La morosidad de la banca se reduce en junio a niveles de hace cuatro años

Paradójicamente, la morosidad de la banca firma en junio la cifra más baja en cuatro años, 9,44%, precisamente cuando, en ese mismo junio pero de 2012, pulverizaba su máximo histórico. Por aquella fecha registraba un por entonces exorbitante 9,42% de préstamos impagados y superaba el récord de 9,14% de febrero de 1994, cuando la intervención de Banesto le hizo subir hasta el nivel más elevado en una serie que el Banco de España instauró en enero de 1962. Y también fue precisamente en junio de 2012 cuando el Gobierno pidió asistencia financiera a sus socios europeos por hasta 100.000 millones para la recapitalización del sector, por lo que puede decirse que la tasa vuelve a niveles previos al 'rescate'.

Así, la morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y a empresas bajó un 0,4% respecto al mes de mayo, cuando se situó en el 9,84%. A su vez, las cifras provisionales publicadas ayer por el Banco de España mostraron que por cuarto mes consecutivo la tasa se sitúa por debajo del 10%, después de que en marzo cayera de ese nivel por primera vez en cuatro años. Esta cifra de 9,44% ya incluye el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.

La cifra total de créditos dudosos que acumula el sector -los que arrastran tres meses o más sin ponerse al día- se redujo en junio hasta los 122.508 millones de euros, 3.689 millones menos que el mes anterior. Por el contrario, el crédito global que habían concedido todas estas entidades financieras se elevó un 1,2%. En concreto, se incrementó en 15.682 millones, hasta los 1,298 billones. Eso sí, la tendencia de reducción del crédito se ha mantenido en términos interanuales, al desplomarse un 4,4%. Sin incluir los datos metodológicos, la ratio de morosidad se colocaría en el 9,63%, puesto que el saldo de crédito se reduciría hasta los 1,271 billones.

Menos 'colchón'

En línea con la evolución de la morosidad, las entidades financieras recortaron sus provisiones respecto al mes anterior en 2.796 millones, hasta los 71.875 millones. Un año antes, este 'colchón' se situaba en 89.529 millones.

«Los datos de mora son buenos y mejoran la situación pasada, pero siguen siendo insuficientes para el sector y la economía». Éste es el aviso que lanza el analista de XTB Jaime Díez, quien hace hincapié en que el ritmo de caída de la morosidad se ha reducido al continuar el desapalancamiento de las entidades financieras y caer el volumen total de créditos del sector. Por eso confía en que «los avances prosigan a la baja con el paso del tiempo, ya que aún estamos lejos de los mínimos históricos alcanzados durante la burbuja inmobiliaria».

Y es que, efectivamente, la morosidad de la banca se ha reducido en 4,16 puntos porcentuales respecto al máximo histórico marcado en diciembre de 2013, cuando se situó en el 13,6%. Pero a su vez todavía queda muy lejos de las tasas previas a la crisis. Como dato ilustrativo, en junio de 2008, en vísperas de la quiebra de Lehman Brothers, el porcentaje de morosos del conjunto del sistema bancario se limitaba al 1,7%. Los expertos también advierten que la coyuntura actual exigiría más velocidad de caída de mora para alcanzar niveles que puedan hacer frente a un estancamiento en el crecimiento, algo que, dado la elevada tasa de paro que aún arrastra el país, podría tener «funestas consecuencias» para algunas entidades financieras.

Pese a todo, la fortaleza de la banca española no está en la actualidad en dudas. La prueba está en que los resultados de los últimos test de estrés a los que la sometió la Autoridad Bancaria Europea (EBA) fueron más que positivos; los seis grandes grupos financieros superaron con holgura los requerimientos de capital establecidos por el mercado para determinar su solvencia, con una nota media de 8,6%, lejos del límite del 5,5% establecido. Ahora es la banca italiana, la portuguesa e incluso la alemana la que más incertidumbre genera.