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julio rodríguez
Domingo, 19 de marzo 2017, 01:47
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Salvados en lo deportivo, y con algo más de tranquilidad en lo institucional. El conjunto sénior del Trocadero Marbella Rugby Club será equipo de División de Honor B un año más. A solo dos jornadas de finalizar la competición ha garantizado la sexta posición del grupo C e incluso tiene posibilidades matemáticas, aunque remotas, para llegar hasta la quinta plaza. Pese a los graves problemas económicos por la paralización de sus cuentas a consecuencia del impago del IBI de las instalaciones municipales que usan, el club se ha mantenido firme. La solidaridad de Marbella, los clubes deportivos locales y el rugby nacional han sido fundamentales con su apoyo para que la directiva mantenga el normal funcionamiento de una entidad señera.
El último compromiso a domicilio en Madrid se saldó con una derrota más dolorosa de lo habitual. El equipo tenía el duelo igualado a 35 puntos hasta el tramo final. Una patada a palos y un ensayo en el último suspiro dio el triunfo al Olímpico Pozuelo, séptimo clasificado.
Esta semana el equipo descansará para afrontar los dos últimos choques de la Liga en su temporada de debut. El próximo será contra el tercero del campeonato, Sanitas Alcobendas B, para cerrar su concurso con el descendido virtualmente Helvetia.
Ofrecimientos internacionales
La buena marcha del equipo, el salto cualitativo en la parcela deportiva y orgánica del club ha propiciado que jugadores de dentro y fuera de España se hayan ofrecido a jugar en el equipo. «Nos han llamado gente de Nueva Zelanda, Argentina e Inglaterra. Las condiciones para vivir aquí y jugar al rugby son extraordinarias», comenta a SUR el líder del equipo Ignacio Molina. De hecho, la idea es lograr un salto exponencial para la próxima campaña. «Llevamos planificando la temporada que viene unas semanas buscando un salto de calidad. El objetivo será estar entre los tres primeros para ascender. Será difícil pelear, pero la tercera posición sería factible. Hemos pagado el año de novatos» afirma.
Solución económica
Sin embargo, las pretensiones económicas se escapan a un club que sigue siendo humilde pese a sus extraordinarios resultados de cantera y el primer equipo. «Estamos tanteando ya ha patrocinadores, esperamos que se resuelva el tema del IBI lo antes posible», añadió.
Las esperanzas del club pasan por que la Gerencia Territorial del Catastro en Málaga revise a la baja el valor de la parcela donde se asientan las instalaciones municipales. «Este área deportiva y zona verde no puede valer 4.800.000 euros como las urbanizaciones colindantes. Nos plantearíamos pagar el IBI si en vez de llegarnos un recibo desorbitado de 30.000 euros fuera de unos 500», relata a SUR Molina, gerente de la entidad.
Los servicios jurídicos estiman que la resolución puede llegar en un mes o un año. No obstante, en caso de que el Catastro acepte la petición municipal en pleno de revisar el valor de la zona, el Trocadero Marbella Rugby Club podría conseguir hasta un 95% de bonificación municipal para pagar el recibo de una instalación propiedad del consistorio marbellí.
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