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Instante en el que Pedrosa (26) supera a Rossi (46) a siete vueltas del final de la carrera de MotoGP en Misano. :: afp
Pedrosa sale de la oscuridad

Pedrosa sale de la oscuridad

Consumó una remontada que pilló desprevenido a Rossi, al que Lorenzo acusó de «demasiado agresivo» cuando lo superó al comienzo

JOSÉ MANUEL CORTIZAS

Lunes, 12 de septiembre 2016, 00:58

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Otra fiesta chafada. Cuando todo estaba dispuesto -la carrera así animaba a pensar- para la enésima entronación de Valentino Rossi en Misano, ante sus miles de seguidores, surgió de la nada, de la profunda oscuridad Dani Pedrosa para poner patas arriba la cita sanmarinense de MotoGP. El título nadie se lo arrebatará a Márquez, pero cada Gran Premio tiene vida e historia propias y el choque de egos está servido, garantizado. Salvo Jorge Lorenzo, cada domingo más decepcionante que el anterior, incluso sin el atenuante de la lluvia, el resto de inscritos da lo que puede. El balear no, por mucho que aparezca en un cajón que no le supuso esfuerzo más allá de ir descontando vueltas. La carencia de chicha que mostró sobre el asfalto la quiso después recuperar para polemizar con su compañero de Yamaha, al que acusó de haberle sentenciado con un adelantamiento «demasiado violento, agresivo e innecesario, porque rodaba mejor y me iba a poder pasar después sin problemas». Su coequipier aceptó el guante dialéctico y le invitó a tirar de videoteca para ver su comportamiento en tiempos pasados.

Debería el futuro inquilino de Ducati emular a los demás gallos del corral, que sí se lanzaron picotazos a las crestas, pelearon por la condición de gobernantes y el más certero resultó el menos esperado. Aunque el amarillo que determina la estancia en territorio Rossi inundó gradas y recta de llegada en el protocolo del cajón, nadie dejó de alegrarse por el regreso de Pedrosa, que podrá seguir jactándose de haber logrado al menos una victoria por temporada quince años consecutivos.

La puesta en escena fue vibrante. Lorenzo partió con la efímera idea de hacer valer su otrora incontestable modus operandi. Quiso romper la carrera, largarse, pero no iba a ser posible en Misano, a 15 kilómetros del hogar de Rossi. El italiano le superó en una maniobra crítica, pero a todas luces asumible. Lo que pasa es que el mallorquín se ha difuminado tanto este curso que todo le resulta extraño, ajeno, fruto de que ha dejado de ser protagonista. En una vuelta, 'The Doctor' se hizo con un botín de medio segundo que invalidó que nadie le parasitara. Lorenzo rodaba de momento en tierra de nadie y aunque tenía un colchón cercano a los dos segundos ante Márquez, la opinión generalizada apuntaba a su caza. Maverick Viñales fue esta vez 'paganini' de la furia reinante en la planta noble de MotoGP. Cedió a las primeras de cambio ante el líder, Dovizioso y Pedrosa.

Hasta la vuelta 11 de las 28 programadas, Rossi mantuvo intacto su protocolo. Un segundo elástico, que se reducía y estiraba un par de décimas por giro, constituía una rutina que le pasó factura. Se mostraba confiado con ese margen ante Lorenzo y Márquez, que rodaban juntos. Pero aún no se había percatado de que el verdadero peligro llegaba desde más atrás. Pedrosa surgió de la tercera fila, montó un neumático más blando delante que su competencia y en cuanto se sintió seguro con su respuesta inició la caza. Se merendó a Márquez y Lorenzo en vueltas distintas, pero en idéntica equis marcada en Misano. Batió tres veces seguidas el récord del circuito y en su pulso con Rossi previo al adelantamiento del barcelonés se fue más allá de los límites, como hizo el italiano, sin que dirección de carrera tomara cartas en el asunto como hizo con Viñales y Crutchlow.

Desenlace

Otro desenlace pudo ser posible si en vez de controlar a Lorenzo hubiera optado Rossi por tirar. No lo hizo y cuando Pedrosa le crujió con un soberbio exterior entendió que se le había colado un invitado no deseado en la fiesta. Hubo un par de escarceos sin fruto para el astro de Tavullia, que pese a todo acabó celebrando la segunda plaza como una conquista, ya que Márquez se rindió a diez giros del final y ni siquiera pleiteó por el tercer cajón en el podio. Con este triunfo, Dani Pedrosa rompe su peor racha, que le había mantenido alejado del champán durante cinco carreras seguidas.

En Moto2, Rins tuvo que rendirse a dos vueltas del final en su mano a mano con Baldasarri, pero al quedar Zarco cuarto se queda a tres puntos del liderato con cinco carreras pendientes. En Moto3, nueva muesca de Binder, que podría ser matemáticamente campeón en el próximo Gran Premio en Alcañiz.

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