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La inversión estatal en las autonomías sube un 15% tras los recortes de 2017

La mayoría irá a obra pública, con las alzas más grandes en País Vasco y Castilla-La Mancha, pero habrá descensos en Navarra y La Rioja

J. A. BRAVO

MADRID.

Miércoles, 4 de abril 2018, 00:24

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Será porque son los primeros presupuestos expansivos del Gobierno, o porque en la primavera de 2019 habrá elecciones autonómicas y municipales, pero el caso es que el Gobierno ha decidido abrir el grifo de la inversión real en las comunidades, aunque aún lejos de los niveles previos a la crisis. En 2018, si logra que sus cuentas pasen el rubicón parlamentario, aumentará un 15,4% hasta alcanzar los 15.901 millones de euros. Claro que también se viene de otro ejercicio de recortes generalizados en este ámbito.

De hecho, apenas hay cambios entre territorios en la proporción de recursos que reciben sobre el total regionalizable, lo cual suscitó ayer mismo las quejas desde Cataluña. Allí, como en otras autonomías, reclaman que la inversión estatal sea proporcional al peso que tienen en el Producto Interior Bruto (PIB) español (en su caso, el 19,2% frente al 13,3% actual). La Junta de Andalucía, por su parte, tachó de «timo» la dotación para su región, al recordar que hace un año sufrió un «hachazo del 36%» y ahora aumenta un 24%, «con lo que en el mejor de los casos tampoco cumple con nosotros».

Aún así, Andalucía (1.653 millones) y Cataluña (1.359 millones) son las comunidades que más inversión recibirían este año desde el Estado de aprobarse los nuevos Presupuestos. La tercera en el escalafón sería Madrid (1.252 millones), seguida de Castilla y León (1.024 millones). Un escalón por debajo de los 1.000 millones aparecen ya Galicia (979 millones), Canarias (839), Comunidad Valenciana (casi 793), Castilla-La Mancha (628) y País Vasco (509).

Habrá 8.487 millones para infraestructuras, el 70% destinado a las redes de AVE y carreteras

La lectura cambia si atendemos solo a la evolución interanual del dinero empleado desde el Estado en cada territorio, pues incluso dos tendrían recortes. Son Navarra (prácticamente un 30% de caída) y La Rioja (-16%), que también ocupan los últimos lugares en términos absolutos con solo 56 millones y otros 63 millones, respectivamente.

Desde el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas lo justifican en que los descensos se deben «a la finalización de los proyectos de inversión en marcha», algo que también ocurre con Ceuta (-7%). Asimismo, el equipo de Cristóbal Montoro explicó que más allá de esa inversión regionalizable -11.224 millones previstos para 2018, un 17,4% más que el curso anterior, en contraste con el ajuste medio del 22% registrado en 2017-, hay otra partida igualmente importante que no es separable por comunidades -4.645 millones, un 10,8% más- aunque también repercute en ellas. Por ejemplo, la adquisición de nuevos trenes para la operadora ferroviaria Renfe o buena parte de las obras de remodelación en los aeropuertos.

También sería el caso del coste final del rescate de las nueve autopistas de peaje en concurso de acreedores, de las que el Estado ya ha asumido la gestión de cinco. El Gobierno estimaba en un principio que la factura a pagar rondaría los 2.100 millones, pero sin contar su responsabilidad patrimonial ni otros costes por hasta 2.300 millones más.

Espera ingresar, no obstante, un «máximo ideal» de 1.000 millones por volver a licitarlas a finales de este año, junto a otros 400 millones por recuperar las fianzas que prestaron constructoras y concesionarias al hacerse con los contratos. Precisamente por las dudas generadas, Hacienda ha decidido cargar el coste final al Fondo de Contingencia, además de tener un impacto todavía no cerrado en el déficit público.

La etapa precrisis, aún lejos

Dentro del montante total de inversión real, gran parte corresponde a infraestructuras con 8.487 millones de euros. Es un ascenso del 12,7%, aunque también aquí muy alejado del dinero de que disponía, por ejemplo, el Ministerio de Fomento antes del estallido de la crisis económica. Así, en 2008 fueron 28.333 millones, frente a los 8.908 de 2018.

Volviendo a las cifras para este curso en obra pública, siete de cada diez euros se destinarían a potenciar las redes de alta velocidad ferroviaria y también carreteras. En estas últimas entrará parte de la financiación del Plan Extraordinario por valor de 5.000 millones que Fomento iniciará «en los próximos días» con la licitación de los dos primeros contratos en Murcia y Alicante.

En cualquier caso, el rey del presupuesto en este Ministerio volverá a ser el AVE, con 3.009 millones, un tercio del total. La mayor parte irá a los corredores del Mediterráneo (923 millones) y Galicia (757 millones, casi el mismo dinero que se dedicará a todos los aeropuertos). Asimismo, habrá una inversión «récord» en el ferrocarril de cercanías (576 millones), recibiendo este sector casi un 26% más de recursos.

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