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El ultimátum de la Bolsa hunde otro 17% al Popular, sin margen para buscar comprador

El banco, cuyo valor cae a 1.700 millones, se desploma un 40% esta semana, a falta de un comprador que aclare su futuro a corto plazo

JOSÉ M. CAMARERO

Sábado, 3 de junio 2017, 00:23

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Los grandes inversores han sido implacables con Banco Popular durante las últimas cinco jornadas. Pero lo que ocurrió ayer en la Bolsa fue el reflejo de la debilidad con la que se mueve la entidad y lo que parece un último aviso para que desatasque el problema al que se enfrenta desde hace meses. La solución podría llegar incluso este fin de semana, según apuntan fuentes bursátiles. Porque la acción del grupo no podría resistir otro descalabro como el de ayer, cuando, en apenas media hora, la cotización de sus títulos pasó de ganar un escuálido 3% a desplomarse casi un 25%.

Apenas treinta minutos de cotización sirvieron para desatar el pánico inversor, llevar al valor por debajo de los 40 céntimos por acción y situarlo como el más pequeño -en términos de capitalización- del Ibex-35. Al final, cerró en los 0,41 euros, con un descenso del 17% y una capitalización de 1.711 millones. Esto es, 1.000 millones menos de lo que valía una semana antes. Desde el viernes anterior, sus acciones se han dejado un 38% y prácticamente la mitad desde principios de año. Se encuentra a tiro de OPA... si no fuera por las dudas que sigue generando entre sus posibles compradores.

Los inversores con estrategias bajistas -aquellos que venden títulos a crédito, esto es, sin tenerlos realmente para comprarlos luego más baratos y en la venta materializar después importantes ganancias- aprovecharon la debilidad del banco para provocar una sangría cuyo final solo pasará por una resolución tajante del problema. Ayer se negociaron 100 millones de acciones, una referencia muy elevada para un valor con una cotización tan sumamente baja y donde apenas se movían unos 50 millones al día.

Los expertos admiten que no todo el mundo puede negociar con acciones del Popular. «No se encuentra al alcance de cualquier perfil de inversor, sino del profesional o especialista», explica Manuel Pinto, de XTB. La sesión de ayer «despierta serias dudas sobre el futuro del banco», indica este analista. Su cotización pasó del blanco al negro «por un aluvión de noticias negativas» que se cebaron con el banco.

El pánico se apoderó del mercado a medida que se afianzaba la posibilidad de que, de entre los aspirantes a comprar el grupo, solo uno, Banco Santander, se pudiera mantener al frente. Al resto, según fuentes bursátiles, ya no les interesaría la entidad. O, como mucho, les compensaría acudir a precio de derribo. El consejo de administración del Popular se dio de plazo hasta finales de mes para seguir atrayendo a algún comprador. Si alguna firma ofreciera en el entorno de 0,55 euros por acción, se darían por satisfechos. Y abandonaría la pretensión inicial de venderlo a 1,20 euros.

Sin embargo, esos 55 céntimos -con los que se valoraría la entidad financiera en unos 2.300 millones- ya se podrían dar por perdidos a tenor de la última sesión hábil. Y se aceptaría cualquier otra oferta que llegase con importantes descuentos sobre esas referencias. El grupo se ha quedado sin margen.

BlackRock cae hasta el 1,7%

La solución alternativa -o complementaria- a la venta tampoco ayudó a mejorar su evolución en Bolsa. Si presenta una ampliación de capital, el valor de sus acciones se reduciría. Y bajo esa espiral, ningún inversor quiso arriesgarse a perder aún más, acentuando las ventas masivas. Incluso el fondo BlackRock se ha convertido en uno de los protagonistas de este tipo de movimientos. Su participación en el banco ha pasado de representar el 4% del capital hasta ostentar un 1,7%.

Ni siquiera las declaraciones del portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, consiguieron evitar el descalabro. Lanzó un mensaje de «tranquilidad absoluta» ante «cualquier eventualidad» relacionada con la entidad financiera. «Gracias a las reformas, España tiene un sistema financiero de los más sólidos de Europa, y podemos están tranquilos », indicó Méndez de Vigo. Sin embargo, más allá de los registros bursátiles, otros datos del grupo llevan a la preocupación. Además de los posibles movimientos de clientes con sus depósitos, su gestora (Allianz) ha sufrido unos reembolsos netos (suscripciones menos salidas) por 225 millones, según los últimos datos de Inverco. Las horas -y no las semanas ni los días- le apremian. La siguiente parada será el martes, cuando su cúpula se reúna con el BCE para desencallar la situación, si antes no se produce algún acontecimiento que aclare su futuro.

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