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Blesa, en una imagen de archivo.
El precedente de Novacaixagalicia, otro golpe para las defensas

El precedente de Novacaixagalicia, otro golpe para las defensas

De confirmarse finalmente el fallo de las tarjetas ‘black’, lo que puede demorarse algo más de un año, hasta 33 de los 65 condenados podrían terminar entrando en prisión

José Antonio Bravo

Domingo, 26 de febrero 2017, 19:23

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El Tribunal Supremo, considerando el ritmo actual de trabajos de su Sala de lo Penal y el retraso acumulado, puede tardar algo más de un año en resolver los recursos contra la sentencia de las tarjetas black. En el caso de que terminara confirmándola, algo bastante factible a la vista de fallos anteriores, podrían entrar en prisión hasta 33 de los 65 condenados -entre todos suman casi 120 años de cárcel, que van desde un máximo de seis años para Miguel Blesa a un mínimo de tres meses para un exconsejero, y prácticamente 220.000 euros en multas, amén de 12 millones en indemnizaciones por las cantidades de las que se apropiaron-.

Hasta hace no mucho la práctica establecida en los tribunales era no encarcelar a los reos con penas de dos años o inferiores que no tuvieran antecedentes penales. Pero eso ya cambió, sobre todo con un caso que, en parte, puede compararse al de las black: el de las indemnizaciones millonarias que se autoconcedieron cuatro ex altos cargos de Novacaixagalicia (luego transformada en NCG banco y que hoy pervive dentro del grupo Abanca).

La Audiencia Nacional les impuso en primera instancia solo dos años de cárcel, condena que luego ratificó el Supremo aunque reprochando a sus colegas que hubieran sido demasiado blandos -«llamativa lenidad» fue la expresión que usaron-, al no ver esa pena «proporcional» a sus «actos de deslealtad» con la entidad «administrada».

Evitar la impunidad

El alto tribunal, de hecho, lamentó que al no pedirlo ni la Fiscalía ni las acusaciones, no hubiera podido aumentar esas condenas. Pero la Audiencia tomó nota y a mediados de enero ordenó su ingreso en prisión «en aras a evitar la impunidad» y porque su pena, de solo dos años, había sido tachada de «benévola».

Por eso, aparte de los 19 condenados de las black que normalmente irían a la cárcel si se confirman sus condenas de más de dos años, idéntico camino podrían seguir otros 14 que están justo en esa frontera.

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