Secciones
Servicios
Destacamos
ADOLFO LORENTE
Martes, 30 de mayo 2017, 00:31
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
bruselas. Insiste una y otra vez en que, como presidente del BCE, su obligación no es hablar de política, sino de números, de inflación, de tipos de interés. Pero a falta de políticos de altura, Mario Draghi no ha tenido más remedio que coger el timón de la Eurozona en una de las peores tempestades. El barco sigue a flote y pese a los fuertes vientos procedentes de Alemania, el mensaje es contundente: quedan estímulos para rato. Y para no querer hablar de política, el mensaje de ayer fue concluyente. «Debemos seguir progresando. La Unión Económica y Monetaria (UEM) debe completarse porque es frágil. Debemos afrontar esta reflexión sin miedo a los cambios, incluso si estos cambios suponen un cambio de Tratados. No podemos seguir maniatados por los actuales».
Sus palabras, lanzadas en el Parlamento Europeo, fueron el enésimo toque de atención hacia unos líderes políticos más pendientes de evidenciar sus diferencias que de arrimar el hombro y prosperar juntos desde la diversidad. ¿Por qué es importante el mensaje de ayer? No sólo porque sea una nueva crítica velada al inmovilismo alemán, sino porque mañana, la Comisión Europea presenta su reflexión sobre la Eurozona enmarcada dentro del Libro Blanco sobre el futuro de la UE pos-brexit. Se trata de una segunda parte del llamado Informe de los Cinco Presidentes presentado en 2015 y que volverá a poner encima de la mesa la necesidad de acabar la unión bancaria, de impulsar la unión fiscal, de crear un seguro de desempleo europeo, un presupuesto sólo del euro o incluso la figura de un superministro de Finanzas de la moneda única.
Salarios y reformas
Países como España están a favor de avanzar todo lo que sea necesario, pero el realismo dice que sólo se irá tan lejos como quiera Alemania, que a finales de septiembre tiene elecciones. Y hasta esa fecha nadie moverá ni un dedo desde Berlín en favor de más integración económica con el Sur.
El presidente del BCE defendió lo hecho hasta la fecha y se felicitó de que los riesgos siguen a la baja mientras el crecimiento continúa al alza. También destacó la creación de cinco millones de empleos en los últimos años, pero admitió que la calidad deja mucho que desear en algunos casos. Pidió reformas en el mercado laboral y educativo y repitió su apuesta por subir salarios.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.