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La piña local junto al técnico, Diego Carrasco. F. T.
Una noche especial en Cártama

Una noche especial en Cártama

El público y los familiares de las jugadoras vibraron en una jornada especial y en un recinto poco habituado al deporte de élite

Fernando Torres

Sábado, 11 de noviembre 2017, 00:45

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Nada más llegar al polideportivo municipal de Estación de Cártama se notaba que era una noche especial. En la puerta del recinto, familiares de las jugadoras del Rincón Fertilidad esperaban impacientes a que comenzara el encuentro. Las reinas del balonmano malagueño se estrenaba en Europa y la situación merecía todo el apoyo de la afición, y también de las administraciones. Un pacto entre los dos equipos ha hecho que ambos partidos, el de ida y el de vuelta, se jueguen en Málaga, por lo que había que encontrar dos a espacios diferenciados, y Cártama salió a la palestra para apoyar a ambos clubes. Según comentó ayer el alcalde del municipio, Jorge Gallardo, presente en el encuentro, el espacio estaba reservado para un festival de cine «que se ha celebrado en otro sitio para que se celebre el partido».

Anoche las malagueñas jugaron como equipo local, ya que, aunque mañana jueguen de nuevo en casa, en Carranque, lo harán como el equipo visitante. Las gradas del polideportivo rugieron, como era de esperar, a favor del Rincón Fertilidad, porque el partido era una verdadera fiesta en la que el marcador importaba, pero el hecho de estar jugando en la Women’s Challenge Cup ya era un motivo más que de sobra para que los asistentes cantasen como lo hicieron.

El choque fue una verdadera fiesta y por momentos el marcador dejó de importar

Las locales se reunieron en una piña tras el choque a un grito de «¡Málaga!»

Momentos antes de empezar, Alberto y María ocupaban unos asientos en el centro de la grada. «No somos familiares de ninguna de ellas, pero hemos leído que jugaban aquí (ambos eran de Cártama) y hemos querido venir a verlas». Al término del encuentro, ambos reconocieron que «había merecido la pena», ya que cantaron cada gol «como si fuese la final de la copa del mundo». Juanjo, Miguel y Esteban tampoco eran familiares de las componentes del equipo, aunque sí están siguiendo su inclusión en el balonmano nacional, porque son «amantes de todos los deportes». Varios centenares de personas arroparon a las malagueñas en su primera vez jugando en competición europea.

Madres con hijos

Pero, sin duda, la alegría más intensa por la victoria, además de la de las propias jugadoras, fue la de los familiares. Muchas de ellas son madres, por lo que celebraron el triunfo con sus hijos en brazos. Una de las jugadoras más jóvenes del Rincón Fertilidad caminaba hacia los vestuarios junto a su madre, abrazadas. «¿Cómo te sientes?», preguntó la madre. «Eufórica», dijo la deportista. La comodidad del triunfo no impidió que la victoria se saborease como lo que fue: un paso de gigante hacia la siguiente ronda de la copa europea.

De hecho, las jugadoras no desaprovecharon la oportunidad de mostrarle a la afición sus ganas de triunfar ya que, cuando ya se habían despedido –con un deportivo apretón de manos a las integrantes del WHC Metalurg–, se reunieron en un corro y gritaron «¡Málaga!», un grito que, si no cambian las tornas, sonará con la misma fuerza mañana en Carranque, donde se disputará la vuelta de esta fase inicial del torneo.

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