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Lagarde: «En una guerra comercial no hay vencedores»

D. VALERA

MADRID.

Viernes, 20 de abril 2018, 00:20

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Los tambores de guerra comercial preocupan en el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo considera que las medidas proteccionistas adoptadas por EE UU -como los aranceles a la importación de acero y aluminio- dirigidos especialmente contra China y la respuesta del gigante asiático son un riesgo para la economía mundial. Por ese motivo, la responsable del FMI, Christine Lagarde, advirtió ayer que si se produce una dinámica de escalada de aranceles y barreras comerciales «no habrá vencedores de ese enfrentamiento».

En una intervención durante el encuentro de primavera que organiza la institución junto al Banco Mundial hizo un llamamiento para no poner en peligro la recuperación poniendo trabas al comercio y la inversión. Dos elementos que definió como «motores» del crecimiento. En este sentido, la máxima dirigente del Fondo Monetario recordó que los intercambios comerciales han permitido «el progreso» para millones de personas. Un escenario que ahora se está cuestionando y que, en su opinión, podría tener consecuencias muy negativas. Por ese motivo pidió a los gobiernos alejarse de las tentaciones proteccionistas.

Así, Lagarde dejó claro que una guerra comercial entre las dos principales economías del planeta tendría un impacto «en todos los países» dada la enorme interconexión que implica un mundo tan globalizado. En cualquier caso, la directora gerente del organismo señaló que los efectos directos sobre el PIB global de un enfrentamiento de estas características no sería «sustancial» a corto plazo, pero provocaría una «erosión generalizada de la confianza» que tendría consecuencias directas en las inversiones.

Lagarde recordó que el organismo prevé un crecimiento de la economía mundial del 3,9% este año y también el próximo. Sin embargo, advirtió de que existen numerosas incertidumbres. «Aunque el sol siga brillando, hay nubes que ya se definen en el horizonte», señaló. Y entre esos peligros el más preocupante es el de la guerra comercial. Pero también la elevada deuda pública de muchos países, que los hace vulnerables ante nuevas turbulencias.

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