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Nuria Triguero
Domingo, 4 de diciembre 2016, 01:21
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Plan de pensiones
Rentabilidad: En la última década su rentabilidad media anual en España ha sido del 2,31%.
Fiscalidad: Al hacer aportaciones a planes de pensiones, éstas se reducen de la base imponible (límite de 8.000 euros anuales). Cuanto más alto es el sueldo, mayor es el ahorro. Pero al recibir la prestación, el beneficiario deberá pagar por todo lo cobrado (no sólo los beneficios) como rendimientos del trabajo.
Liquidez: Sólo puede rescatarse el dinero en caso de jubilación, muerte, invalidez y otras circunstancias excepcionales.
Fondos de inversión
Rentabilidad: En la última década su rentabilidad media anual en España ha sido del 1,81%, pero esta media esconde tasas muy heterogéneas en función de su composición: renta fija, variable, mixta...
Fiscalidad: Los fondos no tienen ninguna ventaja tributaria al hacer aportaciones, pero a la hora de rescatar el dinero penalizan mucho menos que los planes de pensiones ya que sólo se tributa por los beneficios.
Liquidez: Se pueden rescatar en el momento que se desee.
Plan individual de ahorro sistemático(PIAS)
Rentabilidad: Es cercana a la ofrecida por la deuda pública, ya que las aseguradoras invierten principalmente en estos productos.
Fiscalidad: Todos los rendimientos generados desde el pago de la primera prima hasta el inicio del cobro de la renta vitalicia asegurada estarán exentos de tributación.
Liquidez: Puede empezar a cobrarse pasados diez años de la primera prima. Se rescata en forma de renta vitalicia.
Otras fórmulas
SIALP o CIALP: Nacidos de la última reforma fiscal, son productos de ahorro a largo plazo en los que si se mantiene el dinero al menos cinco años, se consigue la exención fiscal sobre los intereses.
Inversión inmobiliaria: Comprar inmuebles sigue siendo una de las fórmulas preferidas por los españoles para conseguir rendimiento a sus ahorros.
Hipotecas inversas: El propietario de la casa recibe una renta vitalicia conservando el uso de su vivienda, pero sus sucesores deberán pagar la deuda o se la quedará el banco.
Depósitos: Han perdido tirón, ya que sus rentabilidades se han vuelto prácticamente nulas.
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