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El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
La presión fiscal sobre el trabajo en España supera la media de la OCDE

La presión fiscal sobre el trabajo en España supera la media de la OCDE

En 2016 se situó en el 39,5%, computando IRPF y cotizaciones sociales, frente al 36% de la organización

David Valera

Martes, 11 de abril 2017, 18:12

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La carga fiscal que soportan los salarios en España es superior a la media de la OCDE. Así, en 2016 se situó en el 39,5% sumando tanto el IRPF como las cotizaciones sociales del trabajador y el empleador y en el supuesto de trabajadores solteros sin hijos. Sin embargo, la media de la OCDE se situó en los 36%, según datos proporcionados este martes por el organismo que aglutina a las economía más desarrolladas del mundo. Esta diferencia de 3,5 puntos se mantiene respecto a la registrada en el año anterior.

Pese a la rebaja fiscal del Gobierno la carga sobre los trabajadores sigue por encima del nivel precrisis. En 2008 se situó en el 38% y se elevó de forma paulatina en los siguientes ejercicios debido al alza del IRPF durante esos años para compensar el desplome de los ingresos y poder reducir el déficit público.

Sin embargo, si se compara la tasa de España con la de otros países del entorno la presión es significativamente menos intensa. Así, la carga más elevada que soportan los salarios se da en Bélgica (54%). Pero también países como Alemania (49,4%), Francia (48,1%) o Italia (47,8%) soportan presiones más elevadas. Por contra, en EE UU (31,7%), Reino Unido (30,8%) o Suiza (21,8%) se encuentran en los niveles más bajos, aunque es Chile el país en el que la carga fiscal sobre el trabajo es más baja (7%).

La carga impositiva para un trabajador con hijos puede ser menor que para un trabajador con los mismos ingresos sin descendientes, ya que muchos países de la OCDE proporcionan beneficios a las familias con hijos a través de deducciones o exenciones. Para este supuesto en España la presión sobre el salario se reduce seis puntos hasta el 33,8%. Sin embargo, es un descenso inferior al de la media de la OCDE y que casi alcanza diez puntos hasta dejar la carga fiscal en el 26,6%.

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