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Ejemplar de ginkgo biloba. :: sur
Ginkgo biloba, el árbol que sobrevivió a la bomba atómica
INVESTIGACIÓN

Ginkgo biloba, el árbol que sobrevivió a la bomba atómica

Científicos secuencian el genoma de esta especie, considerada una de las más antiguas del mundo y también de las mas resistentes

Agustín Peláez

Sábado, 14 de enero 2017, 00:21

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El propio Darwin llamó a este árbol «fósil viviente». Y acertó. No tiene parientes y está considerado como la especie superior viva más antigua del planeta. Durante años a los científicos les resultó difícil clasificarlo, hasta que se decidió colocarlo en una división aparte (filo) Ginkgophyta, conformada por un solo orden, Ginkgoales, y una sola familia clasificada por Engler en 1897, Ginkgoaceae. La familia Ginkgoaceae está compuesta por dos géneros extintos, Ginkgoites y Baiera (conocidos por sus hojas fosilizadas), y uno vivo, Ginkgo, con una única especie: ginkgo biloba.

Científicos chinos acaban de secuenciar su genoma. La investigación la ha llevado a cabo un equipo del Instituto de Biociencias de Pekín (BGI), la Universidad de Zheijiang y la Academia China de Ciencias. Se trata de un genoma excepcionalmente grande: más de 10 millones de 'letras' de ADN. Se estima que nació hace 270 millones de años. Ello hace que ocupe un lugar excepcional en el árbol, evolutivo de la vida. Es el único representante sobreviviente de un grupo muy inusual de plantas no florecientes que apareció hace más de 270 millones de años. El ginkgo ha conservado además rasgos a lo largo de millones de años como las hojas en forma de abanico, que no se ven en ninguna otra especie de plantas.

El estudio realizado por estos científicos chinos proporciona recursos genéticos clave para abordar cuestiones evolutivas como la historia de la demografía y la distribución, la resistencia y conservación del ginkgo.

Una de las cosas que más llama la atención a los investigadores es precisamente la resistencia de esta especie bajo condiciones adversas a la que pocos seres vivos han logrado sobrevivir. Uno de ellos es el bombardeo atómico de Hiroshima (Japón). Pero además sobrevivió a los periodos de glaciación. Además, es capaz de defenderse de una amplia gama de atacantes: insectos, bacterias y hongos. Otro dato no menos curioso es que es especialmente longeva. Se estima que pueden alcanzar los 1.000 años

El 6 de agosto de 1945 caía sobre Hiroshima la primera bomba atómica usada como arma de guerra. Sus efectos fueron devastadores. Murieron al instante 140.000 personas. Esta cifra fue aumentando en los días siguientes hasta llegar a alrededor de 350.000. Los edificios quedaron arrasados. Sin embargo, a apenas un kilómetro del epicentro de la explosión sobrevivía un árbol, el ginkgo biloba. Un año después brotaba de nuevo como si nada hubiese pasado.

Cómo sobrevivió a la radiación y a las temperaturas extremas que se registraron en Hiroshima es un misterio. No fue el único ejemplar que sobrevivió a la bomba atómica. Otros situados a algo más de distancia del epicentro también lo lograron. De hecho, aún hoy se mantiene vivo. En su pie hay una inscripción en la que puede leerse: «No más Hiroshima».

El ginkgo biloba puede alcanzar 35 metros de altura. Su copa es estrecha, algo piramidal y formada por uno o varios troncos. Sus ramas, generalmente rectas y empinadas, son gruesas y rígida. En los ejemplares jóvenes, la ramificación suele ser laxa, e incluso pobre. La corteza es de color pardo grisácea o pardo oscura, con surcos y hendiduras muy marcadas. Sus hojas son de color verde claro y de entre 5-15 centímetros. En el Real Jardín Botánico de Madrid hay un ejemplar de 17 metros, de entre 90 y 110 años de antigüedad. También hay otros en el Parque de la Ciudadela, en Barcelona; el paseo de la Isla, en Burgos; o los Jardines de Alfonso XII de Málaga y en el Jardín Botánico de La Concepción.

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