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Ernesto Valverde, rodeado de Iniesta, Rakitic, Cillesen, Mina y Vermaelen ayer en Roma. :: reuters
Sin permiso para relajarse en Roma

Sin permiso para relajarse en Roma

El 4-1 es una gran opción para volver a semifinales, pero el Barça no se fía

P. RÍOS

Martes, 10 de abril 2018, 00:22

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barcelona. Un equipo que la pasada temporada remontó un 4-0 al PSG en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones es el menos indicado para creer que con el 4-1 de la ida en el Camp Nou en estos cuartos de final puede tomarse las cosas con tranquilidad en Roma. La tentación del Barça de relajarse es tan grande como el peligro de dar vida a un equipo italiano que ya la pasada semana aprovechó cinco minutos de despistes azulgranas para crear cuatro ocasiones claras. Sólo Dzeko aprovechó la suya, pero aquella secuencia, con dos paradas de Ter Stegen a disparos de Defrel y Perotti y un desvío de Piqué tras tiro de Strootman, debe servir de aviso al equipo de Ernesto Valverde. «La eliminatoria está por decidirse. Tenemos un buen resultado, pero nada más. No podemos jugar con la ventaja», recuerda.

Un 4-1 en la ida siempre le ha valido al conjunto azulgrana para pasar ronda y en esta ocasión sería imperdonable no aprovechar la oportunidad de volver a unas semifinales tras dos eliminaciones en cuartos de final ante Atlético (2015-16) y Juventus (2016-17). Eusebio di Francesco, sin embargo, es un técnico atrevido, que plantea una presión alta muy organizada y que juega con un 4-3-3. Propondrá un partido abierto para que pasen cosas y el equipo de Valverde deberá valorar si cae en la trampa del correcalles o si prefiere intentar dormir el juego. En el primer caso, el Barça tendrá que ser efectivo para materializar las ocasiones que sin duda tendrá porque la Roma también dispondrá de las suyas. En el segundo, no deberá confundir dormir el partido con dormirse.

Leo Messi, con menos molestias en los isquiotibiales que en la ida, es un aval en cualquier escenario táctico y Luis Suárez se arrancó, culminando el 4-1 del Camp Nou, la espina de un año sin marcar en Liga de Campeones. Lejos del estadio azulgrana, por cierto, no ve portería desde la fase de grupos de la temporada 2015-16, precisamente en Roma (1-1) el día del gol de Florenzi a Ter Stegen desde el centro del campo y de la durísima entrada de Nainggolan a Rafinha que le mantuvo un año de baja por una grave lesión de rodilla. Desde entonces, septiembre de 2015, el uruguayo lleva doce partidos europeos sin anotar lejos del Camp Nou.

Coutinho, que ya jugó en esta Liga de Campeones con el Liverpool, y el lesionado Digne son las dos bajas de un Barça que recupera a Sergio Busquets, aunque jugará otra vez infiltrado por el dolor en un dedo del pie lesionado en la vuelta de octavos ante el Chelsea. Se intuye un 4-4-2, sin Dembélé. La duda es quién será el acompañante de Busquets, Rakitic e Iniesta en la media. En la ida Sergi Roberto adelantó su posición para tapar la banda izquierda de la Roma, con Kolarov muy ofensivo, y Semedo jugó de lateral. Pero un par de entradas temerarias del inexperto portugués, que pudieron costar un penalti, aconsejarían su suplencia. No lo era, pero a domicilio el teatro de Dzeko sí puede tener el reconocimiento arbitral. En ese caso, con Sergi Roberto de '2', André Gomes y Paulinho se disputarían esa plaza en la medular.

En la Roma, que perdió 0-2 en la Serie A ante la Fiorentina con muchas rotaciones, podrá jugar la revelación de la temporada, el turco Cengiz Ünder, extremo zurdo muy joven que entra por la derecha a pierna cambiada. Fue baja en la ida por lesión. También volverá Nainggolan a la media tras superar sus molestias musculares. El belga es clave por su agresividad en la media y su llegada a la portería rival. La duda es el ex sevillista Perotti, uno de los mejores en el Camp Nou entrando por la izquierda con la pierna derecha. El Shaarawy o Defrel le sustituiría.

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