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Lewis Hamilton, durante la sesión clasificatoria del GP de Italia.
Hamilton arrasa vestido de leyenda
GP de Italia

Hamilton arrasa vestido de leyenda

Colosal pole del británico, con casi medio segundo de ventaja sobre su compañero Rosberg, que le sirve para igualar las cinco poles de Fangio y Senna en Monza

David Sánchez de Castro

Sábado, 3 de septiembre 2016, 00:09

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Cuando Lewis Hamilton miró a la tabla de tiempos, ni él mismo se lo creía: le acaba de endosar casi medio segundo a su compañero y máximo rival, Nico Rosberg. El 1:21.135 con el que se llevó su pole número 56 dio buena muestra de la capacidad con la que llega a esta carrera. Pocos pensaban en algo que no fuera una primera fila copada por los Mercedes, pero la ventaja de Hamilton ha sido tal que incluso Rosberg se rindió a la evidencia. Ha hecho muchas vueltas buenas, se resignaba el alemán.

Hamilton, además, consiguió este sábado un hito histórico: la quinta pole en Monza. Las mismas que consiguieron leyendas como Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna, ahí es nada. Si hace unos años me dicen que voy a compartir titular con ellos, no me lo creo, afirmaba en la rueda de prensa. Los Mercedes superaron con solvencia a unos Ferrari más que resignados, ante un público que ya sabe que poco más van a lograr, y unos Red Bull que quieren pescar a poco que se despiten los de arriba.

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Fernando Alonso (13º, saldrá 12º) y Carlos Sainz (16º, saldrá 15º) sacaron lo mejor de sí para una clasificación tirando a pobre. Poco más podían hacer ambos en un circuito en el que no aspiran a mucho más que no sea acabar. De hecho, llegar a la Q2 fue todo un logro para ambos, especialmente para un Alonso que se quedó con el 16º tiempo del corte en la Q1 in extremis. La sanción de Romain Grosjean (sustituye caja de cambios) les permite ganar un puesto a cada uno, algo que casi califican de intervención celestial. Así están las cosas en McLaren este fin de semana: un duodécimo en parrilla es casi un milagro. Esperábamos quedarnos en la Q1, así que cuando entramos en la Q2 siendo decimosextos ya era una buena noticia. Salir decimosegundo en Monza con la penalización de Grosjean es un regalo divino, dijo a los medios.

Sufrimiento para puntuar

Todo lo que sea llegar a los puntos será un éxito, tanto para Alonso como para Sainz. En el caso del madrileño, el fin de semana de Italia está siendo un calvario. Al menos la fiabilidad le está permitiendo resistir, pero en rendimiento puro está muy lejos de lo esperado. Lo decía él mismo: pasar de estar peleando de manera constante por la Q3 a verle las orejas al lobo y sufrir para no quedarse en la Q1.

Por eso llegar entre los diez primeros será una auténtica proeza. Sainz ya no espera la lluvia (que no tiene visos de aparecer), sino directamente algo muy raro. El problema es la unidad de potencia Ferrari de 2015. El Toro Rosso se ha quedado muy lejos en desarrollo con respecto a sus rivales, y se estima que son unos 20 km/h los que pierde con sus rivales. Si a esta carencia se le unen problemas de telemetría (los ingenieros de Toro Rosso estuvieron a ciegas durante buena parte de la clasificación en los dos coches), no hay muchas posibilidades de dar la campanada. Encima el plan previsto les ha salido mal, porque decidieron sacar unos reglajes más de clasificación que de carrera para salir más adelante. Por eso, para Sainz acabar 16º con 20 kilómetros por hora de velocidad punta que nos sacan otros, es lo máximo que podía conseguir.

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