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Mansilla posa en la sede de la Federación Andaluza de Golf. :: a. díaz
«Las instituciones han vuelto a darse cuenta del impacto del golf»

«Las instituciones han vuelto a darse cuenta del impacto del golf»

Pablo Mansilla Presidente de la Real Federación Andaluza de Golf Economista de profesión y árbitro por devoción, Mansilla apuesta por las ligas escolares y los grandes torneos

ALBERTO GÓMEZ / ALEJANDRO DÍAZ

Jueves, 9 de febrero 2017, 00:57

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El malagueño Pablo Mansilla ha sido elegido presidente de la Real Federación Andaluza de Golf para los próximos cuatro años por unanimidad de su asamblea general. Sustituye en el cargo a Ángel de la Riva. Mansilla, economista y auditor de cuentas de profesión, y árbitro de golf y director de torneos por devoción, encabezaba la única candidatura presentada a las elecciones de la Federación Andaluza de Golf. A la reunión extraordinaria de su asamblea general, integrada por 39 miembros, asistieron 35, que mostraron su respaldo unánime a la candidatura de este árbitro de 45 años. La Comisión Electoral de la Federación publicó en diciembre los resultados provisionales y, una vez resueltas las posibles impugnaciones, Pablo Mansilla fue proclamado definitivamente nuevo presidente. Mansilla comenzó en este deporte en el Real Club El Candado de Málaga, cuando sólo tenía 13 años, y actualmente es 'handicap' 5 y un apasionado de las reglas de golf, lo que le llevó a aprobar el examen de arbitro autonómico por la Federación Andaluza en 2006, mientras que al año siguiente ya era árbitro nacional y, en 2013, fue nombrado juez arbitro internacional.

En 2016, la Federación Internacional lo eligió para velar por el cumplimiento de las reglas de golf en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en los que actuó como árbitro en la competición masculina. Mansilla, que en los últimos años ha formado parte de la junta directiva de la Andaluza, ha destacado entre los retos que afronta en su mandato la promoción del golf y el crecimiento del número de jugadores.

¿Cómo surgió la idea de presentarse a las elecciones?

Fue idea de un grupo de amigos. Se les ocurrió que podría presentarme tras las elecciones de 2012, que fueron muy conflictivas. La orden electoral de la Junta de Andalucía era amplia, nunca se había producido una situación así. Aquellas elecciones se cerraron en marzo de 2016. Mis amigos pensaron que mi candidatura generaría menos conflicto. No les hice caso, pero luego me lo planteó otro grupo de gente y comencé a barajar la idea. No soy político ni sospechoso de inclinarme a ninguna parte. Soy árbitro, he sido deportista y me llevo bien con todos los estamentos. Creo que los profesionales me aprecian y también los clubes, porque voy a menudo como árbitro.

Ya con perspectiva, ¿cuánto daño hizo la polémica de las elecciones al golf andaluz? Tuvo que intervenir la Junta.

Llegó a haber un contencioso-administrativo que determinó que no había habido fraude electoral. La Junta creó una nueva orden y los clubes, para tener el derecho a votar y ser electores y elegibles, deben cumplir varios requisitos, como estar dados de alta como entidad deportiva. Los clubes deportivos eligen sus juntas directivas democráticamente. Los campos comerciales no, porque es decisión de la empresa. En este caso, deben crear una sección deportiva que será elegida entre los socios y abonados. Además, deben haber participado en al menos una competición oficial el año anterior.

¿Cuántos campos cumplen estos requisitos en Andalucía?

Ese es el problema. Casi todos los requisitos se cumplen por la mayoría de los campos comerciales, salvo el relativo a las secciones deportivas. El porcentaje de campos que han podido presentarse a las elecciones es muy bajo.

¿De qué cifra hablamos?

En Andalucía hay cien campos y han podido presentarse dieciséis.

¿Se ha marcado algún objetivo en ese sentido?

Ojalá en cuatro años tengamos entre un sesenta y un ochenta por ciento de campos comerciales con secciones deportivas. Entiendo las reticencias. Los dueños de campos de golf no quieren que unos señores ajenos a la empresa, aunque sean abonados, manden sobre la vida deportiva de sus campos.

¿Qué solución plantea?

Hay que sentarse con los propietarios para explicarles que se trata de la vida deportiva, en ningún caso de la gestión. Serán los socios quienes decidan cómo serán las competiciones deportivas, pero todo lo relacionado con el área comercial sigue dependiendo, como es evidente, de las empresas. No es un trabajo fácil, pero la ley es así. Y además es lógica.

¿Van a trabajar club por club para alcanzar este objetivo?

Sí, paso a paso. Tenemos que sentarnos con ellos para explicarles que merece la pena. Hasta ahora han tenido la posibilidad de crear secciones deportivas y no lo han hecho, así que será complicado convencerles de lo contrario. No pasa nada; al contrario, será beneficioso para los campos.

¿Ha percibido cierta desconexión entre los clubes y la federación en los últimos años?

