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España ofrece una exhibición para pasar a cuartos
balonmano

España ofrece una exhibición para pasar a cuartos

El equipo de Manolo Cadenas arrolló a Túnez con una lección de buen balonmano

miguel a. pindado

Domingo, 25 de enero 2015, 02:59

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España ya está en cuartos de final, el paso previo para luchar por las medallas que es el objetivo primero de los hombres de Manolo Cadenas. Y lo logró con una auténtica exhibición ante Túnez. La selección española hizo honor a las estrellas que lucen en sus camisetas y ofreció todo un recital de balonmano, de juego sencillo, sin alharacas, con el manual como libro de cabecera y la pizarra como los deberes que cumplir. Cada acción del conjunto español fue un compendio del buen balonmano haciendo gala de prácticamente todos los recursos de este deporte. Porque si brillante y espectacular es el juego de ataque y la finalización en gol de la jugada, no menos brillante es la defensa y la destrucción del ataque rival que permite mantener la portería casi imbatida y facilita a la vez los contragolpes.

Todo lo hizo bien España y por el juego desplegado en los últimos tres partidos es sin lugar a dudas el mejor equipo del Mundial. Ahora ya está en cuartos de final, donde le espera el vencedor del enfrentamiento entre Dinamarca e Islandia de hoy. Cualquier de los dos debería estar temblando.

Quien pagó los platos rotos de la exquisitez española fue esta vez Túnez. Manolo Cadenas no quiso sorpresas y desde el calentamiento ya había aleccionado a sus hombres para que saltasen a la cancha desde el primera minuto con máxima concentración. Y así fue. Los primeros diez minutos fueron excelsos. El ataque español, con tanta simplicidad como perfecta ejecución, burlaba sistemáticamente la dura defensa tunecina. Maqueda, Julen, Rocas, Canellas o Raúl movían el balón con una precisión milimétrica para que sus movimientos dejasen al compañero el tiempo y el espacio suficientes para lanzar, penetrar y marcar.

A los cinco minutos pidió su primer tiempo muerto Hasanefendic. El marcador señalaba un 4-0 abrumador. Su equipo apenas había podido lanzar y cuando lo había hecho allí apareció un inconmensurable Gonzalo Pérez de Vargas que ha explotado en este Mundial y se ha erigido en portero titular de la selección española. Al final del choque, el joven guardameta fue elegido mejor jugador del partido con sus 15 paradas.

Túnez, que había comenzado con un 5-1 en defensa, tuvo que retrasarse a un 6-0, pero que tampoco le ofreció rendimiento alguno. España, como un martillo pilón, ofrecía una lección en cada jugada de ataque, de esas para enmarcar y enseñar en los colegios como fundamento del balonmano. Las diferencias subían como la espuma y ni siquiera la exclusión de Gedeón a los once minutos frenó la borrachera de juego español. Antes al contrario, incluso en inferioridad, la defensa española se mostró solvente, recia, sin fisuras y con la siempre impecable actuación de Gonzalo bajo palos.

Los cambios en el equipo tunecino no servían más que para despistar al propio equipo magrebí. Sin embargo, los cambios en el equipo español no bajaban ni un ápice la intensidad ni el ritmo de juego. Así, las diferencias se fueron disparando para llegar al descanso con un marcador de 18-9 que prácticamente sentenciaba el choque.

En la segunda mitad, España salió a conservar. No era cuestión de hacer sangre ni de arriesgar más de la cuenta en un partido que ya se tenía en el bolsillo. Y a pesar de ello, casi por inercia, aumentó su ventaja hasta los diez goles.

El técnico tunecino dio entrada al veterano Megannem y desde la dirección de juego ordenó un poco su ataque. Por momentos, por fin los magrebies eran capaces de elaborar una jugada y burlar mínimamente a la defensa española. Pero ni siquiera tres goles consecutivos de los tunecinos y las polémicas decisiones arbitrales les dio la moral necesaria para la remontada, ni tampoco España les ofreció argumentos para ello. Solamente con la defensa apagó cualquier esperanza tunecina e incluso el propio Megannem se rindió ante la eficacia de Gonzalo en la portería.

Solo el cronómetro se resistía a dar como vencedor a España y cuando se cumplió el minuto 60, la selección celebró por todo lo alto su clasificación para cuartos y muy especialmente su excelente partido. España se sabe favorita, ahora sí.

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