Bruselas estima que España no bajará el déficit del 3% hasta 2018

El indicador que todos esperaban era el déficit y como se esperaba, España no ha salido muy bien parada. Tampoco es que haya sido un descalabro, pero el estigma europeo sigue estando muy presente. Hoy, en sus previsiones macroeconómicas de primavera, la Comisión ha revisado ligeramente al alza las recientes proyecciones realizadas por el Gobierno español y ha estimado que el déficit será del 3,9% este año y del 3,1% el que viene, frente al 3,6% y el 2,9% avanzando por Madrid. Dicho de otro modo. España no cumplirá sus objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (bajar del 3%) hasta 2018, cuando lo debería haber hecho este mismo ejercicio. Además, ese 3,9% que registrará este año le valdrá el dudoso calificativo de ser el país de la UE con más desajuste fiscal. El peor de 28. Y lo será porque gastará en torno a 40.000 millones más de lo que es capaz de ingresar.

La nota positiva, como suele ser habitual, es que el Ejecutivo comunitario ratifica el rol de España como la potencia europa que más crece y con muchísima diferencia respecto a la media europa. En 2016, lo hará el 2,6% del PIB y en 2017, el 2,5%. Por su parte, Alemania no pasará del 1,6% en ambos ejercicios; Francia se quedará en el 1,3% y el 1,7%; Italia en el 1,1 y el 1,3%; Reino Unido en el 1,8 y el 1,9%; la UE en el 1,8% y el 1,9% y la Eurozona en el 1,6% y el 1,8%. Datos que seguro el Gobierno en funciones del PP exprimirá al máximo porque la Comisión ha revisado a la baja a casi todos los países respecto a lo anunciado en febrero y a España, sin embargo, le ha subido una décima en 2017.

El otro histórico talón de Aquiles de la economía española es el desempleo. Bruselas cree que la tasa de este año será del 20% y del 18,1% en 2017, algo superior a los guarismos anunciados por Madrid. Son porcentajes que doblan la media europea y que salvo la excepción de Grecia, sitúan al país como el peor alumno de la UE con enorme diferencia. Pero claro, tener un desempleo tan alto también hace que España sea el país que más empleo crea y creará. Un 2,5% más este año y el 2% en 2017, el doble que la media europea.

Incertidumbre política

En su breve análisis de la situación española, los funcionarios comunitarios lanzan dos claros mensajes. El primero, "que existe un riesgo a la baja del crecimiento por la incertidumbre política"; y segundo, que los ajustes de gastos que habrá que realizar para cuadrar las cuentas "requieren la participación activa de los diferentes niveles de gobierno y un cumplimiento estricto". Hace ya demasiado tiempo que las comunidades autónomas son un quebradero de cabeza para Bruselas.

Con estas previsiones, el Ejecutivo comunitario deberá decidir ahora (en un par de semanas) si da uno o dos años más a España para cumplir el déficit y qué reformas pedirá a cambio de dar la cuarta prórroga desde 2009. También si al final habrá una multa (la primera a un país de la UE) por incumplir reiteradamente lo pactado. Técnicamente, sí, la habrá. Hay muy pocas excusas creíbles para que no sea así. Si no la hay, será una decisión política del Colegio de Comisarios. Así ocurrió con Francia en 2014 y así lo recordará España en su alegato de defensa.

La cuantía de la multa, que podría ser de hasta el 0,2% del PIB (algo más de 2.000 millones), es lo de menos. De hecho, la opción que más fuerza ha cobrado estas semanas es que quede reducida a cero. Eso sí, la palabra sanción quedaría. Esto es lo duro, el estigma, el quedar señalado por ser el primer Estado multado en la historia del Pacto de Estabilidad.

Diversas fuentes aseguran que el asunto podría ser abordado en el Colegio del día 18. De aquí saldrá una propuesta formal que se remitirá al consejo de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), que es donde se debe tomar la decisión final. Será el día 25 o el 17 de junio. Sí, en plena campaña electoral. ¿Puede parar el Ecofin la sanción? Sí, pero es "casi imposible", admiten fuentes del Gobierno.