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El récord de exportaciones no impide que el déficit comercial se dispare un 45%

Las ventas crecieron un 14% hasta marzo, pero no compensaron el alza de importaciones que llevó a un saldo negativo de 7.200 millones

DAVID VALERA

Miércoles, 24 de mayo 2017, 00:51

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El sector exterior cada vez pesa más en la economía española -se estima que aporte cinco décimas al PIB este año-, pero eso no significa que su crecimiento haya logrado acabar con los tradicionales números rojos del saldo comercial. Los datos del primer trimestre son el mejor reflejo de esa realidad. Así, las exportaciones hasta marzo marcaron un nuevo récord al incrementarse un 14,1% y alcanzar los 69.741 millones de euros. Esto supone que las ventas registraron el mejor trimestre de la serie histórica, según confirmó el Ministerio de Economía con los datos publicados ayer. Sin embargo, las importaciones se aceleraron todavía más con un fuerte impulso del 16,5% y se elevaron hasta los 76.940 millones.

Precisamente, este mayor impulso de las compras no pudo ser compensado por las exportaciones a pesar de su avance, lo que tuvo una consecuencia desfavorable al disparar el déficit comercial un 45,6% en estos tres meses. En concreto, el saldo negativo se situó en los 7.199 millones, el nivel más elevado desde el primer trimestre de 2012. Eso sí, la radiografía es más favorable que si se compara con la situación de los peores años de la crisis en los que los números rojos eran el doble. Y en época de bonanza económica la situación era todavía peor con unas importaciones disparadas y las exportaciones más endebles que llevaban el déficit comercial por encima de los 20.000 millones.

En cualquier caso, los datos del primer trimestre también ponen de manifiesto que el principal responsable de ese saldo negativo es la importación de materias primas. De hecho, el saldo no energético arrojó un déficit de 411,3 millones, inferior al déficit de 987,4 millones en el mismo periodo de 2016. Pero el déficit energético se incrementó un 71,6% hasta los 6.788 millones. Es evidente que en este ámbito el alza de los precios del petróleo registrado en este inicio del año ha tenido una importante influencia. El problema es que todo apunta a que los países de la OPEP recortarán todavía más la producción de crudo, lo que encarecerá este producto en el futuro. De hecho, Repsol estimó que el barril de Brent podría aumentar un 8% este año al pasar de los 53 dólares a los 57 de media y llegar a los 65 en 2018.

Asimismo, la tasa de cobertura (la capacidad de las exportaciones para cubrir las importaciones y que por tanto sirve para medir el equilibrio del sector) descendió en los tres primeros meses del ejercicio hasta el 90,6%. Esto supone 1,9 puntos menos que hace un año y el nivel más bajo desde 2014. Aunque, una vez más, si se compara con la tasa de comienzos de la crisis es de entre 10 y 15 puntos superior.

En cualquier caso, la secretaria de Estado de Comercio, Marisa Poncela, resaltó ayer que las exportaciones españolas fueron las que más crecieron de las principales economías europeas, a excepción de Reino Unido (21,4%). En este sentido, se incrementaron más que Alemania (8,5%), Francia (4,2%) o Italia (10,0%). También fueron superiores a la media de la zona euro (9,5%) y de la UE (9,7%). Sin embargo, Poncela reconoció que el ritmo «intenso» de crecimiento será difícil de mantener durante todo el ejercicio.

Pendientes de la inflación

De momento, las exportaciones no se han visto afectadas por la elevada inflación, que en algunos meses del primer trimestre alcanzó el 3%, cifra muy superior a la media de la zona euro. Sin embargo, esta brecha vía precios no ha lastrado el volumen de ventas. La duda es si afectará en caso de que se prolongue en el tiempo.

Los principales sectores que contribuyeron a las exportaciones en el trimestre fueron los bienes de equipo (sus ventas representaron el 19,2% del total y se incrementaron un 10,5% interanual). También el sector del automóvil (17,6% del total y un crecimiento del 8,2%) Por su parte, la distribución geográfica de las exportaciones mostró que volvieron a estar dirigidas especialmente a la UE (67,1% del total) con un crecimiento del 13,1%. Dentro de las dirigidas a la zona euro (52,4% del total) el mayor peso se encuentra en Francia (15,3%) y Alemania (11,3%).

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