Malagueños de podio

Son casi desconocidos, no tienen sueldos millonarios y pocas veces los paran para pedirles un autógrafo. Sin embargo, son el mejor indicador de la salud y cultura deportiva de una ciudad. Después de muchos años, casi dos décadas de sequía a nivel internacional, el deporte malagueño vive el mejor momento que se recuerda en especialidades individuales. Las más complejas, exigentes y, también, las más ingratas. No tienen el respaldo de un equipo cuando las cosas van mal, ni tampoco cuando hay algo que celebrar. Viven casi en el anonimato, aunque se entrenen los 365 días del año buscando una gloria efímera.

Por estos motivos, los éxitos conseguidos este mes por el triatleta Rubén Ruzafa (campeón del Mundo de triatlón cross), la nadadora Duane Rocha (campeona de Europa de 200 espalda) y el lanzador de peso Borja Vivas (subcampeón de Europa) se pueden catalogar de extraordinarios. Vivas rompió su maldición a nivel internacional con un prodigioso lanzamiento en los Europeos de Zúrich. Duane confirmó como acertada su decisión de cambiar Madrid por Málaga para entrenarse, y Ruzafa ha refrendado su dominio en una especialidad multidisciplinar.

Experiencias de sacrificio

No es fácil poder reunir en una imagen tanto éxito. Por eso, nada más verse en el encuentro organizado por SUR esta semana, los tres esbozaron una sonrisa cómplice. Cada uno sabía lo que sentía el otro, pero también lo que les ha costado conseguirlo. ¿Qué factores han influido para que todos estos éxitos coincidan? Es evidente que la provincia vive una movilización deportiva total. Correr, nadar y montar en bicicleta está de moda y si a eso se le une una cada vez más completa red de instalaciones deportivas, los resultados acaban llegando. Sin embargo, lo que ha conseguido el trío fantástico está a otro nivel. Son tres experiencias de sacrificio distintas narradas en primera persona.

El caso de Duane Rocha es muy particular. A mitad de temporada hizo las maletas y se volvió a Málaga. Dejó Madrid, el Canoe y a sus entrenadores para instalarse en Malaga y empezar a trabajar en Inacua. «Cambié mi vida, todo dio un vuelco explica sentada al borde de la piscina en el Centro Acuático. Quería seguir nadando y quería nadar, pero la verdad es que no tenía muchas expectativas porque empecé la temporada muy tarde y cambié de entrenador. La realidad es que cambié de entorno porque vivía en Madrid y me he tenido que adaptar a cambios exteriores. Para mí fue un éxito meterme en la selección para ir al Europeo porque nadé con muchas dudas, así que quería disfrutar. A medida que fui pasando de fases, me lo fui creyendo y a la final llegué a por todas. Tuve la suerte de que me salió y fue increíble», reconoce. Justo a su lado, el menudo pero rocoso Rubén Ruzafa guarda una historia similar. También intrudujo cambios en sus hábitos y hasta el momento se está mostrando imbatible. Ha ganado todas las pruebas del circuito Xterra, también el Mundial de triatlón cross. «He cambiado de entrenadores. Estoy con Guillermo Mediano y Mikel Zabala, y me va bien. Ver que los cambios dan resultados siempre es gratificador. Me quedan todavía un par de pruebas importantes», cuenta con cierta modestia.

La soledad del éxito

No es la única similitud para el trío dorado del deporte malagueño. Lo que más resaltan es la soledad del día a día o del momento de competir. «El deporte siempre implica sacrificios, aunque sea en una modalidad de conjunto. Es cierto que nosotros nos encontramos más solos, y más en el caso de especialidades como la que practica Borja Vivas, que casi es el único de la ciudad que la practica», insiste Ruzafa.

Al margen del esfuerzo físico, está el condicionante psicológico, la mentalidad ganadora. El momento clave en el que se juegan la temporada y en el que no hay un apoyo para descargar la presión. En el caso de Duane Rocha, se encontró con un impulso inesperado, el de la juventud que ahora la rodea.

