco. Para Álvaro Bergasa, «el contexto no puede ser más favorable».

Este analista anticipa que las compras masivas de deuda confirman que «el apetito por el riesgo corporativo se incrementará entre los inversores, y disminuirá la rentabilidad para estas nuevas emisiones».

Estas compras masivas «reducirán aún más los tipos», según sostiene Gonzalo Ramírez Celaya. Y también darán pie a conseguir financiación «por debajo de los tipos de finales de 2014». Eso sí, siempre que se suavicen las incertidumbres geopolíticas que han acechado a la economía europea durante las últimas semanas.

El único pero que se puede indicar ante esta fiesta inversora por adquirir deuda es la escasa repercusión que estas operaciones tienen en las pymes. Porque la mayoría siguen financiándose a tipos más elevados que las grandes corporaciones. «Para una empresa pequeña es imposible emitir deuda al 1,75%, por ejemplo», recuerda Félix López. Muchas de estas sociedades están pagando intereses de hasta el 8% a pesar de la reducción del precio del dinero en la zona euro.

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