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La junta, en la que estuvo representado el 89,18% del capital del banco, estuvo presidida por la cúpula directiva de Unicaja Banco encabezada por Manuel Azuaga (centro).
Así será el sprint de Unicaja para salir a Bolsa

Así será el sprint de Unicaja para salir a Bolsa

Desde el momento en que anuncie su salida, la entidad tendrá un mes para recabar ofertas de inversores y determinar el precio al que podrá vender sus acciones

Nuria Triguero

Jueves, 27 de abril 2017, 00:47

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En la nueva etapa que está próxima a iniciar Unicaja Banco habrá que acostumbrarse a los anglicismos. El lenguaje que se utiliza en los mercados bursátiles está plagado de términos y expresiones en inglés que ya manejan con soltura los directivos de la entidad malagueña. Por ejemplo, el auténtico pistoletazo de salida de la operación lo marcará el Intention To Float (ITF), que es como se conoce el anuncio oficial de una empresa de su intención firme de salir a Bolsa. El momento para hacerlo lo determinará la propia entidad, aconsejada por sus bancos asesores, en función de la coyuntura del mercado: la clave es detectar la ya famosa ventana de oportunidad.

A partir de dicho anuncio se abrirá un plazo de un mes, día más o menos, dedicado fundamentalmente a la prospección de demanda. Aunque a principios de año se habló de que directivos de Unicaja se habían embarcado en un roadshow internacional para presentar la entidad a inversores, aquello en realidad consistió en una serie de reuniones para sondear el mercado; el roadshow propiamente dicho se realiza en ese sprint final de treinta días antes de la salida a Bolsa. Durante los primeros quince días de ese mes el sindicato colocador (como se conoce a las entidades que ayudan a Unicaja en la operación) elaborará informes que presentará en visitas presenciales a inversores institucionales nacionales y, sobre todo, internacionales. En la segunda quincena, serán ya los propios directivos de la entidad quienes cogerán aviones para convencer a los responsables de fondos de inversión y de pensiones entre otros de la conveniencia de acudir a la ampliación de capital.

Durante este mes previo a la salida a Bolsa se produce lo que se conoce como book building. Es un proceso por el cual la entidad va recibiendo ofertas futuras o propuestas de compra de sus acciones por parte de los inversores. El administrador del libro debe apuntar todas las órdenes que cumplan con los criterios definidos por el emisor. En función de la información recibida en esta fase se fjiará cuál es el precio inicial de las acciones de Unicaja Banco. El mínimo está claro: su valor nominal, que es de un euro. Pero ¿cuál es la expectativa de la entidad? Lógicamente, alcanzar el mayor valor posible. Su objetivo será, pues, situarse más cerca de la cotización que alcanzan Bankia o Caixabank (en torno a una vez su valor contable) que de la que tienen bancos regionales como BMN o Liberbank (por debajo de 0,5 veces su valor en libros). De esta horquilla dependerá a su vez cuánto dinero capte Unicaja Banco con la ampliación de capital: el mínimo son los 625 millones de euros que suma el valor nominal de las acciones; el máximo lo determinará la prima de emisión que alcancen dichos títulos. ¿Y cuáles son las bazas con las que cuenta la institución para venderse como una buena inversión? La previsión casi unánime que los tipos de interés suban a partir de 2018, la senda alcista del sector financiero en Bolsa y algunas cualidades de su modelo de negocio como su alta calidad crediticia, su solvencia, su liquidez y su posición de liderazgo en los mercados locales donde opera.

Toque de campana

En la víspera de su estreno bursátil será cuando Unicaja Banco coloque esas 625 millones de nuevas acciones mediante una oferta pública de suscripción dirigida exclusivamente, como ya se ha mencionado, a inversores institucionales. Una vez suscrita la ampliación de capital, al día siguiente todas las acciones de la entidad las nuevas y las antiguas serán admitidas a cotización en el mercado continuo: será el momento del tradicional toque de campana en la Bolsa de Madrid. Esto no quiere decir que todas sus acciones pasen a estar en venta, sino que a partir de ese momento cualquier accionista de Unicaja desde la Fundación Bancaria hasta los grandes inversores institucionales, pasando por los antiguos preferentistas de CEISS podrá vender sus títulos en el mercado continuo si así lo desea. De ahí que haya miles de pequeños ahorradores en Castilla y León pendientes de la salida a Bolsa de Unicaja.

De hecho, darles liquidez a estos inversores es uno de los objetivos que se persiguen con esta operación. Otro es conseguir dinero para devolver los 604 millones de euros prestados por el Estado a su filial CEISS. Además, es una manera de ir reduciendo la participación de su principal accionista, la Fundación Bancaria Unicaja, como manda la Ley de Cajas. Y los responsables de la entidad señalan más ventajas a largo plazo en términos de acceso a financiación, solvencia, transparencia y buen gobierno.

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