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El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, en el último Encuentro del Sector Financiero. :: efe
Solo el personal formado de la banca podrá vender productos de inversión a sus clientes

Solo el personal formado de la banca podrá vender productos de inversión a sus clientes

A partir del 1 de enero de 2018 la CNMV exigirá un certificado para ejercer, y si no lo tienen podrían trabajar hasta cuatro años si son supervisados

JOSÉ M. CAMARERO

Martes, 25 de abril 2017, 00:38

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MADRID. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) obligará a los bancos, así como a todas las sociedades que ofrezcan productos de inversión -fondos, participaciones en Bolsa y otros activos- a que los empleados que informen o asesoren sobre ellos cuenten con una formación mínima para ejercer. Así, los inversores podrán conocer los riesgos que asumen al contratar determinadas inversiones y deberían evitar problemas futuros en su patrimonio, como los que han afectado, entre otros, a los que adquirieron participaciones preferentes.

El regulador del mercado bursátil ha sometido a consulta pública la Guía para la evaluación de los conocimientos y competencia de esos profesionales. Un texto en el que se establece que las entidades deberán demostrar que sus empleados disponen de unos conocimientos mínimos. Estarán relacionados con cuestiones como los riesgos de los productos y sus costes; los diferentes escenarios pasados y futuros; la normativa sobre abuso de mercado y blanqueo de capitales; o la evaluación de los folletos.

La obligación será efectiva desde el 1 de enero de 2018. A partir de entonces, el personal de corporaciones como la banca deberá haber recibido formación de al menos 80 horas en el caso de quienes solo se dediquen a informar a los clientes; o de 150 horas, si se trata de asesores plenamente especializados.

Estas exigencias llegan como una de las derivadas de la transposición de la directiva Mifid II, tras constatar que la mitad de los asesores que trabajan en los bancos no tiene certificaciones externas sobre sus conocimientos. Y poco menos de un 8% de los que informan al usuario cuentan con este tipo de títulos. A la vez, el regulador estima que un 72% de los trabajadores de banca que realizan estas funciones son universitarios, un 14% tienen el título de Bachiller y menos de un 4% cuenta con estudios primarios.

La cualificación se podrá obtener a través de las propias entidades que así la impartan, si ya tienen en marcha sistemas de certificación internos. También a través de empresas externas. Y, como tercera opción, mediante los títulos u certificaciones que la CNMV incluirá en una lista que elaborará durante la tramitación de esta norma.

Además, se obliga a que ese profesional tenga una experiencia mínima de seis meses de trabajo habiendo desempeñado las funciones concretas relacionadas con el puesto de información o asesoramiento con ahorradores que hayan adquirido productos de inversión.

Más visitas sorpresa

Aunque la obligación de que el personal haya obtenido sus títulos correspondientes comienza con el inicio de 2018, la CNMV tendrá en cuenta las características de cada entidad para verificar el cumplimiento de esta guía. «No se pretende crear una carga a las empresas», reconocen fuentes del regulador. De hecho, la institución permitirá que aquellos empleados que no hayan logrado su formación en los plazos establecidos puedan seguir tratando con sus clientes durante un periodo máximo de cuatro años, siempre que se encuentra bajo supervisión directa de un empleado que sí tenga esa certificación.

Para verificar el cumplimiento de esta norma, la CNMV se muestra dispuesta a llevar a cabo actuaciones sorpresa en las entidades al «realizar pruebas sobre los conocimientos del personal relevante», indica el regulador, en el ámbito de sus actuaciones. De hecho, en febrero ya apuntó «ciertas insuficiencias» en parte de la banca al informar sobre riesgos y costes en la comercialización de sus productos.

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