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¿Qué ocurre con mis ahorros en el Popular? ¿Y con mis acciones?

¿Qué ocurre con mis ahorros en el Popular? ¿Y con mis acciones?

La compra del Popular de manos del Banco Santander ha encendido todas las alarmas entre los clientes, accionistas y bonistas de la entidad presidida por Emilio Saracho

JOSÉ MARÍA CAMARERO

Miércoles, 7 de junio 2017, 10:07

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La compra del Popular de manos del Banco Santander ha encendido todas las alarmas entre los clientes, accionistas y bonistas de la entidad presidida por Emilio Saracho, después de varias semanas en las que la incertidumbre se ha ido incrementando de forma exponencial. Con la intervención del Mecanismo Único de Resolución (MUR) europeo, la liquidación del banco -que pasa a manos del grupo presidido por Ana Botín- supone por primera vez la aplicación de la normativa comuninataria en materia de rescates bancarios. Así podrán respirar tranquilos, en unos casos, o verse perjudicados, en otros, tras esta decisión.

-Clientes con ahorros en depósitos. Se trata del colectivo que puede estar más tranquilo tras la adquisición de su banco por parte del Santander. Los ahorros que se encuentren en depósitos o cuentas bancarias corrientes -a la vista, o en cualquier modalidad- están garantizados legalmente hasta los primeros 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Esta protección, que se amplió desde los 20.000 euros iniciales establecidos hasta el año 2008, se activaría en caso de que la entidad no pudiera hacer frente a esos activos. Pero no es el caso. Con la absorción del Santander, las cuentas y los productos de ahorro seguirán funcionando con normalidad como hasta ahora, incluidos aquellos que se encuentren por encima de esa cantidad. No hay riesgo de liquidez. En cualquier caso, los clientes del Popular deben revisar los contratos de los productos con los que cuentan para asegurarse de que, efectivamente, se trata de productos de ahorro y no de otro tipo de activos complejos donde se pueden mezclar los clásicos depósitos con fondos de inversión u otras herramientas del mercado, como los estructurados. En estos casos, no se trata de un depósito al 100% y, por tanto, no cuentan con esa garantía, aunque no esa circunstancia no implica por ahora ningún riesgo. Se trata de modalidades que, como en el caso de los fondos de inversión, los planes de pensiones, su evolución dependen del mercado sin que su futuro se pueda ver afectado por esta operación.

-Los accionistas lo pierden todo. Aquellos inversores que tuvieran títulos del Popular verán cómo sus acciones desaparecen del mapa bursátil. Es la peor consecuencia de la adquisición del banco por parte del Santander por apenas un euro. Bruselas ha confirmado que las pérdidas asociadas a la entidad por esta operación han sido "totalmente absorbidas" por los accionistas. Hasta ayer, la capitalización bursátil del Popular se encontraba en los 1.300 millones de euros, distribuidos entre aproximadamente 420 millones de títulos, a razón de 31 céntimos de euro por cada uno de ellos. Los accionistas minoritarios eran aproximadamente unos 250.000, que lo perderán todo. De hecho, eran unos 167.000 los pequeños inversores que tenían depositados en acciones hasta 1.000 euros, como máximo.

La distribución del accionariado del Popular se distribuía entre un 79,1% cotizando en la Bolsa. Por su parte, el consejo de administración del grupo tenía el resto repartido de la siguiente forma: un 9,5% la Sindicatura de Accionistas; un 4,1% el grupo de 'accionistas mexicanos'; un 3,9%, Credit Mutuel; y un 3% el grupo Allianz. Precisamente la semana pasada el fondo BlackRock redujo su participación del 4% al 1,7%, a tenor de cómo estaba evolucionando la cotización del grupo.

-Los tenedores de deuda, también perjudicados. Junto a los accionistas, aquellos inversores que tuvieran en sus carteras deuda del Popular habrán perdido sus inversiones. En general, se trataría mayoritariamente de grandes firmas internacionales que habían asumido deuda del grupo en los últimos meses o años a través de instrumentos como los 'cocos' o deuda subordinada. En concreto, el capital en cocos -bonos convertibles contingentes- ascendía ayer a a 1.263 millones y a 636 millones en deuda subordinada.

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