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Los jabegotes de ‘La Fogonera’, botando ayer la embarcación en la Playa de San Andrés.
‘La Fogonera’, a dos mangas del título

‘La Fogonera’, a dos mangas del título

La Playa de la Misericordia acogerá el sábado la última prueba de la Liga de Jábegas

miguel céspedes

Jueves, 28 de agosto 2014, 01:31

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El ojo situado en la proa de La Fogonera brilla más que nunca. Cuentan que este detalle lo colocaban los calafateadores en los botes para asustar a los monstruos marinos y piratas que asolaban el Mediterráneo. El de la embarcación de Huelin está preparado para ahuyentar a sus rivales de La Traya y La Chora en la última prueba de la Liga de Jábegas, que se disputará el sábado (a las 18.30 horas) en la playa de la Misericordia.

Los animaores de las tres barcas preparan sus gargantas para alentar a sus respectivas tripulaciones. La Fogonera parte con una ventaja importante cinco y seis puntos, respectivamente sobre las jábegas de Pedregalejo y Torremolinos, sus dos perseguidoras. Estas últimas parten con mínimas opciones al triunfo final, ya que necesitan que los de Huelin no se clasifiquen para la manga final. Complicado si se tiene en cuenta que de las diez regatas disputadas hasta la fecha, los de San Andrés han ganado cinco, y siempre han quedado entre los tres primeros.

La Fogonera fue construida en 1991 por Julián Almoguera, quien bautizó la jábega como María Juliana. El año pasado, la barca fue adquirida por el Club de Remo San Andrés. La actual denominación tiene origen en una embarcación abandonada en la playa de La Malagueta que rehabilitó el abuelo del actual patrón de la jábega, José Manuel Díaz. Con un peso que ronda los 950 kilogramos y sus estilizadas líneas hacen que sea visto como el bote más completo de los diez que participan en la Liga provincial.

Ayer, en la playa de San Andrés un hombre de unos 60 años reparaba los remos y ultimaba todos los detalles desde primera hora de la tarde, para que dos horas después los remeros del club de Huelin aparecieran para entrenar. Era Manuel Díaz El Paloa, una institución de las regatas en Málaga. «Los jóvenes se entrenan dos o tres veces. Algunos, cuando se ven los callos en las manos o sangran de entrenarse sentandos en los bancos, lo dejan», comenta mientras se toca una medalla de un timón con la virgen marinera que le cuelga sobre el pecho. «Si no fuera por mí, no habría jábegas en Huelin», confirma El Paloa quien a sus 14 años ya remaba. «He visto a mi padre en regatas y ahora veo yo a mi nieto. Son cuatro generaciones. Toda una vida. Cuando se acercan las pruebas, no puedo ni dormir. Me pongo muy nervioso. Espero que el sábado todo salga bien y podamos ser campeones».

Entre las diez jábegas que han competido en esta tercera edición de la Liga, denominada Copa Pepe Almoguera, la desigualdad entre las embarcaciones participantes llama la atención. Difieren tanto en peso aunque se lastran para equipararlas como en forma. No todas retienen el mismo agua y, por lo tanto, requieren el mismo esfuerzo. Por ejemplo, La Chora posee una línea nueva, más ligera, con un peso aproximado de 500 kilogramos.

Buen nivel

El experimentado remero malagueño del Real Club Mediterráneo Adolfo Ferrer, uno de los capitanes de La Traya, se muestra ilusionado y con ganas de impulsar el mundo de las regatas de jábegas. «Hago esto por puro ocio. Es una tradición que me gusta. El año pasado unos amigos de Pedregalejo me pidieron que trajera a remeros del club y decidimos irnos con ellos. Aquí hay buena gente y son humildes. Nos vemos identificados con esos valores», aclaró el actual campeón de España de banco fijo en remo olímpico, que añadió: «Las regatas de jábegas se disputan desde hace muchos años, pero sin ser organizadas a través de un calendario oficial como ahora. Están saliendo bastante bien y ha llegado mucha cantera. También se han mejorado las barcas y los remos. Actualmente, la competición es mucho más seria, con un gran ambiente y compañerismo».

«Aunque hemos sido muy regulares, ha sido una Liga extraña para nosotros. El rendimiento no ha sido el idóneo por algunos problemas de tripulación. Formé un equipo extenso pensando en ir rotando y así cumplir en todas las regatas. También hemos probado unos remos nuevos, que han resultado ser duros y de medidas no aptas», lamentó Ferrer sobre el rendimiento de la barca de Pedregalejo.

Las distintas tripulaciones apuran su puesta a punto para el sábado, y desde mañana los distintos clubes empezarán a trasladar las jábegas a la playa de La Misericordia. La previsión apunta a que la mar estará en perfectas condiciones para la disputa de la última regata de la Liga provincial.

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