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Luis de Guindos, ayer tras conocer la decisión de la Comisión Europea. :: J. P. Gandu / efe
Bruselas salva 'in extremis' a España de una multa histórica tras la mediación de Berlín

Bruselas salva 'in extremis' a España de una multa histórica tras la mediación de Berlín

La Comisión mete presión al pedir un ajuste de 15.000 millones en 2017 que debe presentarse el 15 de octubre

ADOLFO LORENTE

Jueves, 28 de julio 2016, 00:42

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El martes todo se daba por perdido y sólo se hablaba de salvar los muebles con una sanción simbólica de 100 ó 200 millones. Pero lo que nadie esperaba (y nadie es nadie) ocurrió. No habrá multa de 2.000 millones (0,2% del PIB) y se logra, además, una prórroga de dos años en lugar de uno para bajar el déficit del 3% en 2018. La Comisión, esgrimiendo su 'leitmovit' de «somos la Comisión más política de la historia» y tras la mediación del Gobierno alemán, decidió indultar a una España en funciones que sigue entre la espada y la pared. La presión continúa ya que la nueva senda fiscal fijada establece un ajuste de 15.000 millones para bajar el déficit del 4,6% al 3,1% en 2017. El futuro Ejecutivo, si algún día lo hay, ya sabe cuáles son sus deberes y tiene de plazo hasta el 15 de octubre para ponerlos negro sobre blanco. Y ahora, el ultimátum es de verdad.

Fue una mañana de locos en la sede del Ejecutivo comunitario, donde los teléfonos de los corresponsales comunitarios echaban hubo para saber qué estaba pasando en el Colegio de Comisarios. 100, 200, 500 millones... Sólo faltaba poner una cifra a la primera multa que iba a sufrir una país en la historia del euro por incumplir los objetivos fiscales. Pero no. «Cancelada». Una noticia desvelada en exclusiva por este medio en su edición digital y que llegó a las 12:18 horas. España se libraba del estigma, de ser junto a Portugal en el conejillo de indias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) después de que haya sido vulnerado en 165 ocasiones desde 1999, sobre todo por Francia.

«Fue un debate muy duro, pero al final la decisión se tomó por consenso», explicaron fuentes conocedoras de la reunión. Y pese a lo dicho en las últimas horas, España debería dar las gracias a tres hombres: al presidente, Jean-Claude Juncker, al comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, y atención, al ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, que según varias fuentes realizó un par de llamadas a Bruselas para pedir clemencia al vicepresidente del Euro, Valdis Dombrovskis, o a los comisarios de los países más duros como Finlandia, Austria o... ¡Alemania!

No hay que olvidar que la decisión debe ser ratificada en el plazo de diez días por el consejo de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) y como dijo el domingo el ministro español en funciones, Luis de Guindos, Alemania, Francia e Italia no querían multas.

De Guindos es, precisamente, una de las personas que más se jugaba en la decisión de ayer ya que llevaba meses jurando que no iba a haber multa. No sólo eso. En su última visita a Bruselas incorporó la coletilla de «cada día que pasa, estoy más convencido de ello». Se la jugó y a diferencia de lo ocurrido con la Presidencia del Eurogrupo, esta vez ganó.

¿Y los fondos estructurales?

¿Por qué decidieron salvar 'in extremis' a España y Portugal? Primero y como destacó Dombrovskis, por los «muchos esfuerzos económicos y sociales que han hecho durante la crisis estos dos países». Pero la clave de todo la dio Moscovici. «Hemos pensado que un enfoque punitivo no sería lo mejor en un momento en el que los ciudadanos dudan de Europa».

Después del 'Brexit' y el auge de los populismos, no tocaba. Si algo le sobra a la UE son problemas y castigar a dos países rescatados (cada uno a su modo) no era la mejor decisión. Respecto a la nueva senda fiscal, es dura pero mucho más laxa que la anterior. «Debíamos ser realistas», admitió Moscovici. Y es que en Bruselas se temían que si sólo dan un año en lugar de dos, esta misma crisis volvería a estar encima de la mesa a principios de 2018. Este año se permitirá cerrar en el 4,6% (se han puesto en el peor escenario posible) pero exigirán bajar al 3,1% en 2017 (15.000 millones ) y al 2,2% en 2018 (otros 9.000). Y dentro del déficit nominal, se pide un esfuerzo estructural del 0,5% tanto este año como el que viene. Un total de 10.000 millones de ajustes ajenos a los vientos favorables del ciclo económico (incentivos del BCE, bajos precios del petróleo....).

Aunque España ha superado y con creces este primer 'match ball', aún queda otro por jugar. El Ejecutivo comunitario recordó que en septiembre propondrán la congelación temporal de fondos estructurales (se habla de más de mil millones) correspondientes a 2017. Eso sí, la suspensión podría quedar sin efecto si España y Portugal presentan las medidas necesarias para cumplir con las metas fiscales trazadas. El plazo máximo es el 15 de octubre, fecha límite para que los países envíen sus borradores presupuestarios a la Comisión.

Lisboa no tendrá mayores problemas pero en Madrid, lejos de formar un Ejecutivo sólo se habla de terceras elecciones. «La democracia española tiene capacidad para formar Gobierno rápidamente», dijo Moscovici. El problema es que los líderes españoles no lo tienen tan claro.

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