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Sergio Corral lleva desde agosto del año pasado ejerciendo el cargo de director general de la Fundación Bancaria Unicaja.
«La Fundación debe ser flexible para adaptarse a las necesidades de la sociedad»

«La Fundación debe ser flexible para adaptarse a las necesidades de la sociedad»

«Tenemos la sensación de que podemos 'vender' mucho mejor lo que hacemos y vamos a trabajar en eso», asegura Sergio Corral, director general de la Fundación Bancaria Unicaja

NURIA TRIGUERO

Lunes, 23 de enero 2017, 12:05

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El nuevo director general de la Fundación Bancaria Unicaja es joven -40 años- pero veterano, pues empezó a trabajar en Unicaja a los 23 y allí ha desarrollado toda su carrera profesional. Economista de formación, pasó por diversos departamentos hasta que en 2004 se incorporó al Gabinete de Presidencia. En 2015 fue nombrado director de Gabinete Técnico y Eficiencia y en agosto del año pasado, Braulio Medel decidió que era la persona idónea para dirigir la fundación que él preside.

-¿Qué prioridades u objetivos le ha marcado el presidente de la Fundación?

-El reto primero está en hacer ver que la Fundación Bancaria Unicaja es mucho más que lo que todo el mundo veía como la Obra Social. La fundación bancaria ante todo es la máxima accionista de la entidad y por tanto, dentro de sus objetivos principales está la gestión eficiente de su participación. Así que, prioridades: que la gente conozca lo que es la fundación bancaria, ejercer eficazmente la vigilancia de nuestra participación financiera y gestionar una Obra Social que sea eficiente, socialmente visible y diversificada tanto geográficamente como por actuaciones: culturales, sociales, deportivas, asistenciales...

-En lo que se refiere a la Obra Social, ¿veremos un cambio de rumbo?

-Creo que el plan de actuación de la Fundación tiene que ser adaptable a las circunstancias y las necesidades de la sociedad en cada momento. Pero también es verdad que tenemos proyectos muy arraigados y una obra propia que condiciona parte del presupuesto: cinco colegios, tres residencias de mayores, cinco campus de verano, dos bibliotecas, tres centros culturales, dos museos, un equipo de baloncesto.... Ahora estamos al principio del ejercicio, en fase de estudio de propuestas. Diariamente se reciben solicitudes y visitas de muchas entidades públicas y privadas. Hay que estudiarlas y destinar los recursos, que son limitados, a los proyectos que sean más eficientes. Vamos a mantener proyectos que se estaban haciendo, a quitar otros y a rescatar cosas que se hacían antiguamente, como el certamen de artes plásticas, que tenía mucho prestigio y el presidente me dijo que había que retomarlo. También tenemos un plan para potenciar el Monte de Piedad. Y está nuestro proyecto de educación financiera, que desarrollamos en coordinación con Unicaja Banco y cada vez se expande más.

-¿Ha culminado ya la transición del antiguo modelo de caja de ahorros al nuevo de fundación bancaria?

-Sí. La ley daba un periodo de transición que terminó el pasado junio, cuando el presidente de la fundación y del banco pasó a serlo sólo de la fundación bancaria. A partir de ahí se puede decir que el nuevo modelo se consolida. Estamos en velocidad de crucero.

-¿Pueden estar tranquilos los malagueños de que en esta nueva etapa se va a preservar el alcance y el espíritu de la Obra Social?

-El presupuesto de la Fundación se ha estabilizado por encima de los 20 millones de euros y la idea es que se mantenga así. Tenemos ingresos propios que provienen del Monte de Piedad, los colegios, los campus y otras actividades; y después tenemos una entidad financiera detrás, muy solvente y rentable, que genera beneficios cada año y que nos hace llegar un dividendo.

-La ley que usted citaba también penaliza a las fundaciones que mantengan una participación mayor del 50% en una entidad de crédito. La Fundación Bancaria Unicaja controla el 86,7% de Unicaja Banco. ¿Hay un calendario para reducir esa participación?

-Efectivamente, hay una serie de requerimientos normativos que nos exigen de alguna manera bajar de esa participación y se están estudiando cuáles son las mejores opciones, pero hay un calendario amplio. Poco a poco se van viendo las condiciones de mercado y tomando las decisiones oportunas, siempre en contacto con los supervisores. Por otra parte, el hecho de que entren accionistas nuevos no hará que el funcionamiento de la Fundación o de la entidad cambie.

-La salida a Bolsa de Unicaja Banco no se produjo finalmente en 2016. ¿Hay ya fecha?

-Se están viendo las mejores opciones. Al final del año pasado se consideró que no era el mejor momento en base a datos objetivos. Yo creo que todo el mundo es razonable y ha entendido que no se haya salido. Era un suicidio.

-En cuestión de Obra Social, ¿cree que la Fundación Bancaria Unicaja debe venderse mejor, fijándose, por ejemplo, en la visibilidad que ha logrado Fundación La Caixa?

-Es cierto que la Fundación La Caixa se vende muy bien. Y también es cierto que nosotros hacemos muchísimas cosas: más de dos mil actuaciones con dos millones de beneficiarios al año. Tenemos la sensación de que podemos vendernos mucho mejor. De hecho, uno de los planes estratégicos que tiene la Fundación es implantar un plan de comunicación que permita que la sociedad visualice todo lo que hacemos, que es mucho más de lo que la sociedad conoce. El año pasado, por ejemplo, además de nuestra obra propia, colaboramos con 180 asociaciones en actuaciones de las que se beneficiaron 50.000 personas.

-¿Se van a potenciar las actuaciones en colaboración con otras instituciones?

-Nosotros hacemos nuestra obra propia de siempre y también obra en colaboración, que es una formula muy interesante. Yo creo que se llega a una potencialidad mucho mayor en colaboración con otras instituciones que si cada uno va por su lado.

-En el ámbito cultural hay quien se extraña de que Unicaja no tenga un centro cultural se referencia.

-Una de mis sorpresas fue conocer a fondo el María Cristina. Poca gente sabe que es la sala de conciertos con la primera o segunda mejor acústica de España. Pero además el edificio tiene un montón de despachos, una sala de conferencias para 70 u 80 personas... Tenemos el objetivo de potenciar la imagen y el uso de este edificio. Pero respecto a la cuestión que me plantea, le recuerdo que tenemos dos museos (el Joaquín Peinado de Ronda y el de Artes Populares en Málaga), tres centros culturales (Cádiz, Almería y Antequera), dos bibliotecas... tenemos un montón de centros culturales repartidos estratégicamente y con una actividad muy importante. Lo que pasa es que debemos venderlo mejor.

-Ha dicho antes que pueden abandonarse proyectos que venían haciéndose para poder abarcar otros nuevos. En este sentido, cuando cerraron algunos hogares del jubilado hubo protestas.

-Es que hay que elegir. El presidente muchas veces lo dice: el objetivo de una fundación como ésta es aportar a la sociedad cosas que no podría tener de otra manera. Y hay cosas que hace diez años se hacían y ahora ya no tienen sentido. Por ejemplo, antes no había mucha oferta universitaria en Málaga y los estudiantes se tenían que ir fuera, por lo que tenía sentido tener un colegio mayor en Madrid. Ahora hay universidades en cada provincia. Y los hogares del jubilado... pues si el ayuntamiento abre uno al lado del tuyo, no tiene sentido. Y también es cierto que la Fundación tiene que ser suficientemente flexible para adaptarte a las necesidades que surgen cada año en la sociedad. Y si tiene una obra propia muy voluminosa que consume mucho presupuesto, su capacidad de adaptarte se aminora.

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