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JESÚS BALLESTEROS
Domingo, 15 de abril 2018, 00:16
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La primera sesión de terapia tras el varapalo de Roma trajo consigo una respuesta positiva por parte del Barça. Ganó al Valencia, un rival que llegaba al choque tras cinco victorias seguidas, y logró hacer suyo un récord con casi 40 años de vigencia, ser el equipo con más partidos seguidos invicto en Liga superando a la Real.
El título está pues más cerca para los de Valverde. Que levantaron la cabeza del diván por el que han pasado estos días tras el mazazo continental. Lo hace, bien es cierto, dejando aún ciertas dudas, como la fragilidad defensiva, pero también refrendando otras evidencias. Como la presencia de Coutinho en este equipo y lo que puede llegar a aportar el brasileño al Barça en temporadas venideras. Estaba claro que todo lo que ocurriera sobre el verde ante el Valencia iba a estar analizado en clave Champions. Y será así hasta que el conjunto azulgrana comience a levantar títulos (véase Liga y Copa) o hasta que el Real Madrid gane o pierda en Europa. Así de simples son los análisis que pululan estos días por la ciudad condal. Del posible doblete al fracaso total, parece que no hay término medio.
Bien haría el Barça en centrarse en lo que queda por ganar y, de paso, ir asumiendo cuáles serían los posibles retoques para el equipo del próximo curso. Como la participación de Coutinho en todas las competiciones (este curso no ha podido jugar en Champions porque lo hizo con el Liverpool). El brasileño va a más y fue clave en el duelo ante el Valencia. Fue una de las dos novedades en el once de Valverde que podría parecerse mucho al equipo tipo venidero con el permiso de Rakitic y Dembélé, aunque el francés estuvo poco afortunado en los minutos con los que contó.
Pero volviendo a Coutinho, de sus botas salieron los dos primeros goles azulgrana. Luis Suárez y Umtiti acertaron a marcar tras sendos pases del brasileño. La asistencia al 'charrúa' fue magistral, y refleja lo que puede llegar a incidir en el juego del Barça cuando el equipo no encuentre puerta. También fue protagonista al patear el saque de esquina que restaría al fondo de la red Umtiti nada más iniciarse el segundo tiempo y que dejaba muy tocado al Valencia.
La escasa fortuna, la falta de puntería y un magistral Ter Stegen evitaron que el equipo de Marcelino mojara antes en el Camp Nou y devolviera algo más de nerviosismo a la grada local. Y no fueron pocas las ocasiones creadas por el Valencia. Rodrigo las tuvo de todos los colores, pero también Guedes y Santi Mina dejaron evidencias de que el Barça no pasa por su mejor momento en el plano defensivo. En un partido atractivo, de ocasiones y buen juego, las llegadas a las porterías eran continuas.
El gol de Parejo de penalti (la pena máxima a Gayà fue la única aportación de Dembélé cuando saltó al campo en los últimos minutos del choque) devolvió los fantasmas al barcelonismo aunque el cuadro catalán gestionó algo mejor la ventaja. Sea como fuere, el triunfo del Barça ante el tercer clasificado de la Liga le acerca al objetivo liguero y, de paso, amplía esa mastodóntica racha sin conocer la derrota en esta competición. De hecho, el récord de partidos sin perder en Liga ya es suyo, 39, tras superar a la Real Sociedad con 38.
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