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Barreda, en el Dakar.
Barreda saca pecho entre riadas
dakar | octava etapa

Barreda saca pecho entre riadas

Las condiciones meteorológicas hicieron peligrar la jornada de este martes y han motivado la anulación de la del miércoles a causa de un deslizamiento de tierras causado por las tormentas

david sánchez de castro

Martes, 10 de enero 2017, 22:10

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Tras una etapa suspendida y tres acortadas, la meteorología ha decidido marcar lo que queda de Dakar. La jornada de este martes ya se vio acortada en 73 kilómetros por culpa de las trombas de agua y el desbordamiento de un río en las zonas altas entre Bolivia y Argentina, y a punto estuvieron de forzar la cancelación antes de tiempo de la etapa. Un alud en Jujuy, ya en Argentina, hizo temer por la disputa completa del día. "Hay problemas en la ruta. Se evalúan otros caminos", dijo la organización, en un escueto comunicado.

Esos "problemas en la ruta" era un absoluto caos. La pista se convirtió en un barrizal imposible de superar por casi todos los competidores. Desde el equipo oficial de Honda, incluso, pidieron por twitter a los responsables de las cuentas oficiales del Dakar que contactasen con la organización para informarles de que la ruta hacia Salta, porque estaban atascados en el kilómetro 246, absolutamente bloqueados. Tras la etapa maratón del lunes, las asistencias y los competidores tenían que viajar a la vez hasta el siguiente 'bivouac' ya en Argentina, pero las carreteras se hicieron imposibles de transitar.

La etapa se dividió en dos partes, con una zona neutralizada de 176 kilómetros entre un punto de control y otro. La primera parte, de 171 kilómetros, fue superada por todos sin problemas, aunque con algún susto. Barreda en motos y Peterhansel en coches arrancaron con mucha fuerza, pero las noticias más adelante no eran nada halagüeñas. En la segunda llegó el caos. Equipos parados, bloqueados nada más arrancar desde el segundo punto de control, y las asistencias pidiendo explicaciones a la organización. No había nada montado en Salta, y los corredores necesitaban un razonable descanso para que los mecánicos se pusieran manos a la obra para arreglar sus maltrechas máquinas, tras dos días de travesía por dunas y barro.

La caravana del Dakar empezó a replantearse soluciones, como la de montar el campamento en Tilcara, a unos 200 kilómetros de Salta. Mientras se decidían y no, un hombre quiso pescar en río revuelto: Joan Barreda. El valenciano arrancaba la jornada con una hora y diez minutos de retraso en la general sobre el líder Sam Sunderland. Lo tiene muy complicado, y sólo una épica remontada, de las más grandes que se daría en la historia del Dakar americano y africano, le permitiría alzarse con el ansiado trofeo Touareg.

Por eso, en condiciones tan adversas como la de este martes, puso el modo 'full attack' en su Honda y desde los primeros kilómetros impuso un ritmo infernal. Arriesgando muy por encima de lo que la precaución y casi la lógica permitían, 'Bang Bang' se empeló en llevarse una victoria que, finalmente, no le dio todo el rédito que esperaba. Se impuso por casi cuatro minutos sobre el austriaco Walkner y y el británico Sunderland, con lo que el tiempo de diferencia con la cabeza apenas se inmutó. Consciente de que no puede hacer otra cosa, Barreda se ha planteado lo que queda de Dakar de manera muy similar a 2016: intentar apretar lo máximo posible y forzar el fallo de sus rivales. Su segunda victoria de etapa en este Dakar (tercera, si se cuenta con la que le quitaron en la cuarta jornada de competición por la sanción masiva a todo el equipo Honda) da buena muestra de las ganas que tiene de exprimir al máximo todo lo que se pueda. Otro de los pilotos españoles destacados de esta jornada (y que está cuajando, en general, un buen Dakar) fue Joan Pedrero. El de Sherco llegó a la primera meta del día en segunda posición, pero fue cediendo poco a poco hasta perder seis minutos. Quinto del día, y vigésimo de la general.

Loeb se reivindica

Sebastien Loeb se llevó una nueva victoria, que le sirve no sólo para apretar la pelea entre los Peugeot por la victoria, sino también para demostrar que está en condiciones de batir al veterano Stéphane Peterhansel, que cede el liderato de la general en favor del nueve veces campeón del WRC. Loeb, no obstante, no tuvo una jornada fácil. Un pequeño fallo de navegación en los últimos kilómetros de la caótica especial estuvo a punto de dar al traste con una jornada espectacular para él: de más de cinco minutos de ventaja, pasó a tener sólo dos, y al final más de 3 y medio. En total: una remontada que aprieta mucho la clasificación, con menos de dos minutos en el duelo francés de los dos pilotos Peugeot.

Cyril Despres, pese a que tiene más de 17 minutos de retraso con respecto a sus compañeros, no se rinde y quiere apurar todas sus opciones. Quien cae de la pelea de manera irremediable es Nani Roma. Aún quedan kilómetros de sobra para dar la campanada, o al menos llegar al podio, y el Toyota Hillux se ha mostrado bastante más fiable de lo que decían las previsiones. No obstante, una nueva jornada como la de este martes (ha cedido más de 13 minutos), le harán despedirse de sus esperanzas.

La novena etapa, que debía disputarse el miércoles entre Salta y Chilecito, en el noroeste de Argentina, ha quedado anulada "en respuesta a un gigantesco deslizamiento de tierra causado por tormentas", anunció la organización. "La jornada de mañana (miércoles) será dedicada para reagrupar todos los recursos de la carrera en Chilecito, para así continuar con la prueba, dando el inicio de la décima etapa, Chilecito-San Juan", el jueves, precisó la organización en un comunicado.

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