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La crisis expulsa de la clase media a tres millones de españoles

Las familias con ingresos intermedios se reducen siete puntos hasta el 52% y aquellas con rentas bajas aumentan hasta el 39%, según el BBVA

D. VALERA

Sábado, 7 de mayo 2016, 00:32

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La crisis se ha llevado por delante a una parte importante de la clase media. En concreto, tres millones de personas han sido expulsadas de esa zona y se han desplazado a la parte baja del nivel de renta. Así, han pasado «de verse como clases medias participantes del progreso a sentirse vulnerables», según el estudio 'Distribución de la renta, crisis económica y políticas redistributivas' elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y publicado ayer.

En concreto, hace una década, el 59% de la población pertenecía a familias situadas en niveles de renta intermedios -entre el 75% y el 200% de la renta mediana-. Por su parte, el 31% se encontraba en niveles bajos (ingresos inferiores al 75% de la mediana). Sin embargo, esta situación ha empeorado de forma sustancial y ahora sólo el 52% se encuentra con niveles de renta intermedios y aquellos situados en los niveles inferiores han aumentado hasta el 39%. La clase con altos recursos se ha mantenido invariable (del 9,9% al 9,2%).

«Los costes de la crisis se han repartido de forma desigual», explicó ayer el profesor Francisco Goerlich, autor del trabajo. En su opinión, la clase media «no ha desaparecido», pero sí consideró que «se ha mermado sustancialmente». El informe pone de relieve que la crisis ha provocado un aumento de la brecha entre ricos y pobres debido a la pérdida de ingresos de la clase media como consecuencia del brutal deterioro del mercado laboral. Así, la renta de los hogares se ha desplomado un 20% desde 2007 al pasar de casi 28.000 euros a apenas los 22.000 euros en 2013. Sin embargo, este empobrecimiento se ha centrado sobre todo en las familias con menos recursos.

En este sentido, el estudio sitúa como principal responsable de este empeoramiento al aumento del desempleo. De hecho, considera que el 75% del incremento de la desigualdad desde 2009 proviene de los cambios en el mercado de trabajo. Los descensos de ingresos han sido más significativos en los hogares con niveles de renta más bajos debido, en especial, a factores relacionados con el deterioro del mercado de trabajo: la pérdida de empleo -en especial el de menor cualificación-, el aumento del trabajo a tiempo parcial por no encontrar uno a jornada completa, o el aumento del empleo autónomo como alternativa a la falta de oportunidades de trabajo asalariado en empresas.

Políticas públicas

Sin embargo, el estudio también demuestra que las políticas públicas (pensiones, prestaciones por desempleo, impuestos directos...) ayudan a reducir las desigualdades. Así, a lo largo del periodo 2005-2013 las transferencias netas de impuestos del sector público a las familias «han sido muy relevantes», representando entre el 18% y el 21% de su renta disponible ajustada. En el caso de 2013, el estudio concluye que la desigualdad experimenta una reducción del 45,7% por efecto de estas políticas públicas redistributivas.

Ese cometido de corregir los desequilibrios se observa en el peso que las políticas públicas tienen en las distintas escalas de renta. Si se divide a la población por quintiles (en cinco partes), en el nivel inferior el 72% de los ingresos de los hogares no provienen del mercado sino de las actuaciones públicas. En cambio, en el quintil más rico el peso de los ingresos que provienen de fuentes públicas se reduce al 10%.

En cualquier caso, para que la desigualdad se reduzca en los próximos años el profesor Goerlich señaló como fundamental que se mantenga la recuperación económica y el empleo. Sin embargo, advirtió de que no son condiciones suficientes. En este sentido, explicó que hace falta añadir la disminución de la brecha salarial. Algo que sólo puede conseguirse, a su juicio, si se acaba con el empleo precario, es decir, temporal. También apunta a que se acorte la enorme diferencia de ingresos que se producen entre los autónomos.

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