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El kumquat no convence

El kumquat no convence

Aunque presente en la provincia, el escaso consumo interior de esta fruta hace que no termine de cuajar entre los agricultores

Agustín Peláez

Sábado, 19 de diciembre 2015, 23:26

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Su rendimiento es bastante alto. Quienes lo cultivan, que no son muchos en la provincia, dicen que es un árbol que puede llegar a producir hasta 80 kilos de fruta. Esto es unos 15.000 kilos por hectárea si están bien cuidados, aunque lo normal es que esté alrededor de los 10.000. El precio para el agricultor se mueve entre 1,20 y 3 euros el kilo de fruta, dependiendo de la oferta y de la época del año, aunque el fruto tiene la ventaja de que puede aguantar en el árbol sin cosechar a la espera de momentos mejores. Sin embargo, el cultivo del kumquat, también conocido como fortunella, naranjo enano y naranjo chino, sigue siendo minoritario en la provincia. De hecho, no existen estimaciones en cuanto a producción en la provincia, donde la apuesta por los cítricos se centra sobre todo en la naranja (4.112 hectáreas), el limón (4.134) y las clementinas (1.700), según el balance agrario de Asaja Málaga correspondiente a 2014.

Aunque el fruto es llamativo, su consumo no está arraigado en el mercado interior, por lo que la práctica totalidad de la producción se destina a la exportación. Al menos, eso es lo que opina el gerente de Trops, Enrique Colilles. Esta empresa veleña comercializa al año entre 50.000 y 100.000 kilos de esta fruta.

Sebastián Gil es un agricultor de Algarrobo que lleva ya algunos años apostando por el cultivo. Dispone de unos 2.800 árboles y produce una media de 42.000 toneladas anuales. Aunque empezó en convencional, actualmente tiene la explotación en conversión en ecológico. El motivo es que de esta fruta se consume hasta la cáscara y ello hace aconsejable que el cultivo esté libre de fitosanitarios.

Para Gil, el kumquat «es la fruta reina de los cítricos por su gran cantidad en vitamina C. De hecho hay empresas que la utiliza para trasformar en vitamina C», señala Gil, para quien, a pesar de todo, es un cultivo de riesgo.

Según Gil, el cultivo requiere mucha mano de obra. Es una fruta pequeña que hay que cosechar a mano. Debe ser cortada con algo de pedúnculo para que no se pudra y dure más. «La ventaja es que empiezan a cosechar desde el primer año. No son demasiado problemáticos en cuanto a plagas y tampoco exigen cuidados excesivos. Tampoco exigen demasiado abono. Lo único que necesitan es agua, pero no tanto como el aguacate», señala. Quizá por ello acaba de sembrar otra treintena de árboles.

Cosecha

Según señala este productor, la campaña de recolección se ha adelantado este año a las segunda mitad de noviembre, cuando lo normal es que la cosecha se inicie después del puente de la Constitución, en diciembre, y se mantendrá hasta después de Semana Santa.

Las primeras frutas se están vendiendo a 2,40 euros el kilo. «Normalmente, después de Reyes el precio baja hasta 1,20, porque entran en producción otras zonas como Valencia y Murcia. Sin embargo, los productores cuando ven que los precios bajan en exceso retrasan la recolección, manteniendo la fruta en el árbol hasta que se corrigen nuevamente y el mercado vuelve a demandar», explica Gil.

En el caso de Málaga la variedad predominante en la Nagami, cuya fruta tiene forma oval. Entre los grandes productores que hay en la provincia se encuentra la empresa Xarki S. L., con sede en Vélez-Málaga. Esta firma, especializada en la comercialización de frutas tropicales premium, produce anualmente alrededor de 100 toneladas de kumquat que vende en media docena de países europeos. La fruta la cultiva en fincas de su propiedad.

Se consume como fruta fresca, incluida la piel. También se utiliza en repostería para prepara almíbar, así como para elaborar mermelada, e incluso en coctelería.

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