«Nuestro objetivo es duplicar el volumen de producción en cuatro años»

Aceites Málaga inició su actividad en 1968 como una pequeña tienda de venta de aceites, de la mano de Francisco Pérez Godoy. Con la segunda generación de la familia incorporada al negocio desde 1992, con Antonio Pérez al frente, la sociedad comienza un proceso de expansión que todavía continúa.

Aceites Málaga ha comprado nuevas instalaciones en estos meses. ¿El objetivo es ampliar la capacidad o era necesario para mantener la cuota actual?

Podríamos decir que el objetivo marcado es ser competitivos. En una economía cada vez más globalizada, con las instalaciones actuales la empresa ya había alcanzado su capacidad máxima y la estructura actual no permitía atender la demanda creciente de forma aún más eficaz si cabe. Con una utilización de unos 4.200 metros cuadrados fragmentados en diversas naves, se hacía necesario aunar todos nuestros recursos. La compañía pretende consolidar sus resultados a través de la readaptación de los procesos productivos.

¿Qué tipo de aceites son los que tienen más salida actualmente?

La compañía comercializa un amplio surtido de referencias, bajo la tipología de los aceites de semillas, es decir, girasol, soja, maíz. O especiales de freír. Y también de aceites de oliva: virgen, virgen extra, orujo.

Han pasado de 200 toneladas en 1969 a 17.000 en 2016. ¿Qué cifras esperan para los próximos años?

Esperamos duplicar en los próximos cuatro años el volumen de la producción, pasando de los 17 millones de litros de aceite a los 35.

¿En qué consiste el plan de modernización para los próximos tres años?

Lo esencial es adecuar la nueva instalación a nuestro proceso productivo. En una primera fase se prevé trasladar el departamento de logística, para después terminar con la planta de envasado y el resto de oficinas. Con esta nueva instalación casi se duplican el número de metros cuadrados con respecto a lo que tenemos en la actualidad. Además, contemplamos la adquisición de nueva maquinaria.

¿Cuál es la inversión prevista para hacer frente a esta reestructuración?

La inversión total prevista inicialmente es de unos siete millones de euros.

Su ampliación de negocio incluye una nueva gama de productos. ¿De qué tipo serán?

Aceites Málaga ha apostado en los últimos años por realzar el diseño de los productos que comercializa. Son innovadores tanto por la presentación -el caso de las perlas de aceites de oliva virgen extra, con o sin sabor, y de vinagre balsámico-, como por su interés organoléptico (aceites especiados), así como por no incrementar el valor nutricional. La apuesta por comercializar estos productos tan novedosos responde a la evolución constante que observamos en el comportamientos de los consumidores. Detectamos que la sociedad está cada vez más sensibilizada con la dieta mediterránea y los hábitos saludables, donde las grasas vegetales predominan frente a las grasas animales, debido a que tienen menos grasas saturadas, cuidando por tanto la salud cardiovascular. Para cubrir estas necesidades y salir de la monotonía en los platos, hemos diseñado una amplia línea de aceites con aromas.

¿Qué son exactamente?

Hemos creado aceites con especias que dan al producto un sabor diferente al que está acostumbrado el consumidor. Es el caso del aceite con ajo negro y el aceite con azafrán, además de los ya tradicionales de hierbas provenzales, tomillo y picante. Dentro de la gama de los aceites aromatizados, unos de los productos más innovadores del mercado oleícola en los que somos pioneros, es el AOVE con sabor a Choco-Avellana . Se trata de un aceite de oliva virgen extra diseñado especialmente para niños, acorde a sus gustos (también apto para mayores). Con este producto pretendemos que los padres lo tengan más fácil a la hora de eliminar, al menos parcialmente, la bollería industrial en la dieta de sus hijos. En los últimos años la compañía implementó el Departamento de Calidad y fruto de las diferentes inversiones en I+D se ha desarrollado esta nueva gama de productos con aceite de oliva virgen extra con diferentes aromas. Así, los hay de sabor a naranja, trufa negra y blanca, guindilla, ahumado, orégano, romero...

¿Bajo qué nombres se comercializan los productos?

Las marcas propias más conocidas que comercializamos son La Flor de Málaga, DiDilo, Dalysol, Sabor del Sur o Perezsol. Además, para el mercado exterior se ha lanzado una línea más gourmet y elitista. Es el caso de La Flor de Málaga Gold. Se trata de un virgen extra con gránulos de oro que se presentó a inicios de año en la feria Gulfood en Dubai con una gran aceptación.

¿Y para este mismo año?

Para 2017 ya hay programados nuevos productos. Por ejemplo, la comercialización de aceites de nuez, aguacate y pepita de uva para la exportación. Además de seguir en la investigación de nuevas líneas de aceites de girasol, especiales de freír, para hostelería que tengan un mayor rendimiento en el proceso de fritura.

¿Qué países son los que más compran sus aceites?

Estamos exportando ya a 18 países, entre ellos, Irlanda, Noruega, Alemania, Portugal, Francia, Dubai, Gambia, Singapur, India y especialmente China, entre los más destacados. Ahora estamos empezando a comercializar producto en Canadá. Hemos asistido también a las mayores ferias internaciones de alimentación, como Food and Hotel China 2015 y 2016, y Sial de Francia 2016. A raíz de estas ferias y dado el éxito obtenido en ellas, se ha consolidado una red de contactos con los que se ha afianzado nuestra relación con los clientes.

Este éxito habrá venido acompañado de un aumento de plantilla. ¿Cuántas personas se han incorporado a la empresa en los últimos años?

En 2014 la compañía tenía en plantilla a 20 personas. En el ejercicio actual se ha duplicado la cantidad, dando empleo a 40 personas. Para 2017 se prevé incrementar la misma hasta alcanzar el medio centenar de trabajadores.