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Michael Schumacher, esquiando con el equiipo Ferrari.
Un año pendientes de Michael Schumacher
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Un año pendientes de Michael Schumacher

Se cumplen 365 días del accidente de esquí del legendario piloto alemán

david sánchez de castro

Lunes, 29 de diciembre 2014, 00:10

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Michael Schumacher comenzó a disputar el 29 de diciembre de 2013 la carrera de y por su vida. Lejos de los circuitos, lejos de los dominios de su reino. El expiloto alemán se encontraba en la estación de esquí de Meribel, en los Alpes franceses, cuando tuvo un accidente al que no le faltó una buena dosis de cruel ironía: un hombre que había vivido buena parte de su vida a más de 300 km/h se caía haciendo esquí.

El infortunio fue mayor: lo que podría haberse quedado en una simple caída de esquí, se convirtió en el mayor incidente del rey de la Fórmula 1. El Kaiser sufrió un fuerte golpe en la cabeza, y aunque al principio estuvo consciente, inmediatamente cundió la preocupación. Le trasladaron en helicóptero al hospital universitario de Grenoble, donde ingresó en Urgencias.

Los médicos comenzaron de inmediato a realizarle las pertinentes pruebas diagnósticas para descartar posibles lesiones serias, pero pasadas las 22:30h de aquel frío domingo, un comunicado oficial confirmaba los peores rumores: Michael Schumacher sufría un «traumatismo craneal con coma, que requirió tratamiento neuroquirúrgico inmediato». El estado del heptacampeón del mundo de Fórmula 1 era «crítico» sólo unas horas después de que, en principio, se considerara todo un tremendo susto.

Inmediatamente al mundo del deporte se le paraba el corazón. El mejor piloto de Fórmula 1 de todos los tiempos, números en mano, luchaba por sobrevivir años después de haber abandonado la disciplina que dominó, moldeó y aplastó a su gusto. Evidentemente toda la actualidad mundial viajó a Grenoble, donde los médicos, al día siguiente del accidente, confirmaron en rueda de prensa los malos pronósticos: el edema cerebral que sufría Schumacher les había obligado a inducirle un coma farmacológico para intentar controlar sus constantes vitales. Le faltaban cuatro días para cumplir 45 años.

Las primeras 48 horas se hicieron eternas. La segunda rueda de prensa de los doctores del hospital universitario de Grenoble, tras una segunda intervención de urgencia, levantaron relativamente el optimismo. Por un lado, los médicos confirmaron que una leve mejoría les permitió someterle a una operación para reducirle la presión intracraneal. Por otro, los médicos se encontraron con un panorama desolador: el accidente no sólo le había producido un fortísimo traumatismo craneoencefálico, sino que le había afectado a todo el cerebro y tenía lesiones que los galenos no iban a poder arreglar.

Con el paso de los meses, el goteo de noticias acerca de Schumacher fue disminuyendo. Los médicos habían conseguido estabilizarle, y las investigaciones acerca de lo sucedido en Meribel empezaron a ocupar los titulares. Desde un principio se afirmó que el accidente había sido fruto del infortunio, de un cúmulo de circunstancias ajenas a cualquier previsión. La propia Fiscalía de Albertville, encargada de dirimir las posibles responsabilidades civiles o penales del incidente, acabó determinando que no existía responsabilidad de teEl siete veces campeón del mundo sigue en Suiza un duro proceso de recuperaciónrceros, y apenas dos meses después del suceso, la justicia francesa archivó el caso judicial. Incluso se especuló con que el soporte la cámara GoPro que llevaba el piloto en su casco le produjese los mayores daños, obligando a la propia empresa de estos conocidos aparatos a sacar un comunicado desmintiéndolo.

Mientras el Gran Circo enfilaba el Gran Premio de Baréin, llegaron las primeras buenas noticias de verdad: Schumacher empezaba a despertar del coma. Esos «momentos de consciencia», como describió la representante de Schumacher, fueron el paso previo a la salida del coma definitivo. La ausencia de noticias empezó a ser motivo de esperanza y no de desasosiego desde ese momento, y a mediados de junio llegó el que, hasta el momento, ha sido el último comunicado oficial al respecto: Michael Schumacher despertaba definitivamente del coma y era trasladado del hospital de Grenoble, para continuar su recuperación más cerca de su casa. Desde ese momento, la familia Schumacher se encuentra volcada con la larga rehabilitación a la que están sometiendo al ex piloto.

Recuerdo imborrable

Desde el 29 de diciembre de 2013 hasta hoy, muchos han sido los gestos de apoyo de la Fórmula 1, especialmente desde que Jules Bianchi empezara a compartir titulares con Schumacher. El accidente del piloto galo en el Gran Premio de Japón de este año le han convertido en otro de los grandes focos de las oraciones del paddock, y junto al #KeepFightingMichael se ha podido ver un #ForzaJules, tanto en los cascos como en las propias decoraciones de los monoplazas. Obviamente en Ferrari han vivido con especial duelo las noticias al respecto del mayor campeón que han tenido en sus filas, y pese a lo caótico de su año, no han desaprovechado la oportunidad de rendirle homenaje. Un detalle que habla de lo duro que ha sido el accidente de Schumi para los miembros de la Scuderia es que en la entrada al Museo Ferrari de Maranello, muy cerca de la sede del Cavallino Rampante, lo primero que se encuentran los visitantes es sendos carteles de ánimo hacia el kaiser y hacia Bianchi.

Pese a que lo más duro ha pasado, que nadie se lleve a engaño: el estado de Michael Schumacher nunca volverá a ser el mismo. Su movilidad se ha quedado reducida prácticamente a los mínimos para mantenerse vivo, y de aquel atleta germánico queda poco más que un recuerdo glorioso e imborrable. Sólo queda esperar a que, con ayuda de la ciencia médica, Michael Schumacher logre vencer, como ha hecho siempre, el mayor de los Grandes Premios.

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