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La necesidad de conciliación ha aumentado el teletrabajo en los últimos años. :: a. g.
La conciliación dispara el trabajo desde casa

La conciliación dispara el trabajo desde casa

Cada vez más empleadores ofrecen esta posibilidad, que aumenta la productividad y la flexibilidad horaria

ALBERTO GÓMEZ

Lunes, 20 de marzo 2017, 17:26

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MÁLAGA. La conciliación entre el trabajo, el ocio y la vida familiar es una de las grandes asignaturas pendientes en materia laboral. Trabajar desde casa puede ser una solución a este eterno problema, pero también puede convertirse en una fuente de conflictos personales y profesionales si no existe una planificación adecuada. Cada vez más empleadores, desde grandes compañías a 'startups' e incluso instituciones públicas, promocionan esta opción para otorgar a sus trabajadores mayor flexibilidad y libertad y, a la vez, ahorrar costes. El sistema aún no se ha implantado en España con la misma fuerza que en otros países pese a que arrastramos la menor productividad de Europa; somos los que más tiempo pasamos en la oficina pero quienes peor lo aprovechamos.

En la actualidad, cerca del 60 por ciento de los empleos sólo necesita un ordenador y un teléfono móvil, pero las jornadas laborales siguen alargándose entre cafés y desayunos, consultas a las redes sociales y conversaciones informales con los compañeros de oficina. Las empresas afrontan un proceso de reconversión que incluirá, de forma inevitable, una mejor distribución del tiempo de trabajo, pero ese objetivo depende en gran medida de los propios empleados. En casa, el trabajo se realiza por objetivos y no por horarios, una fórmula infalible para economizar el tiempo.

Sistema

Este sistema va cobrando fuerza por todo el mundo. Argentina ya cuenta con una Dirección General de Teletrabajo y Colombia tiene un programa gubernamental creado en exclusiva para tratar este asunto. La sede japonesa de Toyota envió el verano pasado a 25.000 de sus 75.000 empleados a casa, y no por un despido masivo. La compañía de automóviles tuvo en cuenta tres aspectos para tomar esta medida: la conciliación familiar de los hombres, la reducción del absentismo entre las mujeres tras ser madres y la facilitación del tiempo a personas con padres mayores a su cargo, algo cada vez más extendido en Asia, donde los ancianos son venerados.

En España, sin embargo, el escenario es bien diferente. Sólo uno de cada nueve trabajadores tiene flexibilidad horaria en su trabajo, algo que complica la conciliación. El Estatuto de los Trabajadores se incumple de forma reiterada, tanto por empleadores como por empleados. Los trabajadores tienen derecho a quince minutos de descanso por trabajar más de seis horas al día y ha de pasar un tiempo mínimo de doce horas entre el final de una jornada y el inicio de otra. Por su parte, las empresas no pueden hacer que sus trabajadores pasen más de 40 horas a la semana en el trabajo: ocho horas al día y cinco días a la semana. El convenio colectivo permite ampliar la jornada laboral a nueve horas diarias siempre que se respete los tiempos de descanso. El incumplimiento generalizado de estas normas deja un escenario en el que resulta muy complicado combinar trabajo, ocio y vida personal.

La arquitectura, el periodismo, la publicidad, la enseñanza online, la contabilidad o el diseño son algunas de las decenas de campos donde sería posible instalar el teletrabajo, concentrando la mayor parte del tiempo desde casa y con desplazamientos puntuales a las oficinas u otros lugares necesarios para el desempeño de la labor profesional. Entre los beneficios para la empresa destacan la disminución de costes de instalaciones, de consumo de energía y de medios, pero sobre todo una mayor productividad. Por su parte, los empleados asumen algunos costes como la luz pero reducen otros como la gasolina, además de ganar tiempo y libertad.

Pero el trabajo desde casa también tiene sus inconvenientes. La aparición de los hijos del profesor Robert Kelly en pleno directo con la BBC mientras se abordaba la destitución de la presidenta de Corea del Sur supone un ejemplo de cómo trabajo y vida familiar pueden acabar interfiriendo mutuamente. La organización del tiempo, la buena previsión de comunicaciones (como llamadas telefónicas o la recepción de visitas) y la planificación por objetivos resultan básicas para que el teletrabajo no acabe convirtiéndose en un quebradero de cabeza.

El año pasado, por primera vez, el Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte registraba la extensión del teletrabajo, en auge gracias a la robotización del sector de los servicios y la popularización de la banda ancha: el 43 por ciento de las empresas la ofrece a sus empleados, pero solo un 7 por ciento del total da a toda su plantilla la posibilidad de trabajar desde casa. Además, ocho de cada diez empresas del sector tienen a algún empleado que trabaja fuera de la oficina. El sector de la banca y finanzas es el más reacio, probablemente por razones de seguridad.

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