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Diferentes partes de una escopeta semiautomática. :: sur
Consejos básicos para limpiar la escopeta

Consejos básicos para limpiar la escopeta

Con la llegada del final de la temporada, es importante hacer una puesta a punto del arma

JOSÉ MIGUEL MORALES

Jueves, 9 de marzo 2017, 01:04

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La temporada cinegética está pegando sus últimos coletazos y es momento de, además de albergar esperanzas e ilusiones para la siguiente, ponernos manos a la obra y limpiar nuestras escopetas que tantos buenos momentos nos han brindado. Es recomendable revisar y limpiar de forma periódica nuestra compañera de lances cinegéticos, con el fin de preservar su buen estado y funcionamiento, en especial tras las jornadas de caza en las que la hayamos disparado en gran cantidad, expuesto a la humedad, lluvia o si sufrimos una caída que nos haga pensar que cualquier elemento indeseado ha podido hacer incursión en ella. Pero donde es imperativo realizarle una buena limpieza es antes de guardarla con la idea de grandes períodos de inactividad, momento actual para muchos tras la finalización de la presente temporada.

RECOMENDACIONES

  • uAlmacenaje. Lo ideal será guardar nuestras escopetas o rifles en un lugar sin humedad y mejor en el armero que en sus fundas.

  • uUso del disolvente. Todas las zonas que estén en contacto con residuos de pólvora se pueden limpiar con disolvente especial para armas que disolverá ese tipo de suciedad. Pero nunca se debe utilizar disolvente ni en el cañón ni en la carcasa ya que dañaría su protección superficial.

  • uRevisiones. Una escopeta, en especial si no es nueva, no debería pasar más de tres temporadas sin que la revise un armero.

  • Aceite. Es importante no pecar nunca por exceso de aceite en las diferentes partes y piezas del arma ya que un exceso de este, facilitará su solidificación al pegarse en él partículas de polvo, arenilla o pólvora, provocando así un mal funcionamiento de los mecanismos.

Antes de proceder a la limpieza de nuestra escopeta, debemos disponer de una serie de elementos fundamentales como son: una baqueta con sus diferentes cepillos para limpiar el interior del cañón, disolvente especial para armas, aceite especial para armas o en su defecto 'tres en uno', trapo de algodón para no dejar restos de pelusa, estropajo de aluminio, un punzón y finalmente, un martillo de goma para desmontar el sistema de disparo sin dañar el arma, en caso de limpiar una escopeta semiautomática, más comúnmente conocida como repetidora. Lo primero, una vez cerciorados que el arma está descargada, es desmontarla sacando el guardamano y el cañón; en el caso de las escopetas semiautomáticas, requerirán un poco más de atención que las paralelas o las superpuestas.

Limpieza del cañón

Para limpiar el interior del cañón, sin duda la parte que determinará una mayor o menor vida útil de nuestra arma, debemos hacer uso de una baqueta, la cual suele venir con tres cepillos diferentes y con el que podremos limpiar el pavón o interior del cañón, que en el caso de la mayoría de escopetas suelen ser del calibre número doce.

En cuanto a los cepillos, si el cañón aloja una elevada cantidad de suciedad en su interior, habrá que hacer uso en primer lugar del cepillo metálico en forma de espiral que, al pasarlo desde el lado de la recámara hacia la boca, recogerá y empujará los residuos de pólvora quemada hacia fuera, operación que debemos repetir varias veces. A continuación, hemos de usar el cepillo de cerdas duras hasta eliminar todo resto de pólvora. Una vez limpio, se aceita suavemente el interior del cañón y se emplea el tercer cepillo de lana para darle brillo y eliminar todo el aceite sobrante.

Otro punto importante a verificar son las toberas de salida de gases en las escopetas semiautomáticas o repetidoras, que tienden a menudo a obstruirse con la pólvora quemada, y si están tapadas harán que no funcione correctamente el automatismo de tiro. Para ello, conviene retirar el muelle que rodea el almacén de municiones y limpiarlo con aceite especial para armas. Todas las partes externas de la escopeta (báscula, gatillo, guardamonte, etc.), requieren en cambio una limpieza menos esmerada, siendo únicamente necesario pasar un pincel para eliminar cualquier residuo de polvo de los disparos, y depositar unas gotas de aceite especial para armas en los orificios de los percutores y en las partes móviles.

Para la manutención de la parte exterior del arma compuesta de manera, es decir, la culata, el pistolet y el pasamano, será suficiente con pasar un paño ligeramente empapado en aceite especial para nutrir la madera. En cuanto a los rifles, La limpieza se realiza del mismo modo que la mencionada para las escopetas, pero con la salvedad de desplazar siempre la baqueta y los escobillones desde la recámara hacia la boca de salida y nunca en dirección contraria, para evitar daños por acumulación de materiales cerca de la recámara.

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