(Silencio). Entre los clubes y la federación no, pero quizás sí con los campos comerciales. Las cuotas federativas son altas y ha habido una crisis económica importante. Si a esto le sumamos la situación producida por las elecciones de 2012, pues efectivamente ha habido una desconexión. La deuda de los campos con la federación es elevada y a nadie le gusta que le recuerden que debe dinero. Algunos propietarios se han planteado modos de pago para hacer frente a esa deuda pero otros campos han pensado que no merecía la pena seguir federados. Nuestro trabajo es convencerles de que merece la pena, pero más que desconexión yo diría que ha habido una huida por el conflicto electoral. Los campos no sentían la necesidad de permanecer unidos a una federación que estaba en pleno conflicto interno.

¿Van a impulsar alguna iniciativa para atraer a los campos?

Nos debemos a los federados, que están representados por sus clubes. Queremos prestar servicios a los clubes. Es nuestro trabajo. A los campos comerciales, que son más reticentes, hay que hacerles ver que todos los ingresos de la federación en ese aspecto han acabado retornando a los campos. Hay que hacer una labor pedagógica, porque les conviene estar federados.

En medio de la crisis, la federación inauguró una sede de más de un millón de euros. ¿Cuál es el estado actual de las cuentas?

Tenemos que estudiar las cuentas con detenimiento, pero están saneadas. Este edificio costó dinero, sí, pero vendimos la antigua sede y ahora hay una hipoteca razonable. También hay que tener en cuenta que cuando se tomó la decisión de levantar una nueva sede no había crisis. Quizás nos equivocamos, como les ocurrió a tantos empresarios. Pensábamos que era una época de auge que se prolongaría y no fue así.

En cuanto a las competiciones por equipos, ¿va a hacer algo por impulsarlas?

Es fundamental para mí. Tengo hijos en edad escolar y tienen la oportunidad de apuntarse a ligas de fútbol, de baloncesto e incluso de tenis. Eso tiene que haberlo en golf. En todos los deportes hay ligas interclubes. Es más divertido competir entre equipos.

¿Qué medidas que van a tomar?

En Málaga ya hay una liga escolar. La ventaja que tiene Andalucía, y especialmente la Costa del Sol, es que seguramente en cada colegio ya hay niños que juegan al golf.

Pero la mayoría nunca ha tocado un palo.

También ocurre en otros deportes. ¿Cuántos niños juegan al balonmano? Y, sin embargo, hay una liga. El golf no es diferente de cualquier otro deporte. Impulsar el golf será más fácil cuando haya ligas escolares, porque los niños lo tendrán al alcance de la mano. En muchos colegios de la Costa del Sol hay niños que ya juegan al golf. Tenemos que controlar esa demanda, encauzarla. También, obviamente, debemos impulsar ligas interclubes y de adultos. Una federación no es únicamente deporte de élite. Estamos ligados a los clubes, somos una misma cosa.

¿Cuál va a ser la relación entre la federación y el golf de élite?

La élite crea referentes que, a su vez, propiciarán que salgan más jugadores. Sin deporte base ahora no tendríamos referentes como Azahara Muñoz o María Parra.

Llega en un momento dulce, con el anuncio de la celebración de varios torneos profesionales en Andalucía por primera vez en años.

Parece que se está acabando la crisis, aunque hay que tocar madera. Es un momento bueno. Parece que las instituciones públicas han vuelto a darse cuenta de que la industria de golf es muy importante. Es una relación de necesidad mutua.

¿Ha tenido ya contacto con las instituciones para elaborar una hoja de ruta común?

Yo era presidente del comité de profesionales y ya había tenido contactos con la Junta, la Diputación y la Mancomunidad. También tenemos relación directa con los ayuntamientos. El Open de España femenino, por ejemplo, se va a celebrar de nuevo en la Costa del Sol. Y también apoyaremos el Andalucía Masters en Valderrama.

¿Quedan amortizadas las inversiones públicas en estos torneos?

Los técnicos encargados de valorar estas inversiones aseguran que sí. Yo estoy convencido. Si no, las instituciones no apoyarían económicamente estas competiciones. Son eventos de primer nivel con millones de seguidores por todo el mundo. Suponen una promoción impresionante para los destinos.

¿Está costando encontrar patrocinios privados?

Las empresas que están saliendo de la crisis miran cada céntimo. Es difícil, pero la confianza de inversores privados irá recuperándose poco a poco, conforme vayan viendo el gran impacto que tienen estas competiciones.

En cuanto al golf femenino, ¿tiene pensado poner en marcha alguna iniciativa en concreto?

Andalucía es una potencia mundial en golf femenino. Tenemos una cantera amplia y grandes figuras como Azahara (Muñoz). La igualdad entre golf masculino y golf femenino debe ser una realidad, y nosotros así lo aplicaremos. El presupuesto es el mismo, a pesar de que el número de jugadoras aún no suponga más del 26 por ciento.

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