«Aunque entres en la piscina sola, en mi caso me entreno en grupo y eso ayuda mucho, porque son chavales jóvenes que tienen una gran ilusión. Me han transmitido sus ganas y creo que eso me ha influido. Después de mucho tiempo compitiendo es fácil que en momentos determinados pierdas la ilusión, y más si los resultados no acompañan. Te surgen dudas, es inevitable. Ahora trabajo con mucha gente joven y me han llenado de ilusión. Por eso digo que aunque sea un deporte individual, considero que también hay una importante carga de trabajo en equipo. Luego, a la hora de competir, eres tú o nadie, a esa hora y ese día», sentencia.

Vivas sabe de qué va eso de la soledad. Los lanzadores de peso en la provincia casi se pueden contar con los dedos de una mano. Trabaja en la Ciudad Deportiva de Carranque tarde y noche. Allí ha pulido su técnica para consolidarse como el número uno nacional y, ahora, como subcampeón de Europa. «La soledad es lo más duro. Nosotros nos jugamos toda la temporada en un día. Una mala jornada te echa a perder el trabajo de muchos días. Quizá en una especialidad colectiva si tienes un mal día, está ese compañero que te apoya y te puede tapar. Más allá de que lo que yo, Duane y Rubén practicamos sean deportes individuales, lo que sí se echa en falta es la ausencia de reconocimiento para ese deporte por parte de la gente. Es bueno abrirse al público para que se acerque y vea que el sacrificio que hacemos no sé si es mayor que el resto, pero al menos igual; eso sí, con una repercusión menor», explica este malagueño que ayer pasó por el altar para casarse con su novia de toda la vida.

Istalaciones

Al margen de la cultura deportiva, que es evidente que va en aumento, la mejora en las instalaciones es un factor cuyo impacto se dejará sentir dentro de unos años. El Centro Acuático, donde se hicieron las fotografías para este reportaje, es un buen ejemplo, y por supuesto, el estadio de atletismo, que está justo al lado, y sin perder de vista las modelícas instalaciones de Torremolinos. Ayudarán a que en no mucho tiempo, los éxitos de Rocha, Vivas y Ruzafa tengan continuidad. Después de pasar toda su carrera fuera de Málaga, han comprobado el salto de calidad experimentado por la ciudad en este sentido. «En Málaga hay unas instalaciones estupendas. En mi caso, me entreno en Inacua y son increíbles. Donde he estado entrenándome pocas veces he encontrado algo así. Pero lo que he notado más es volver y estar con mi gente. Cuando estás fuera tienes nostalgia y, si no estas a gusto del todo, repercute en tu forma. Se han alineado las estrellas, sin duda», explica la nadadora.

Y casi directamente ligado con unas instalaciones está la mejora de los materiales. Aunque parezca que Borja Vivas lanza una bola de hierro sin más, el artefacto de más de siete kilos cuesta más de 600 euros y solo hay un fabricante homologado. «Tienen un negocio montado...», bromea. Duane se basta de su increíble capacidad para deslizarse, algo que destacan todos los técnicos, pues desde la supresión de bañadores milagro, ya no hay secretos, aunque es cierto que las piscinas cada vez son más rápidas. El que más se ha benefiado del desarrollo de los materiales es Ruzafa. El malagueño cuenta con el patrocinio de la firma de bicicletas Specialized, una de las más importantes del sector. Su montura con la que campea por el circuito Xterra cuesta unos 6.000 euros. Sin embargo, es su capacidad para dominar tres disciplinas (ciclismo, natación y atletismo) lo que lo convierte en un atleta total. «Yo hacía bicicleta y de vez en cuando algún duatlón. Con 20 años empecé a nadar, pero también comenzaba ya a compaginar varias especialidades. Me queda por aprender, porque en la natación pierdo casi dos minutos en el agua ¡A ver si Duane me ayuda! Es evidente que los materiales van mejorando y la firma que me suministra tiene mucha calidad», reconoce.

Estas son sus historias de éxito, pero también de sacrificio. La clave es que surjan relevos para reemplazarlos, algo que parece que ya se está cocinando.