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El nacionalismo de Trump le ganó los votos decisivos

El Partido Republicano registró el mayor impulso en las zonas de Estados Unidos con más exposición al gigante asiático

AMPARO ESTRADA

Sábado, 23 de junio 2018, 22:46

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madrid. El proteccionismo ha sido una baza electoral que le ha dado muy buenos resultados a Donald Trump. Un estudio publicado por el MIT refleja que en los distritos electorales americanos con mayor exposición comercial a China se han elegido congresistas con ideologías más extremistas y el Partido Republicano ha tenido un incremento de votos más relevante en las elecciones de 2016 respecto a las de 2000. El apoyo electoral a Donald Trump fue superior en 2,2 puntos porcentuales en esos lugares respecto a los menos afectados por la apertura a China. El país asiático -y, en general, la globalización- se ha convertido en la bestia negra para millones de trabajadores americanos. Las zonas más expuestas a la competencia comercial con China han sufrido una mayor destrucción de empleos y más cierres de fábricas. Entre 1999 y 2011 fue la causa de la desaparición de casi dos millones de puestos, de los que 985.000 correspondían a la industria manufacturera. Una cuarta parte de los trabajos destruidos en este sector se debe a la competencia de las importaciones chinas, según economistas americanos.

En las últimas décadas, el salario medio en Estados Unidos apenas ha variado porque la destrucción de empleos en el sector industrial se ha compensado con la creación de nuevos trabajos en el sector servicios, donde conviven actividades de alto valor añadido con otras -más numerosas- de bajo valor añadido y peor pagadas. No hay que olvidar que la tasa de paro en EE UU es muy baja, un 4,9%, gracias a los once millones de empleos creados durante el mandato de Obama. Pero la clase media se ha empobrecido y se ha generalizado un malestar social que ha acabado cristalizando en el voto a Trump. Millones de americanos han creído las promesas del empresario de que con el proteccionismo y las barreras a la inmigración conseguirán volver a los buenos viejos tiempos.

El proteccionismo comercial le ha dado réditos electorales a Trump. En su discurso de toma de posesión repitió la idea básica de su programa electoral: «A partir de ahora, Estados Unidos será lo primero. Recuperaremos nuestros puestos de trabajo, nuestras fronteras y nuestra riqueza». Ésa es la razón de su triunfo, pero no será la solución. El cierre de fronteras comercial puede proteger a algunos sectores productivos, pero perjudica a la economía en su conjunto. Y más relevante que la competencia china son los cambios tecnológicos y de modelo productivo que se están produciendo.

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